Literatura | Adiós al escritor más querido de Canarias

Un café teatro en el Cuasquías para homenajear a Alexis Ravelo

Fuentes del Cabildo informan que se está considerando poner el nombre del escritor grancanario al local que formará parte de lo que será la Casa Común del movimiento asociativo de Gran Canaria

Fachada del antiguo Cuasquías.

Fachada del antiguo Cuasquías. / Juan Carlos Castro

Martina Andrés

Martina Andrés

La conocida sala de música de la capital grancanaria Cuasquías cerraba sus puertas hace casi diez años, un 16 de marzo de 2013. Entre sus paredes, sirviendo botellines a Serrat o charlando animadamente con Roberto Fontanarrosa, trabajó durante 14 años como camarero Alexis Ravelo. Empezó desde muy joven, un 13 de diciembre de 1994, compaginando la faena detrás de la barra con sus estudios en la UNED.

«Lo que quería era sacarse la carrera de Filosofía y Letras, y seguía trabajando y sacando asignaturas sueltas. Todos los años sacaba una, dos, tres asignaturas, según fuera. Hasta que un día me dijo que ya le quedaban solo cinco o seis para acabar y que necesitaba más tiempo, que con el trabajo se acostaba muy tarde, se levantaba muy tarde, que no tenía fuerzas para estudiar. Me propuso marcharse para terminar la carrera. Terminó y luego empezó a escribir», cuenta Toñín Barrera, responsable y gestor de la sala Cuasquías.

Gregorio Figueras, de Piedra Pómez, también recuerda con la ternura de los buenos amigos: «Alexis forma parte de esa gente que te acompaña toda tu vida. Yo iba al Cuasquías, hablábamos allí de lo humano y lo divino, de cualquier cosa interesante para que la mente se encendiera, y siempre aparecía ahí Alexis, con una copa en la mano, copas para nosotros, y era muy cariñoso. Mi primer recuerdo es que me servía copas y después me servía lecturas», relata el miembro del dúo humorístico.

El proyecto de Cuasquías se fraguó allá por 1981. En sus comienzos, era un restaurante grill en la calle Venegas número 8. Pero, debido a unas inundaciones por fuertes lluvias, el local cambió de ubicación en 1994, año en el que se fundó la sala Cuasquías en la que tantos años trabajó Ravelo, en el número 2 de la Cuesta San Pedro. «Yo trabajaba en la terraza Varadero, pasé por la inauguración y terminé detrás de la barra sirviendo copas», contaba en 2013 a este periódico. Punto de encuentro de la bohemia, el escritor grancanario lo describió en su momento como «un local que mató el hambre del estómago, del intelecto y del espíritu».

Este mítico lugar de la capital, por el que se paseaban músicos, escritores y artistas, fue durante años un referente en la oferta del ocio nocturno y de la música en directo de Las Palmas de Gran Canaria. A él llegaron nombres como el del trompetista Jerry González, el músico cubano Compay Segundo o los cantautores Javier Krahe, Pedro Guerra o Luis Pastor. El Cuasquías también fue un punto de salida y de encuentro para muchos músicos canarios como Charlie Moreno, Paco Marín o Ginés Cedrés. Era un lugar en el que se juntaban y mezclaban clientes de distintas generaciones para intercambiar buenos ratos, letras y melodías. Un lugar que sigue vivo en los recuerdos de aquellos y aquellas que lo frecuentaban pero que, a pesar de su éxito, tuvo que echar el cierre.

La competencia de nuevos locales y el movimiento del público a otras zonas de la ciudad fueron los motivos que llevaron a los responsables del local a tomar esta decisión. Para Alexis Ravelo, este cierre fue fruto de los tiempos que corrían: «No se puede competir con la federación de locales que se encuentra al otro lado del Guiniguada», indicaba por aquel entonces el escritor.

Casa común

El Cabildo de Gran Canaria adquiría el edificio el pasado mes de noviembre con el objetivo de convertirlo en la Casa común del movimiento asociativo social de la Isla. La casona del siglo XIX fue comprada por más de 2,5 millones de euros a sus 12 herederos, tras salir al mercado con un precio de 8 millones que poco a poco se fue rebajando. Dentro de sus 1.000 metros cuadrados, estará el espacio café teatro que, según han indicado fuentes del Cabildo a este periódico, «se está planteando la posibilidad de que lleve el nombre de Alexis Ravelo».

Antonio Morales declaraba en noviembre que, si se cumplen los plazos que se han planteado, la licitación y la nueva obra del renovado Cuasquías podría resolverse entre 2023 y 2024. La reforma pasa por adecuar baños, rehabilitar escaleras y cerramientos y arreglar la azotea. La idea de crear un espacio para las ONGs y colectivos sociales, ecologistas y culturales de Gran Canaria surgió en 2017 pero, tras la adquisición del edificio, todavía falta el proyecto arquitectónico. No se conoce todavía qué asociaciones estarán en esta Casa común, aunque algunas ya han manifestado su interés ante la falta de tener locales propios para reunirse y desarrollar sus actividades.

Ante la pregunta de si a Ravelo le gustaría ver su nombre en el local de lo que era el Cuasquías, Barrera, al que el escritor grancanario describía como padre y amigo, no lo tiene claro: «No sé si le gustaría pero, le guste o no le guste, yo lo veo súper aceptado. Porque la verdad es que ese muchacho se formó a sí mismo, sin ayuda de nadie y al final mira lo que salió».

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