Marta Marrero, con la pala de pádel y el biberón a cuestas

Desde el mismo momento en que Marta Marrero decidió aparcar su carrera deportiva para ser madre, la jugadora grancanaria tenía claro que su objetivo era regresar a las canchas de pádel desde que estuviera preparada. Aquel 15 de diciembre de 2022 disputó su último partido oficial en cuartos del Master Final de Barcelona del World Pádel Tour. Junto a Lucía Sainz, perdía ante la pareja formada por Bea González y Marta Ortega. Desde entonces, ha transcurrido un periodo de adaptación a su nueva vida familiar, por lo que la isleña anunciaba oficialmente el 1 de mayo su decisión de retomar su carrera profesional.

La exnúmero uno del mundo reconoce que tras dar a luz a Flavia se encuentra «muy bien, muy ilusionada con la vuelta y justo mañana empiezo a jugar aquí -en Barcelona, ciudad donde reside- un torneo de la Federación Catalana para entrar en dinámica de competición y con la cuenta atrás ya activada».

Parece que todos los astros se han alineado para hacer posible su esperada vuelta a las canchas de pádel: «Tengo suerte. La niña es muy buena y descanso bastante bien por la noche, así que no me puedo quejar. Al final eso me permite poder rendir y entrenar por las mañanas. Pero una vez que llego a casa al mediodía, ya me toca estar con ella».

Una Marta reciclada

Entre los cambios experimentados tras el nacimiento de su hija, Marta explica que se nota «con bastante energía, aunque no puedo descansar igual que antes». «Aproveché todo este tiempo que he estado parada para hacer cambios técnicos, algo que resulta muy complicado cuando estás en dinámica de la competición», reconoce la grancanaria, quien asegura que, en su regreso, se va a poder ver «a una Marta reciclada, que era un poco lo que notaba que me faltaba durante los últimos años, porque todo en la vida va evolucionando con el tiempo». 

Del 10 al 16 de junio, Marrero competirá en el Premier Pádel de Burdeos (Francia). Lo hará junto a su nueva pareja deportiva, la argentina Aranza Osoro, quien tras disputar el Riad P1 del circuito mundial se quedó sin compañera, al separarse deportivamente de Vero Virseda. En ese proceso de búsqueda de la pareja deportiva ideal afirma que «dentro de las opciones que había pensé en Aranza porque se trata de una jugadora muy echada para adelante, muy competitiva». «Terminó el año jugando muy bien disputando incluso el Master Final 100. Vive también en Barcelona, y eso a la hora de entrenar juntas es una ventaja, aunque de momento no lo hemos podido hacer porque ella está en plena competición, aunque hemos hecho algunos entrenos sueltos y la sensación fue buena. Hubo química desde el principio y creo que me puede dar esa frescura que me vendrá bien», explica la isleña.

Un regreso ‘tranquilo’

Con los pies en el suelo y con tranquilidad, Marrero tiene claro que en esta nueva etapa su objetivo pasa por volver a ser competitiva después de tanto tiempo parada: «Tengo también el hándicap de que empiezo a mitad de temporada, por lo que las rivales con las que me voy a enfrentar vienen muy rodadas». 

Por esos motivos ha decidido no marcarse «objetivos en cuanto a resultados, porque no me quiero presionar». En su regreso quiere dejar atrás su «última etapa» en activo. Reconoce que le «costó disfrutar en la pista». «Ahora sí quiero hacerlo, voy a viajar con mi niña, es un show, pero me apetece muchísimo», en una decisión apoyada por su familia.

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