Uvas de talento

Los talentos canarios en el extranjero critican la educación en España

La octava edición de Uvas de Talento reúne la historia de cuatro personalidades que decidieron salir de la isla en busca de otro futuro

"Lo que me ha llevado al extranjero ha sido el sentido de curiosidad y las ganas de vivir en otros lugares, porque detrás del mar hay un mundo enorme que explorar y eso es algo que creo que muchos canarios sentimos, no solo por la condición de isla, sino porque estamos conectados al exterior", asegura Ana Monzón, vicepresidenta Global de producto digital, experiencia de usuario y diseño digital de Gucci. A medio camino entre Londres, Italia y París, Ana Monzón salió del archipiélago impulsada por las ganas de descubrir mundo, y del periodismo pasó a la moda y a la tecnología, ámbito en el que desarrolla actualmente su carrera profesional.

La octava edición de Uvas de Talento presentó ayer en Infecar el caso de cuatro casos inspiradores de mujeres que han hecho sus maletas desde Gran Canaria con destino a otras partes del mundo con el objetivo de poder desarrollar su carrera profesional de una manera distinta a lo que podrían haber hecho en el archipiélago. Algunas por curiosidad, otras por instinto y otras impulsadas por ofertas laborales a miembros de su familia, como es el caso de Cristina Álvarez Ossorio, que de estar anclada en la isla, puso rumbo a Minnesota junto a su marido para años más tarde vivir en ciudades como Bélgica, Nueva York o Singapur.

Las cuatro participantes fueron Helena Rohner, diseñadora de joyas en Georg Jensen y manager en Helena Rohner SL (Madrid); Raquel Hernández, directora de Soluciones de Seguridad de Microsoft España (Madrid); Ana Monzón, vicepresidenta Global de Producto Digital, Experiencia de Usuario y Diseño Digital de Gucci / ex Burberry (Londres); y Cristina Álvarez-Ossorio, Líder CoE de Tax Reimagined – Asia Pacífica en KPMG (Singapur). “Es una oportunidad para el Cabildo compartir sus inquietudes, escucharlos y valorar sus propuestas de trabajo, su visión de desarrollo para la isla”, afirmó el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, quien destacó también la contribución de las empresas en esta plataforma, “para trasladarles la posibilidad de reincorporar a estas personas que, después de su formación en el exterior, vienen con un bagaje importante para contribuir al desarrollo social y económico de la isla”.

Entre los miles de talentos canarios que deciden desarrollar su vida profesional en el extranjero, destaca una crítica común que no es otra que la educación que existe en España. Un nivel de inglés muy por debajo de lo normal hace que los puestos de trabajo sean adjudicados a personas extranjeras, porque en el país, y más concretamente en Canarias, hay un porcentaje muy bajo de personas que sepan hablar inglés de una manera en la que se puedan defender en un puesto de trabajo. "El mundo está cambiando, pero la educación no cambia. El inglés es básico, al igual que la ciberseguridad, la salud, las tecnologías o la sostenibilidad", asegura Cristina Álvarez, líder CoE de Tax Reimagined en Asia Pacífica de KPMG.

La experiencia de los que han salido del archipiélago destaca la importancia de aprender inglés

La Red Talento Gran Canaria cuenta con más de 1.200 miembros y 125 empresas de sectores como la tecnología, el marketing, el software o el turismo entre otros, registradas en la plataforma. Muchas de ellas han generado más de 60 puestos de trabajo en los últimos años, que muchos canarios han aprovechado para regresar a la isla. Entre los objetivos de este año, además, está el aumentar la red y poner en valor la experiencia internacional, aumentar el número de ofertas de empleo y contrataciones a través de la red y llevar a cabo la primera convocatoria de premios Talento Gran Canaria.

Las cuestiones que han hecho a los diferentes talentos de la isla a buscar nuevos horizontes han sido diversas. En el caso de Helena Rohner, tal y como explicó en la mesa redonda, su padre, natural de suiza, y la lucha de su madre, que andaba con tintes naturales y telas que le han servido a ella de inspiración, han impulsado a que Rohner se haya visto impulsada por las ganas de descubrir nuevos objetivos, reinventándose constantemente hasta llegar al punto en el que es diseñadora de su propia marca, que lleva su nombre y en la que vende joyas, pasando por bolsas y hasta muebles.

Uvas de Talento en Infecar

Uvas de Talento en Infecar / Andrés Cruz

Sin embargo, Raquel Hernández podría decir que una de las cuestiones que la llevaron a salir de Canarias para ahora ser directora de soluciones de seguridad de Microsoft España en Madrid fueron las palabras de uno de sus profesores de carrera. "Me dijo que si quería aprender me marchara, y ha sido uno de los mejores consejos que me han dado nunca", dice. Además, el ser de un pueblo de Tenerife (Guía de Isora) la ha llevado a moverse por la curiosidad y las ganas de aprender. Por su parte, Cristina Álvarez cambio los aires canariones por los estadounidenses, y lo que en un principio iban a ser unos meses junto a su marido en Minessota se convirtieron en 20 años en el extranjero.

Raquel Hernández: «Uno de los mejores consejos que me han dado es el de salir de la isla para aprender»

La ambición es la que ha hecho a estas cuatro talentos irse de Canarias, pero sobre todo, las ganas de conocer y aprender. "Hay dos cosas en la vida que son fundamentales. La primera es la suerte de elegir, y la segunda el no tener miedo, porque cualquier cosa tiene un aprendizaje, y tenemos que reinventarnos", asegura Cristina Álvarez. Además, si hay algo que estos talentos quieren cambiar es el complejo de inferioridad que tienen muchos canarios a la hora de tomar la decisión de salir. "Tendemos a socavar nuestros logros profesionales, diciendo la frase de "a pesar de ser canario", como si eso fuera una dificultad. El capital humano de Canarias es importante y no tenemos que sentirnos inferiores, y eso es algo que aprendemos cuando salimos de aquí".

Volver a Canarias

Uno de los grandes interrogantes para todo el que se marcha de la isla es el de si en un futuro volverán, y esto depende del trabajo que esté desempeñando cada persona. En el caso de Helena Rohner, el volver a la isla es un impedimento por la parte que conlleva importar materiales para producir y exportar. "Esto es muy complicado y a fin de cuentas supone un freno, porque aquí hay gente que puede trabajar, pero la aduana impide muchas cosas. Me encantaría volver, pero de momento tendré que dividir la parte de cabeza con la física". Sin embargo, Raquel Hernández tiene más facilidades, pues tal y como explica, en el sector tecnológico no tienes que tener un sitio físico. "Hay muchas formas de volver, ahora estoy en un punto en el que todo está en Madrid, pero siempre puedes contribuir a que se una talento a la isla".

En el caso de Ana Monzón, su respuesta es tajante al asegurar que no tiene ninguna intención de volver. "Vengo mucho y no tengo la necesidad de residir aquí constantemente. El secreto está en formar a gente local". Por último, Cristina Álvarez apuesta por una cuestión de promoción y de atraer talento al archipiélago. "Necesitamos talento, y sobre todo estudiantes que sepan que tienen que darlo todo, tenemos que mejorar y ser más exigentes, y esa es nuestra responsabilidad".

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