Latidos con sabor a queso en Guía

Una quesería grancanaria comercializa un producto lácteo con forma de corazón

Más de 30.000 personas acudieron a la Feria Europea del Queso, donde se vendieron más de 4.000 kilos

Feria Europea del Queso de Santa María de Guía 2024

LP/DLP

La innovación también ha llegado al queso y a la excelente calidad de los que se elaboran en la Isla se suman ahora nuevas mezclas, nuevos complementos y nuevas formas y envasados, una tendencia que también se da en otros territorios del Estado y que este fin de semana quedó patente en la séptima edición de la Feria Europea del Queso que se celebró en Santa María de Guía.

Vicky Lewis, de Tasartesano, ha optado por cambiar la forma a sus productos y además de vender las piezas redondas o las cuñas, ha diseñado un queso semicurado untado con pimentón o con tuno indio con forma de pequeño corazón. «Se vende muy bien por la forma que tiene» y por el tamaño, que es pequeño y fácilmente transportable en una maleta. Con esta peculiar forma los elabora para fechas concretas, como ferias, San Valentín, Navidad, el Día de la Madre y otras efemérides propicias para hacer regalos. Y ha sido todo un acierto. Vendió todos los que llevó a Guía y en total comercializó unos 110 kilos de quesos artesanales. 

Lleno total en la séptima edición de la Feria Europea del Queso que se celebró este fin de semana en Guía

Lleno total en la séptima edición de la Feria Europea del Queso que se celebró este fin de semana en Guía / Juan Castro

Una gran variedad

Entre las numerosas variedades de queso elaboradas con una, dos o tres leches, con gofio o pimentón, o embadurnados en aceite de oliva, había uno de cabra con virutas de jamón que se agotó muchas horas antes del cierre de la feria. Era una de las propuestas de la quesería La Covacha, que trajo 30 kilos de esta y otras variedades desde Cádiz. 

Caminar entre los puestos y acercarse sus mostradores era hoy una tarea muy difícil. La oferta de esta feria que reúne a muchos de los mejores quesos de Canarias y a otros procedentes de la Península, Portugal o Italia, y el buen tiempo, animó a muchas personas de la Isla a acudir a Guía. Para facilitar el acceso al Mercado Comarcal a quienes se vieron obligados a aparcar lejos, incluso en el casco de la ciudad, la organización habilitó un trenecito que salvaba la distancia desde ahí hasta la feria. Y es que, según la organización, más de 30.000 personas se acercaron hasta allí entre el sábado y el domingo, lo que se tradujo en la venta de más de 4.000 kilos de este producto lácteo. De hecho, hoy eran muchos los puestos que a media mañana ya estaban cerrados porque ya no les quedaban existencias y otros fueron agotando las suyas antes de la finalización del evento. 

Entre estos miles de personas se encontraban conocidos cocineros, como Manolo González, propietario de La Tunera, en Telde, pero también muchos amantes del queso, ciudadanos anónimos que no se resistieron a esta oportunidad. Olga Suárez y Agustín Montesdeoca comenzaron su día en un pequeño huerto «recogiendo papas» y podando un limonero y lo continuaron en la Feria Europea del Queso organizada por Mancomunidad del Norte de Gran Canaria y el Ayuntamiento de Santa María de Guía, con el apoyo del Gobierno de Canarias y el Cabildo de Gran Canaria.

«Tenía que haber venido con mi hijo porque a él no le gusta el queso», se quejó en broma. «Lo que hace es mirarlos y por la pinta decirme cuál comprar», una afirmación que derivó en la defensa de la tesis de él de que «hay que mirar si tiene buena pinta» y la de ella, de que «los quesos hay que probarlos». Sea como sea, estos vecinos de Las Mesas se fueron de la feria cargados «con algunas verduras y varios trozos de queso de media flor y semi curado de Teror».

Kilómetro 0

«Nos gusta comprar el producto de kilómetro 0 y apoyar a los productores de aquí», sentenciaron. 

Y por curiosear y pasar un domingo distinto, Araceli C., de Las Palmas de Gran Canaria, llegó a Guía junto a unas amigas. Confiesa que se plantearon qué hacer y como les gusta el queso decidieron ir a la feria «a probar y a apoyar al sector». 

Fue el mismo caso de Josefina Álvarez. «No tenía planes para hoy y una amiga me avisó. Ahora no sé qué voy a hacer con todo el queso que he comprado, porque vivo sola, pero es que todos tienen una pinta increíble». En la bolsa llevaba «varias cuñas de queso de flor y de media flor, burrata ahumada, que nunca la había visto, y mozzarela». 

Uno de los queseros participantes, en su puesto habilitado en el Mercado Comarcal de Guía

Uno de los queseros participantes, en su puesto habilitado en el Mercado Comarcal de Guía / Juan Castro

Productos italianos con leche de Valsequillo

Estos dos últimos productos los vendía la quesería italiana Mansueto, en cuyo puesto se amontonaban los amantes de estos quesos que se elaboran exclusivamente «con leche de vaca de Valsequillo; es producto de kilómetro cero». Esta quesería, pese a ser italiana, tiene sede en Las Palmas de Gran Canaria y cuenta, además, con un restaurante y una tienda en la que, además, comercializan charcutería italiana. 

Quien también presumía de las vacas con las que elabora sus quesos era Eli Ramos, de la quesería Castañero. La leche que utiliza procede de «tres vacas de raza canaria, que está en peligro de extinción y eran las que usaban nuestros abuelos. Somos una de las pocas queserías que la usamos». Según explicó, esta leche contiene «más grasa y con menos cantidad se hace más queso». Así, continúa, para hacer un kilo de este producto se utilizan siete litros de leche, mientras que con la de otras vacas es necesario utilizar, aproximadamente, diez. 

En esta feria vendió 85 kilos de queso, «que eran los que tenía».

Otros vendieron «60 quesos semicurados de leche cruda de oveja y de cuatro kilos cada uno», como fue el caso de Cortijo de Pavón; o los 100 kilos de queso de flor, media flor y semicurados elaborado con tres leches (vaca, oveja y cabra) que comercializó María del Carmen Pérez, de Fontanales. Lomo El Chorrito rondó los 200 kilos en dos días y La Renta, de La Aldea de San Nicolás, 120 de queso de leche cruda de cabra.

Invitados, catas y talleres

Como en ediciones pasadas, la feria acercó a los grancanarios la oportunidad de conocer los productos de varias queserías del continente europeo, concretamente de Cataluña, Valladolid, Menorca, Cáceres, País Vasco, Asturias, Cádiz, Portugal e Italia. Fortmatgeria Palou de Ripollés lo vendió todo y ayer ya tenía cerrado su puesto en el que vendían, entre otros productos, su pastís de mató, un queso exclusivo que tiene una textura parecida al flan o a la tarta de queso que elaboran con la leche de sus 100 cabras de raza payoya. Quinta do Pomar, de Portugal, también vendió los 200 kilos que trajo de un queso parecido al de flor que elabora con cardo y que ya es un clásico de esta feria. Pero además de comprar quesos, las personas que se acercaron al Mercado Comarcal tuvieron la oportunidad de realizar catas de quesos y otros productos agroalimentarios y talleres infantiles, visitar la exposición ‘La Mudá: Trashumantes en Gran Canaria’ realizada por Cabildo de Gran Canaria y disfrutar de las actuaciones musicales programadas.