Agaete

La ermita de Las Nieves de Agaete recupera su fachada histórica con madera

Las obras devuelven la idiosincrasia al centenario inmueble religioso de Agaete, con elementos desaparecidos tras la reforma realizada durante los años 80

Los obreros, este martes, trabajando en el frontis de la ermita de Las Nieves, en Agaete.

Los obreros, este martes, trabajando en el frontis de la ermita de Las Nieves, en Agaete. / J. B.

Javier Bolaños

Javier Bolaños

La ermita de Las Nieves en Agaete recupera su fachada histórica, en donde volverá a relucir la madera en algunos de los elementos exteriores que le dieron su particular identidad a este inmueble, y que se perdieron con la rehabilitación llevada a cabo en la década de los años 80. La edificación religiosa situada en las inmediaciones de la playa, que fue mandada a construir durante el siglo XVI y que fue declarada Monumento Histórico Artístico (hoy Bien de Interés Cultural) hace más de 52 años, se somete ahora a obras de rehabilitación del frontis por el Cabildo.

La ermita de las Nieves de Agaete fue promovida por Antón Cerezo, a cuyo alrededor se fueron desarrollando las casas de pescadores y la zona residencial, con la playa y la actividad marinera como telón de fondo. La edificación original pasó por una ampliación, que fue obra de Cristóbal García del Castillo. Se añadieron con el tiempo algunas de sus ‘piezas’, como las torres que datan del siglo pasado durante la mayordomía de Antonio de Armas. La ermita está considerada como el primer edificio de carácter religioso que fue declarado Bien de Interés Cultural, categoría monumento, en Gran Canaria, en virtud de la Orden de 15 de diciembre de 1971. Se unió así a la lista de otros BIC que atesora la Isla.

Vistosidad y singularidad

En los años 80 se llevó a cabo unos trabajos de restauración con el modelo de trabajo propio de la época. El resultado fue la retirada de los componentes en los que se empleaba la madera en las pilastras y otros elementos, a pesar de que le daba su propia seña de identidad frente a otras edificaciones, en las que se empleaba como material la cantería.

El director de Patrimonio Histórico del Cabildo, Sebastián López, justifica su posible uso por la presencia de carpinteros de ribera para los barcos que atracaban en el muelle de Las Nieves. Este elemento era, tal y como resalta, una de las singularidades que le daban su idiosincrasia.

Obras.

Obras. / J. B.

La obra que se están ejecutando ahora, y que se prolongarán durante tres meses y promovidas por la institución insular, subsanará algunas de esas actuaciones ahora mal vistas llevadas a cabo en esa anterior remodelación, siendo el reto principal la reincorporación de la madera. Para ello se ha recurrido a documentación histórica y fotografías antiguas para tratar de darle su estética tradicional.

La intervención permitirá devolverle la belleza al frontis. La «icónica» fachada del siglo XIX, cuyo origen es de una fecha posterior a la ermita, debido a una ampliación que sufrió el templo, como queda reflejado en las diferencias en el techo interior, del arco gótico y la cubierta mudéjar.

El proyecto de rehabilitación servirá como colofón a los actos celebrados en 2021 con motivo de la conmemoración de 50 aniversario de su protección como bien de interés, bajo el que también se puso una marca identificativa de todos los inmuebles que están bajo la misma vigilancia institucional para su conservación en su estado original.

El Cabildo recogió el testigo de expertos y estudiosos que hablaban de la necesidad de la realización de un proyecto para restituir los elementos de madera de la fachada del monumento, así como el remate de las veletas de las torres.

Vista del templo religioso, con el mar y la carretera de La Aldea de fondo.

Vista del templo religioso, con el mar y la carretera de La Aldea de fondo. / J. B.

El alcalde de Agaete, Jesús González, señala que el inmueble también requería una intervención por el deterioro derivado del paso del tiempo, sobre todo en una zona costera donde está sometida a la marisma. Y valora que se lleve a cabo la recuperación de la madera, en los marcos, repisas y columnas. «Dará mucha vistosidad y el esplendor original», añade González.

La construcción de la ermita se alzó en la primera mitad del siglo XVI. Y fue agrandada en el XVllI y finalmente reformada y construida la actual fachada en torno a 1870. De la primera fábrica se conservan el arco apuntado que supera el presbiterio del resto de la nave, gran parte de las paredes y la cubierta del citado presbiterio, ejecutada en tracería de madera policromada al estilo lusitano, según recoge la Orden del 15 de diciembre de 1971 que la declara monumento histórico-artístico, con carácter provincial, que fue finalmente publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el 11 febrero de 1972.

El documento que avala su protección señala también que «las torretas y sus ‘cupulitas’, así como las hornacinas que figuran bajo el frontón, a los lados de la ventana central fueron construidas en 1870. No se conoce la traza de la primitiva fachada. La actual es muy posterior al resto de la ermita, pero su gracioso e ingenuo estilo constituye hoy un fondo familiar y obligado de típica romería de agosto, la más importante de la isla después de la de la patrona. La parte interior de la cubierta parece encalada, quedando únicamente a la vista los tres tirantes mudéjares y la cúpula del presbiterio, formada por un valioso artesonado también mudéjar, octogonal y policromado posteriormente, según la costumbre introducida por la abundante colonia portuguesa que habitaba en la isla».

A su vez, se habla en el Boletín del tríptico de Nuestra Señora de las Nieves que es, «sin duda, la Joya de la ermita», aunque ahora solo hay una copia y la original está en la iglesia del pueblo para su mejor conservación.

«Separado en cinco trozos tiene una tabla central con Nuestra Señora y el Niño, dos laterales con San Antonio y San Cristóbal y dos medallones con el donante Antón Cerezo, su hijo y su esposa, Sancha Díaz de Sorita», añade la Orden Ministerial, aprobada en el tramo final de la dictadura franquista, si bien como anécdota para su declaración permanecía todavía vigente la normativa que databa de la Segunda República. 

"Reúne méritos suficientes"

La Orden ministerial detalla que «resulta evidente que la ermita de Nuestra Señora de las Nieves, de Agaete, reúne méritos suficientes para ser declarada monumento provincial de interés histórico-artístico, con los beneficios y limitaciones que esto lleva consigo, debiendo ser sometida a protección y vigilancia del Cabildo».