Las deudas exponen a Navieras Armas a la venta

El acoso de los acreedores, la muerte en marzo de su presidente y el alza del precio del petróleo comprometen el futuro de la naviera canaria

21-10-2021 LAS PALMAS DE GRAN CANARIA. Llegada del Volcán de Taidía, nuevo catamarán de Naviera Armas. | 21/10/2021 | Fotógrafo: Andrés Cruz

21-10-2021 LAS PALMAS DE GRAN CANARIA. Llegada del Volcán de Taidía, nuevo catamarán de Naviera Armas. | 21/10/2021 | Fotógrafo: Andrés Cruz / Andrés Cruz

Una deuda de casi 800 millones, la crisis desencadenada por la muerte en marzo pasado del presidente Antonio Armas Fernández -hijo del fundador, Antonio Armas Curbelo-, así como la subida del precio del petróleo comprometen el futuro de Naviera Armas, empresa canaria que se convirtió en la mayor compañía marítima de España tras comprar Trasmediterránea en 2017 a la familia Entrecanales. 

Tanto es así que los medios especializados en economía adelantan movimientos de los acreedores para inyectar capital a cambio de obtener la mayoría de acciones en el consejo de administración de la naviera canaria, incluso dejan entrever la necesidad de vender parte de la compañía para sanear la deuda y garantizar su viabilidad.

Y es que son varios los frentes abiertos contra la naviera, desde reclamaciones judiciales de Acciona por la venta de Trasmediterránea, que solicita 50 millones al no estar conforme con el acuerdo del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Las Palmas sobre la refinanciación de la deuda, hasta fichajes de última hora para negociar el futuro de la sociedad frente al empuje de sus acreedores e inversores, como ha hecho recientemente la compañía al ponerse en manos de la consultora estadounidense FTI Consulting.

La consultora FTI asume el timón de la compañía en plena disputa judicial por la refinanciación

Según publica Expansión, Naviera Armas ha contratado los servicios de la consultora para que apoye a la cúpula directiva en la gestión de la compañía y busquen alternativas para sacarla a flote en un momento en el que el encarecimiento del combustible está golpeando seriamente el negocio del grupo, maltrecho desde hace años por sus elevados niveles de deuda.

FTI Consulting asume la dirección estratégica de Naviera Armas en medio de una profunda crisis de gobernanza tras el fallecimiento de su presidente, Antonio Armas, que murió el pasado mes de marzo. A eso hay que añadirle la salida del consejero delegado, Fernando Val, que se fue del grupo este verano, así como la batalla judicial abierta por Acciona, que ha impugnado la homologación judicial del acuerdo firmado en octubre de 2021 para refinanciar la deuda.

Armas le compró Trasmediterránea a Acciona en 2017 por 260,4 millones. En el contrato se incluyó un pago aplazado que es el origen de la disputa entre ambas compañías, entre otros motivos porque Acciona no está conforme con la extensión del convenio a todos los acreedores, pues considera que la aceptación de una quita de la deuda podría influir en el cobro de esos 50 millones. Por eso no solo ha recurrido e acuerdo ante el propio juzgado, sino que ha pasado al ataque y ha demandado a Armas para exigirle el pago de dicha cantidad.

La naviera, el mayor operador marítimo de Islas Canarias y uno de los principales en el Estrecho, todavía tiene que decidir si un representante de FTI asume la vacante en el consejo de administración tras la marcha del CEO, según Expansión.

Grimaldi al acecho

La batalla judicial con Acciona no es el único problema de Armas tras hacerse con Trasmediterránea en 2017. El año pasado, tras negarse la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) a rescatar a la naviera con 100 millones, la empresa se vio obligada a desprenderse de su línea de negocio con las Islas Baleares y la Península Ibérica, vendiendo esa parte al grupo italiano Grimaldi por 375 millones, entre otras operaciones. La compañía aseguró que lo hacía para centrarse en Canarias y el Estrecho.

Antes de vender a los italianos, Armas llegó a un arreglo con los bonistas del grupo, entre los que figuran fondos oportunistas como Barings, Cheyne y JPMorgan, los cuales capitalizaron en torno a 250 millones de euros de deuda (incluyendo intereses no devengados) y prolongaron el vencimiento, hasta marzo de 2026, de otros 376 millones de euros, añade Expansión.

Los bonistas controlan en torno al 43% del capital y el 58% de los derechos políticos, pero ese equilibrio podría cambiar porque las previsiones no son buenas para la empresa y tiene que volver a negociar con sus inversores. Eso es así porque la reapertura del paso del Estrecho no ha cumplido con la fluencia prevista y el petróleo está más caro, lo cual obliga a la compañía a refinanciar otra vez su pasivo para poder hacer frente a sus obligaciones y dotarse de una estructura financiera y de capital sostenible en el tiempo.

Acciona impugna el acuerdo de salvación y exige 50 millones que le deben por Trasmediterránea

En ese contexto, JP Morgan, Barings y Cheyne Capital, sus tres principales acreedores, junto con Banco Santander, han decidido realizar una inyección de dinero dada la falta de liquidez del grupo, ahogado por el impacto del precio del petróleo. Una operación que, junto con una segunda quita de los créditos, les dará la mayoría del capital, agrega El Confidencial.

Otras fuentes cercanas a Naviera Armas señalan que JP Morgan, Barings y Cheyne Capital han contratado los servicios de PJT Partners para acelerar las conversaciones con la familia Armas, los fundadores de la compañía, para cerrar un acuerdo que sea definitivo y garantice la viabilidad de la empresa canaria. A su vez, los descendientes de Antonio Armas Fernández se han puesto en manos de Houlihan Lokey, el banco de inversión que les ayudó en la última refinanciación de 2021. En la mesa de la negociación también se sentará FTI Consulting, que se va a encargar de monitorizar el estado de salud del holding, labor que antes llevó a cabo Álvarez & Marsal. 

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