Patrimonio

Los pasos que Vegueta y Triana deben seguir para ser Patrimonio de la Humanidad

La candidatura para proclamar el centro histórico de los barrios de Las Palmas de Gran Canaria de interés mundial por la Unesco debe seguir un proceso que se puede alargar años hasta conseguirlo

Vegueta y Triana tienen valores, pero ahora hay que trabajar para demostrar que se integran en una de las diez categorías que considera la Unesco dentro del valor excepcional para poder entrar en la lista indicativa”, explica la doctora en Geografía e Historia por la ULPGC Yazmina Lozano. Desde hace unos meses se creó la plataforma cívica para que el centro histórico de Vegueta y Triana en Las Palmas de Gran Canaria sea reconocido como Patrimonio Mundial por la Unesco, que ha recibido un amplio apoyo institucional como social para su proyecto. 

No es una tarea ni fácil ni rápida. Es un proceso largo en el que hay que seguir varios pasos tan solo para que la petición llegue a la Unesco. En primer lugar es necesario redactar un estudio, que en este caso se tomará el de Herrera Piqué, que ya había escrito en la primera ocasión que se intentó proclamar los barrios como Patrimonio de la Humanidad en 2007.

Con este informe se puede acceder a la lista indicativa si el Gobierno de España lo aprueba. “Esa lista se va incrementando todos los años si alguna comunidad autónoma tiene algún elemento que proponga”, explica la historiadora. En ese listado debe estar por lo menos un año hasta que se decida a elevar la propuesta. 

Durante la espera, miembros del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos) visitan el lugar para comprobar que el informe se ajusta a la realidad y hablar con los distintos integrantes de Vegueta y Triana para cerrar el informe. “El primer bien en la lista fue propuesto este año para ir a esa reunión anual y como el Icomo le había hecho una serie de indicaciones han preferido posponer esa presentación”, pone como ejemplo la doctora sobre las distintas fases del proceso que pueden alargarse.

La estructuración urbanística de las plazas se exportó a otras ciudades sudamericanas

Cuando la entidad da el visto bueno para el informe, el Gobierno eleva la petición a la Unesco. Cada año se realiza una reunión para decidir la propuesta que se va a presentar, ya que solo se puede escoger una al año. Aunque la experta defiende a favor de la candidatura palmense el gran apoyo institucional y social. 

La plataforma cuenta con apoyos de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), el Museo Canario, el Gabinete Literario, la Fundación Juan Negrín, la Escuela Luján Pérez o la Real Sociedad de Amigos del País de Gran Canaria, entre otros. Además de haber sido aprobado el pasado enero en el pleno del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, de manera unánime, respaldar la candidatura.

La doctora en Geografía e Historia Yazmina Lozano a la izquierda en una conferencia sobre los valores de Vegueta y Triana para ser Patrimonio Mundial.

La doctora en Geografía e Historia Yazmina Lozano a la izquierda en una conferencia sobre los valores de Vegueta y Triana para ser Patrimonio Mundial. / juan castro

“Es una protección y reconocimiento más de esos valores, no es el fin de un camino es el comienzo porque implica que hay una capacidad de gestión de ese espacio”, comenta sobre la importancia de preservar el patrimonio y aclara que un bien al igual que entra, puede salir de la lista de Patrimonio Mundial. 

El lugar ha cambiado por reconstrucciones como la posterior al ataque de Van der Does a la ciudad

Aunque el proceso es largo, Lozano considera que centro histórico tiene la importancia suficiente para convertirse en el próximo Patrimonio Mundial. La historia de la ciudad, frente a otras como puede ser Gáldar, Telde o Agüimes, que tienen un pasado prehispánico, se funda tras la finalización de la conquista. Si Juan Rejón no hubiera puesto el pie por primera vez en la bahía de Las Isletas, bien hubiera cambiado la historia. Fue a partir de ese momento después de la derrota a la población guanche cuando comenzó a formarse la incipiente ciudad en el núcleo fundacional de la ermita de San Antonio Abad. 

“Es la primera ciudad en el ámbito Atlántico y además las plazas se estructuran en un modelo urbanístico con los distintos poderes religioso, civil, militar, concentrado entorno a ella”, detalla Lozano, que añade que ese planeamiento urbanístico luego se exportó a otras ciudades sudamericanas. 

Tras el ataque de Van der Does se realizó una gran reconstrucción, por lo que la ciudad cambió desde sus orígenes. Además de que el lugar se adaptó a las necesidades de la sociedad constantemente cambiante, de esta forma aparecieron “las nuevas tipologías de edificios” y eso ha dado lugar a la aparición de otras construcciones de interés como el Gabinete Literario. “También esas operaciones urbanísticas supusieron modificaciones importantes como que Triana adquiriera ese aspecto rectilíneo que tiene hoy en día y que dio lugar a la desaparición de algunos edificios”, comenta. Un casco histórico que se ha transformado a lo largo de los años y que lo sigue haciendo día a día hasta su posible incorporación en la Unesco.

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Una de las fortalezas del casco histórico de Vegueta y Triana para la doctora en Geografía e Historia por la ULPGC Yazmina Lozano es su carácter cambiante. A pesar de que pueda parecer que un enclave protegido es inamovible, la experta defiende que la transformación es necesaria siempre dentro de un orden. “Es necesario hacerlo sin destrozar la esencia, pero hay que tener en cuenta que las casas tienen que estar habitadas porque si tú no ocupas una vivienda se deshace y se va muriendo”, explica. “Si eso ocurre en una casa del barrio de Tamaraceite también puede pasar en Vegueta o Triana”, añade. Muchas de las casa que vemos hoy no responden a las originales, pero nos parece que forman parte del proceso constructivo e histórico que nos permite conocer la evolución de la ciudad”, detalla.

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