Barrios Pendientes

Un plan especial a pie de Risco

Vecinos de San Nicolás y una arquitecta de Geursa dan a conocer la nueva normativa por las calles del barrio | Varios residentes mostraron sus dudas y discrepancias

Vecinos de El Risco de San Nicolás ante la ermita del barrio, antes de comenzar el paseo.

Vecinos de El Risco de San Nicolás ante la ermita del barrio, antes de comenzar el paseo. / José Carlos Guerra

Vecinos y vecinas del Risco deSan Nicolás recorrieron este sábado en compañía de una arquitecta de Geursa para poder conocer los detalles del nuevo plan especial del barrio, normativa aprobada el pasado febrero. La idea era resolver dudas sobre las hipotéticas actuaciones que se podrían realizar en un futuro, plantear prioridades y pasar una buena mañana pateando sus calles, con el broche de oro del timple de Bencomo Nuez.

El gomero o árbol del caucho de la plaza de San Nicolás probablemente es el vecino más viejo del barrio. Lleva custodiando la entrada de la ermita del mismo nombre desde finales del siglo XIX. A su vera, un grupo de vecinos acudieron este sábado para recorrer la zona con motivo de la segunda edición de Risqueando. Miembros de la asociación Amirisco y la arquitecta de Geursa Elvira Monzón se encargaron de desgranar el nuevo plan especial del barrio, aprobado el pasado mes de febrero, para dar a conocer las bondades que este trae y los inconvenientes que este podrá generar a la hora de ejecutarse.

«El antiguo PERI favoreció más el deterioro urbanístico del barrio, con unas unidades de actuación que nunca se ejecutaron a la espera de unas supuestas inmobiliarias que nunca llegaron», señaló Tana Suárez, miembro de Amirisco. En este sentido, resaltó que el propósito del nuevo plan especial -el cual ha sido consensuado en mayor o menor medida mediante reuniones y participación entre Ayuntamiento y asociaciones- es «que mantenga su carácter popular, mejorar la accesibilidad, que el barrio se dignificara y se equiparara a una ciudad que le ha estado dando la espalda».

Con un cuadro en la mano del pintor Nicolás Massieu, Suárez resaltó que «de estos barrios se escribía y se pintaba, pero no progresaban a la vez que el resto de la ciudad». Y es que la estampa de las casas de colores de Las Palmas de Gran Canaria ha sido retratada por muchos, pero al mismo tiempo han vivido cómo se les daba la espalda -prueba de ello, la muralla que supone la avenida Primero de Mayo pensada en el franquismo para tapar el barrio-.

La comitiva enfiló barrio arriba, desde donde observaron la finca donde irá un parque vinculado al Guiniguada

Monzón, una de las arquitectas que junto a Ruth Navarro y el equipo de Geursa redactó el plan, se encargó de desgranar las claves de este plan. En el marco del casco histórico del barrio, a espaldas de la ermita -fechada en el año 1697- resaltó la intención de rescatar la acequia en la calle del mismo nombre o de rehabilitar la casa de la escobera o uno de los portones que tanto proliferaron en el barrio en otro tiempo, «con la idea de crear allí dotaciones que expliquen cómo era la vida en ese tipo de sitios».

«Nunca ha había visto un plan tan participativo como este», apuntó la arquitecta. Para su confección, dentro de la iniciativa Barrios Pendientes, se ha tenido en cuenta el carácter singular del barrio y se ha querido preservar. De ahí que se hayan limitado las alturas las edificaciones a dos o tres plantas, se haya diseñado una serie de espacios libres para hacer pequeños jardines y miradores y allá donde no puedan hacer vías rodadas para los servicios esenciales han diseñado itinerarios peatonales para mejorar la accesibilidad, aprovechando callejones más o menos horizontales y eliminando de barreras arquitectónicas donde sea posible.

Gacela y Real del Castillo

Barrio arriba, la comitiva enfiló por Gacela y Real del Castillo, donde la técnico mostró las fincas donde está previsto un gran parque que estará asociado al Guiniguada -situado en fincas abandonadas entre esta última calle y el antiguo CEIP Guiniguada-. Para esta misma calle resaltó que el plan establece un límite de velocidad al ser una vía que conecta la parte alta de la ciudad con la baja. Con respecto a la calle Padre Francisco Rodríguez Pérez, vía contigua, Suárez resaltó que ganaron un proyecto a los Presupuestos Participativos de 2018 para enganchar las viviendas al alcantarillado general y este sigue sin ejecutarse cinco años después.

Ya en la cornisa del barrio, Francisco Santana fue el encargado de hacer ver una de las tradiciones del barrio: la colombofilia. Dos jóvenes soltaron varias palomas. En este punto varios vecinos recordaron que llevan desde 2017 sin servicio de guaguas en la calle Sierra Nevada al estar paralizadas las obras del mirador Punta de Diamante -a la espera de la respuesta de Defensa- y, además, otros mostraron su disconformidad con las expropiaciones que habrá en la zona alta del barrio.

La asociación Amirisco colocó una placa en el jardín de la calle Nogal en homenaje a los vecinos fallecidos

El plan especial del Risco contabiliza casi un millar de viviendas a demoler en todo el barrio. Buena parte son simples ruinas o infraviviendas irregulares, pero no es el caso de todas las construcciones. Hay vecinos que mostraron su disconformidad en este sentido, especialmente aquellos que viven en la parte más alta de la ladera. La normativa prevé eliminar las construcciones de la zona, algo que lleva replicándose en todos los planeamientos urbanísticos de la ciudad desde los 90 con vistas a regenerar el entorno y y que no ha habido intención de ejecutarse. En este caso, los técnicos han logrado que unas 40 viviendas de las calles Nilo y Plataforma Segunda se salven y sean reconocidas con respecto a planes anteriores.

Aquellos que se vean afectados por cualquiera de los derribos serán reubicados dentro del barrio, con viviendas de una tipología similar a la que tenían. Para dicha reposición, Urbanismo ha reservado posibles bolsas de suelo. Las notas del timplista Bencomo Nuez culminaron la jornada en el jardín de la calle Nogal, donde la asociación colocó una placa en homenaje a los vecinos fallecidos en pandemia, con especial dedicación a Antonio Santana. Este vecino regaba este espacio, fruto de la décima edición de la iniciativa Arquitecturas Colectivas.

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