No, un restaurante de Las Palmas de Gran Canaria no está poniendo falsa cocaína encima de las hamburguesas

Una vez más, un nuevo establecimiento inspirado en un infame criminal ha generado controversia. Si anteriormente fue el restaurante italiano de la hija del mafioso Toto Riina en París, ahora es un local en Melbourne, Australia, el que ha desatado una polémica. Se trata de Pablo's Escoburgers, un negocio que toma su nombre del famoso narcotraficante colombiano Pablo Escobar y sirve hamburguesas en platos decorados con falsas rayas de cocaína y billetes enrollados. Da la casualidad que hay un restaurante con un nombre similar en Las Palmas de Gran Canaria, en la zona del Puerto, pero no se trata de ese templo gastronómico, a pesar de que muchos usuarios lo hayan manifestado en las redes sociales.

El establecimiento ha recibido críticas por su elección de temática, ya que algunos usuarios consideran inapropiado asociar las drogas con un personaje responsable de la muerte de miles de personas. Esto ha generado un acalorado debate entre colombianos y australianos, a favor y en contra de este proyecto.

En respuesta a las críticas, los propietarios de Pablo's Escoburgers han expresado que están orgullosos de sus hamburguesas, pero también entienden que Pablo Escobar fue un hombre despreciable que arruinó la vida de miles de colombianos. Aunque niegan idolatrar o promover las acciones del narcotraficante, argumentan que su nombre es un juego de palabras y que muchas personas de origen colombiano disfrutan de sus hamburguesas.

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No obstante, la controversia persiste, ya que hay quienes consideran que el uso de la figura de Pablo Escobar para un negocio de este tipo trivializa los crímenes y el sufrimiento causado por el narcotráfico. Además, se ha recordado que Escobar estuvo involucrado en el asesinato de 3.500 personas durante su liderazgo en el Cartel de Medellín durante 17 años. Su muerte tuvo lugar en 1993, cuando fue abatido por la policía tras escapar de la prisión de La Catedral en Colombia.

La polémica en torno a Pablo's Escoburgers refleja la delicada línea entre la libertad creativa y el respeto por las víctimas de la violencia relacionada con el narcotráfico. Mientras algunos argumentan que es solo una forma de entretenimiento inofensivo, otros cuestionan la ética detrás de la temática y el impacto que puede tener en las comunidades afectadas por el crimen organizado. La discusión continúa en las redes sociales y en diferentes grupos de opinión, planteando interrogantes sobre los límites de la libertad empresarial y el respeto hacia la memoria de las víctimas.