Entrevista | Josué Quevedo Director artístico del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria

Quevedo: «Mi apuesta es recuperar el Carnaval en la calle»

Josué Quevedo (1985) ha sido ‘todo’ en el Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria antes de convertirse en su director artístico. Murgero de niño y adulto, ha ganado una decena de primeros premios por el vestuario de murgas en Gran Canaria y Tenerife y, con un diseño suyo, Ana Suárez se coronó Reina del Carnaval de la ciudad en 2018. «No tengo miedo», dice.

Josué Quevedo

Josué Quevedo / José Pérez Curbelo

Miguel Ayala

Miguel Ayala

¿Miedo?

Ninguno. Respeto siempre lo hay porque al Carnaval como fiesta hay que tenerle respeto pero miedo ninguno.

Llega al Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria en un momento complejo con cambio de ubicación, quejas de los grupos, vecinos amenazando, drags rebotadas y una última edición que se ganó algunas críticas. Incluso una murga, previsible ganadora, se autodesclasificó para protestar por la deriva del certamen y parte de las fiestas. ¿Por dónde va a empezar?

Primeramente, asumiendo los errores que se haya podido cometer. Yo, lógicamente, llego nuevo y no tengo nada que ver con eso, pero me incorporo al Carnaval de la ciudad y es para la ciudad para quien deseo sumar. Así que respetaré y atenderé esas críticas que, en algunos casos, yo también comparto. Creo que realmente estamos en una situación complicada, pero también sé que la fiesta es más grande que todo eso. Confío mucho en el trabajo que vamos a hacer, en la ilusión que le vamos a poner y, sobre todo, haciendo equipo: no puede ser el organismo público por un lado, los grupos por otro, los diseñadores por otro, la dirección artística por otro... Debemos unirnos y entendernos porque es la única manera de tener fuerza; hará falta esfuerzo para avanzar y asegurar un futuro a esta fiesta como se merece. Creo que hay que devolver la ilusión porque hoy está muerta.

El tema de la noche es sin duda el gran problema del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria: está muerta. El ocio nocturno ha desaparecido y ya solo acuden adolescentes al entorno de la fiesta. Las denuncias vecinales han herido de muerte a lo largo de los últimos 20 años, pero tampoco ha habido alternativas sino parcheos de unos y otros durante dos décadas para aguantar hasta el Entierro de la Sardina.

Ese es mi gran cometido, o así me lo planteo yo: para mí el Carnaval sin calle es como ir a un musical. Es algo espectacular de dos horas, pero cuando acaba y sales, vuelve el frío. Yo no entiendo el Carnaval así. El Carnaval se tiene que sentir en la calle; se tiene que vivir en la calle; tiene que nacer en las esquinas de los barrios. Hay que volver a esos pasacalles en los barrios, a cantar en cualquier esquina. Y no solo hay que volver al ocio nocturno sino al ocio de día también. Carnaval de día, por ejemplo. Propuestas para el día donde puede haber un niño de siete años o una señora de noventa. El Carnaval no tiene edad y, como no tiene edad, yo no lo entiendo de otra forma que no sea incluyendo a todos los públicos. Esa va a ser mi gran apuesta junto a la concejala Inma Media: recuperar el Carnaval en la calle, de noche y de día; que vuelva a ilusionar.

¿Se le ponen los dientes largos cuando ve a 150.000 personas en la calle en el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife?

No, porque también lo disfruto. Soy muy carnavalero y de todos los carnavales, además. Y lo digo sin complejos. Aquí lo recuperaremos entre todos porque, además, hay ganas de eso. No solo está el papel de la concejala, sino el apoyo de mi alcaldesa, Carolina Darias, que lo tiene muy claro. Me gusta ella, Carolina, y con Inma y el resto de su equipo verá que no vamos a tener que mirar a ningún otro lado.

Viene de hacer el Carnaval de San Bartolomé de Tirajana donde, con menos medios, apostó por cuidar todos los detalles; los jurados casi eran igual de importantes que los artistas. ¿Le ha venido bien para calentar con vistas a las dimensiones de lo que ahora asume?

San Bartolomé de Tirajana ha sido muy importante para mí; no soy el primer director artístico que comienza allí. Creo que dirigir aquello me ha venido bien para entender a la gente; he aprendido a escuchar con detenimiento. He descubierto que soy más comunicativo de lo que pensaba; el palique sobre este tema me encanta. Opino que, cuando estás ejerciendo como director de un acto, no puedes dirigirlo según tus gustos, sino para quienes son el público principal y quien le presta interés. Esto es una fiesta para el pueblo, yo no voy a hacer el Carnaval que a mí me gusta, sino el que a los ciudadanos les gusta; un Carnaval pegado a la realidad. Salvando las distancias, lo que he hecho en Maspalomas trataré de seguir haciéndolo en Las Palmas de Gran Canaria. Estaré abierto a propuestas e incluso a contar con gente que a mí no me gusta. Las cosas no se pueden hacer según el criterio de unos pocos; no se puede hacer desde una visión personal o cinco opinadores. Habrá que tragar con cosas que no nos gustan pero son tendencia entre la juventud, aunque siempre habrá espacio para la tradición y el petardeo

¿Tiene tradición carnavalera en casa?

Claro que sí. Mi madre fue fundadora de la comparsa los Caribe y mi tío fue vicepresidente del Patronato del Carnaval junto a Manolo García; mi tío es Rafael Reyes. Viví mi maravillosa infancia en la murga Los Chancletas y, a partir de ahí, me fui a la adulta. Después empecé a diseñar ya a Despistadas, Serenquenquenes, Melindrosas, Crazy Trotas, Twitty’s y de la isla de enfrente, Mamelucos, Mamelones, Bambones... y un montón más. La verdad es que estoy muy orgulloso de donde vengo.

¿Va apostar por un Carnaval para la televisión?

Voy a apostar por un Carnaval de sentimiento, un Carnaval que traspase la línea de la televisión, pero que también llegue a la gente que acude a las galas. No entiendo el Carnaval sin ritmo y armonía, también con espectáculo. Esa es mi visión y respeto lo que se haya hecho antes pero yo quiero estar cerca de la calle.

Oiga, ¿y el humor? ¿Nos hemos olvidado de que el Carnaval es sobre todo humor?

Claro que hay que recuperar el humor. Y la crítica, que el Carnaval es crítica también.

Bueno, no creo que le guste mucho a su alcaldesa y a su concejala lo de animar a la crítica.

Carolina Darias, a quien aún conozco poco, tiene experiencia suficiente para aceptar y asumir las críticas, si no se sobrepasan las barreras del respeto, claro; e Inma Medina ya ha demostrado muchas veces que tiene cintura para esos temas. Pueden tener razón o no, lo importante es el diálogo y, en ese sentido, creo que las dos son muy dialogantes.

¿Qué va a suceder con el concurso de Reina del Carnaval? No es fácil convencer a los empresarios para que presenten candidatas. Usted tiene una Reina y sabe bien de qué va el tema.

A eso le vamos a poner bastante empeño. Como yo fui diseñador de reinas se que debemos hacer una revisión muy profunda, sobre todo darle un sentido carnavalero. Creo que las empresas para mi gusto no es que esten agotadas sino que venimos de dos crisis. Vamos a intentar motivar a las empresas de alguna manera para que vuelvan a la gala de la Reina del Carnaval de su ciudad.

 ¿Y la gala en sí?

Sobre la gala creo que sí debemos nodernizarnos y que ha venido bien pero tiene que tener, sobre todo, Carnaval. Mucho ritmo, mucho color. La gala de la Reina no deja de ser un desfile de espectaculares trajes pero si no le metemos ritmo, muere por competo. Lo importante son las Reinas y el resto de la gala debe ser muy muy carnavalero; eso voy a internar.

Algunas murgas están descontentas. ¿Qué piensa hacer? 

«Las murgas están descontentas pero también es verdad que nunca llueve a gusto de todos; tengo una relación buena con los grupos y en especial con las murgas. Realmente intentaré, si la concelaja Inmaculada Medina me lo pide, alcanzar el mejor acuerdo para todos. Estoy de acuerdo con sus quejas en algunos casos pero además, al concurso tenemos que darle entre todos una vuelta para que esté en lo más grande. 

¿Cree que van a entenderse?

Yo fui murguero de niño y de mayor; tengo muy buena relación y creo que sí. Si la concejala me pide opinión lo haré con igual sinceridad que lo hago todo, con la misma que les he diseñado a las murgas sus vestuarios todos estos año. Hay que escuchar; no tengo la verdad absoluta y también hay que hacerles ver que ni ellos tienen toda la razón ni el organismo público toda la culpa. Para enriquecer la fiesta hay que hacer equipo, valorar de unos y otros lo positivo y beneficiarnos todos.

¿Sin comparsas no hay Carnaval?

Sin duda. Eso sí lo hemos hablado la concejala Inma Medina y yo; hay una estrategia que ya desvelará ella para recuperar ese espíritu de las comparsas de antaño. Puede que este año no salga del todo porque no tenemos mucho tiempo pero para el Carnaval de 2025 sí lo tendremos al cien por cien. 

¿Hay relevo generacional en murgas y comparsas?

Ese es otro apartado en el que se debería trabajar más y recuperar, además, acciones en las escuelas, como sucedía con los talleres de letras de comparsas y murgas en los colegios, que se hagan sus disfraces y celebren su propio concursos en el centro. Eso existía y se ha perdido; ahora es necesario revisar lo bueno del pasado. Veo el Carnaval como una herramienta de modernización, veo el Carnaval como transgresión pero también lo veo como un elemento cultural, una tradición; de esas cosas creo que nos hemos olvidado. Hay que trabajar para que lo que está siga fluyendo mientras trabajamos para incluir lo que no está; recuperar lo nuestro.

Los concursos en el parque se llenaban de niños.

Es un tradición que también veremos cómo la abordamos para ver qué hacemos.

El año pasado en la preselección del concurso drag de Las Palmas de Gran Canaria no hubo ni 25 participantes cuando se llegó a tener hasta 45 aspirantes. ¿Se ha agotado?

Hay que escuchar para en tender de dónde viene ese bajón, ese desinterés. Otra cosa que es verdad es que los drags están viviendo un relevo generacional pero lo que viene es también muy prometedor y alcanzará un nivel altísimo. Necesitan rodaje y bagaje. Sí es cierto es que tengo muchos amigos drags que me han dicho que quizá no se han sentido tratados como se debería, pero quiero pensar que no ha sido así. Yo he sido concursante de Reinas del Carnaval y se me trató correctamente.Hay que intentar que se sientan bien.

Los drags han exigido un aumento económico de los premios.

Bueno, hay que mirarlo todo. Es lo que le digo de sentarse a escuchar pero a los drags ya se les paga un dinero y sin embargo a las reinas no. Ni a los diseñadores... Hay que tratar de muchos temas con ellos.

¿Por qué ya no participan o acuden personas mayores al Carnaval?

No le puedo decir ahora, porque acabo de llegar pero es nuestra intención tener muy en cuenta a las personas residentes en los centros de mayores, incluso de ir los a buscarlos en guaguas a las residencias y centros de mayores para que acudan como público o participen en talleres y actividades dirigidas a ellos. ¿Cuándo se decidió que el Carnaval tiene edad? Además, a esas generaciones se lo debemos todo

La gala de la Gran Dama funciona siempre muy bien desde que está Inmaculada Medina.

Pues además de la gala hay un programa extenso y ganas de todas las partes para que esa franja de nuestra sociedad vuelva a disfrutar del Carnaval de su ciudad.

Suscríbete para seguir leyendo