Nueva misión para el Tornado

«La costa occidental de África tiene una gran importancia para España. Se os despliega allí porque la seguridad marítima no está garantizada. De hecho, en el golfo de Guinea siguen presentes los principales riesgos y amenazas como la piratería, la pesca ilegal, el tráfico ilícito de personas y de sustancias estupefacientes y de armas. Estas amenazas afectan a España , y también a las Islas canarias». Con este mensaje, el almirante y comandante del Mando Naval de Canarias José Lago Ochoa, recordó este martes a la tripulación del Buque de Acción Marítima (BAM) Tornado la importancia de su nueva misión en la región. El buque zarpó ayer del Arsenal de Las Palmas de Gran Canaria rumbo al golfo de Guinea, una de las zonas más inestables del continente africano en estos momentos. 

El BAM estará tres meses y medio fuera de Las Palmas de Gran Canaria, donde tiene su base, realizando labores de vigilancia y apoyo a los barcos de pesca y de transporte de materias primas españoles, pero también realizando adiestramiento militar con las fuerzas de los países ribereños en los que hará escala: Cabo Verde, Benin, Costa de Marfil, Togo, Nigeria, Ghana, Angola, Senegal y Mauritania. También participará en actividades con otras fuerzas armadas de la Unión Europea desplegadas en la zona conocidas como Presencias Marítimas Coordinadas, cuyo objetivo principal es lograr la estabilidad de la región dado los intereses de Europa en África occidental puesto que son ricos en minerales y materias primas para la industria y el desarrollo.

La presencia del buque en el Golfo de Guinea servirá también para reforzar la diplomacia y los intereses españoles en el área.

El capitán de corbeta y comandante del BAM Tornado David Castillo, que ya ha participado en otras operaciones similares como la de Atalanta contra la piratería en Somalia y la de Sophia contra la mafia de personas en el Mediterráneo señaló que la tripulación está preparada para su misión. «Hemos pasado una serie de certificaciones dentro de la Armada y estamos listos para comenzar», dijo, sin olvidar los riesgos que tiene la zona. «Es un escenario con riesgos inherentes, una zona inestable, pero estamos preparados para afrontar la misión que tenemos encomendada», añadió.

Adiós de familiares

La tripulación, compuesta habitualmente por 42 marinos entre oficiales, suboficiales, cabos y marinos; entre los que hay 7 mujeres, recibió el abrazo y el cariño de familiares y amigos antes de poner rumbo a su destino. En esta misión, la tripulación contará con el apoyo de otras unidades siendo un total de 73 personas a bordo. 

La tripulación, compuesta por 42 miembros; entre ellos siete mujeres, contará con otras unidades de apoyo de la Armada por lo que serán un total de 73 personas a bordo

Entre los familiares, se encontraba Esther Medina, que despedía a su hijo Roberto Carlos, un marino de 25 años. «Ya ha salido en otras misiones y estoy un poco acostumbrada, aunque ahora la navegación es un poco más larga que en otras ocasiones. Me despido con pena porque son tres meses que van a estar allí y no sabe una lo que puede ocurrir en este tiempo, pero para ellos son experiencias que les sirven para madurar y para convertirse en profesionales», puntualizó la mujer, orgullosa de su hijo y en cierto modo contenta porque será la última misión para el joven en alta mar ya que a la vuelta estará destinado en tierra.

El comandante del Mando Naval de Canarias José Lago Ochoa, que estuvo acompañado por el responsable del Comarcan, Juan Miguel Evangelista, y otras autoridades militares, también tuvo palabras de aliento para los familiares. «La Armada estará pendiente de vosotros y os dará apoyo a través del Mando Naval de Canarias para atender cualquier necesidad».

La última misión del Tornado en la región fue en 2020, poco después de la pandemia de la covid.

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