La mitad de las algas y la arena en Las Canteras tienen restos de crema solar

La ULPGC estudia la presencia de químicos y sus efectos en la biodiversidad de la bahía de El Confital

Los trazos hallados de sustancias contaminantes han sido «en muy baja cantidad»

La mitad de las muestras de algas y arena recogidas por investigadores de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) en la playa de Las Canteras contienen restos de crema solar. Este es uno de los principales hallazgos del proyecto de investigación que está desarrollando el Instituto Universitario de Estudios Ambientales y Recursos Naturales (i-UNAT) de la facultad de Ciencias del Mar. El objetivo será detectar el nivel de concentración de estas particulas, su probable transmisión a la cadena trófica y poder así evitar en un futuro posibles efectos contaminantes en la biodiversidad marina.

El equipo de investigación, formado por Fernando Esquíroz Martel, Sarah Montesdeoca Esponda, Miriam Torres Padrón, Zoraida Sosa Ferrera y José Juan Santana Rodríguez, ha monitorizado ocho puntos repartidos por la bahía de El Confital -dos en el arenal homónimo y el resto en Las Canteras- en dos periodos diferentes: abril de 2020, en plena cuarentena, y julio de 2021.

En un análisis preliminar, la investigación ha arrojado la presencia de partículas de una serie de químicos en el 57,14% de las muestras de algas recogidas en la playa, el 42,25% de la arena y el 4,16% del agua. No obstante, los investigadores recalcan que se trata de concentraciones «en muy baja cantidad» y que por el momento no han visto qué consecuencias tienen estos elementos en la biodiversidad.

Se trata de un proyecto de colaboración entre la Fundación Canaria Parque CientíficoTecnológico (FCPCT) de la ULPGC y el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria con el objetivo de desarrollar acciones y estudios en la bahía de El Confital. El proyecto ha tenido en cuenta las dos playas que conforman este enclave del litoral capitalino, zonas de máxima afluencia de público y con una gran variedad de espacios orográficos -con zonas de mayor o menor oleaje, por ejemplo- que permiten mayor variedad en las muestras.

En un estudio previo, de 2018, detectaron la mayor frecuencia de químicos en las algas pardas

En estos análisis preliminares, el grupo de investigación ha buscado en las muestras recogidas un total de 12 filtros y estabilizadores ultravioletas (UV) presentes en productos para proteger la piel de la radiación solar. Según los expertos, se trata de un grupo de compuestos calificados de contaminantes emergentes que pueden causar efectos negativos de tipo mutagénico, además de ser persistentes y acumulables en organismos marinos.

La idea es monitorizar las muestras en el tiempo. En este primera fase, se han tomado en dos fechas con condiciones ambientales claramente diferenciadas. Las primeras se recogieron en abril de 2020, en plena cuarentena por la Covid-19, por lo que los bañistas llevaban sin acercarse a las playas un mes. Las segundas fueron en julio del año siguiente, en mitad del primer verano prácticamente sin restricciones pandémicas.

Efectos de la cuarentena

Estas circunstancias se evidencian en los resultados de esta fase inicial. A pesar de la ausencia de bañistas en las playas durante un mes en el caso del primer muestreo, en ambas fechas se encontraron restos químicos contaminantes tanto en las muestras de agua, como en las de arena y de algas. No obstante, las concentraciones fueron muy inferiores a las halladas un año después, ya sin restricciones por la Covid-19.

CRESegún el grupo de investigación, la idea es seguir monitorizando la bahía y tomar también muestras en otras especies marinas pertenecientes a la cadena trófica para comprobar si existe una transmisión de estos elementos químicos. A largo plazo el objetivo será conocer los efectos de estas sustancias y cómo evitar que se produzcan.

El i-UNAT -organismo dependiente de la ULPGC- ya presentó en 2021 un estudio previo sobre el papel de los protectores solares en la contaminación de los océanos. En aquella ocasión, analizaron doce tipos de algas de marzo a junio de 2018. Las mayores concentraciones de filtros UV se detectaron en el alga Asparagopsis taxiformis, aunque se detectaron con mayor frecuencia en el tiempo en las algas pardas. Las cantidades detectadas aumentaban a medida que se acercaba el verano, al estar las fechas aparejadas a un aumento en la afluencia de bañistas.

¿Qué son los contaminantes emergentes?

Los residuos químicos derivados por filtros y estabilizadores ultravioletas forman parte de los denominados contaminantes emergentes. Se trata de una gran variedad de sustancias químicas que no están incluidas en ningún tipo de legislación medioambiental, por lo que no están monitorizados. Estos incluyen desde fármacos, a productos de cuidado personal (PCP) -de higiene y cosmética, entre los que se encuentran las cremas solares-, hormonas, retardantes de llamas y tensioactivos. Según expertos de la ULPGC, este tipo de contaminantes, aunque son inocuos para el uso tópico, pueden ser «muy dañinos para los organismos marinos que los ingieran, causando, sobre todo, disrupción endocrina y trastornos reproductivos». Como alternativa, plantean ir hacia el desarrollo de nuevos protectores solares más naturales y biodegradables que no sean dañinos con la biodiversidad marina. Además, con estudios como el que están realizando en la bahía de El Confital, buscan que «las administraciones estudien la inclusión de estos contaminantes en normativas». | A. V.

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