La patineta pública compartirá 35 kilómetros de carriles con los coches

Las Palmas de Gran Canaria pone en marcha esta semana el nuevo servicio público de alquiler de patinetas, Sítyneta, una red que arranca con 96 unidades y 13 estaciones repartidas, sobre todo, por la parte alta de la ciudad. El sistema, con el que el Ayuntamiento quiere facilitar la movilidad sostenible en zonas históricamente dominadas por el vehículo privado, nacerá compartiendo 35 kilómetros de ciclocarriles de velocidad limitada con coches y otros vehículos a motor, a la espera del despliegue de la red de carriles bici más allá de la ciudad baja. De momento, las áreas municipales de Movilidad y Seguridad han puesto en marcha una campaña de concienciación para mejorar la convivencia entre los distintos medios de transporte. 

Las Palmas de Gran Canaria tendrá más de 35 kilómetros de red de ciclocarriles

Los 87 vehículos con los que arranca la Sítyneta –el despliegue final contempla un total de 320 unidades– tendrán sus bases repartidas entre distritos como Tamaraceite o Ciudad Alta -en el estadio de Gran Canaria, el intercambiador de Tamaraceite o Flick Canarias, por ejemplo- y emplazamientos clave para conectar con la parte baja, como el hotel Santa Catalina o paseo de Chil a la altura del Ministerio de Defensa. El uso de estaciones para recoger y depositar los vehículos, sin que queden aparcados ocupando el espacio del peatón en las aceras, es una de las características que diferencia este sistema del implantado en otras ciudades.

La Sítyneta tendrá que convivir con el resto de vehículos en buena parte de la urbe. Aunque Las Palmas de Gran Canaria ha ampliado la red de carriles bici en la última década y cuenta ya con más de 30 kilómetros de vías segregadas, el despliegue en la ciudad alta está pendiente desde hace más de dos años. El Ayuntamiento presentó en 2021 un proyecto para sumar 37 kilómetros cuya puesta en marcha no ha pasado, de momento, del barranquillo Don Zoilo y la conexión de La Minilla a Mesa y López. 

Las patinetas «no son juguetes»

A comienzos de este año, y ante la demora en la ampliación de la red ciclista, el consistorio acabó decantándose por la habilitación temporal de una red de ciclocarriles -una opción similar a la escogida por ciudades como Madrid, en la que conviven todo tipo de vehículos- en 45 barrios de la ciudad, desde la calle Tomás Morales en Arenales hasta Tamaraceite. El modelo consiste en limitar a 30 kilómetros por hora la velocidad, a través de señales pintadas en el pavimento, en los carriles situados a la derecha, y dar preferencia a bicicletas y vehículos de movilidad personal. Las calles escogidas coinciden con las designadas en el Plan Director de la Bici para los futuros carriles bici. 

La proliferación de las patinetas en los últimos años y la inminente activación de la Sityneta anticipan problemas de convivencia en la circulación en la ciudad con otros vehículos y con los peatones. La pasada semana, el consistorio anunció la puesta en marcha de una campaña de concienciación y recordó las sanciones que puede acarrear su mal uso. «Los VMP no son juguetes», recordó el edil de Seguridad, Josué Íñiguez, durante la presentación del folleto informativo elaborado por técnicos de las dos áreas municipales implicadas. «Un nuevo protagonista en la movilidad de la capital requiere del cumplimiento de normas para garantizar la convivencia: el objetivo de esta campaña es difundir esas directrices», agregó el concejal de Movilidad, José Eduardo Ramírez.

El documento recuerda que la circulación está limitada a ciclocarriles, zonas 30, carriles bici y aceras bici, pero nunca por zonas peatonales excepto en calles así señalizadas, como Galicia, y siempre por debajo de 25 kilómetros por hora. El uso del casco solo es obligatorio para menores de 18 años, aunque está recomendado para todos los conductores. De hecho, las patinetas públicas incorporan uno plegable para los usuarios.

Suscríbete para seguir leyendo