Acrobacias en el cielo y la arena de Las Canteras

Miles de asistentes disfrutan de la muestra de habilidad de los pilotos y paracaidistas del Ejército del Aire en su primera visita a Las Palmas de Gran Canaria en una década

Cientos de personas presencian las acrobacias de la Patrulla Águila en Las Canteras

José Carlos Guerra

Miles de personas se agolparon durante el mediodía de este domingo a lo largo del paseo de Las Canteras, en Las Palmas de Gran Canaria, para disfrutar de las acrobacias de la Patrulla Águila y la de Paracaidismo, conocida como Papea, del Ejército del Aire y del Espacio, que acudieron a la isla con motivo de la celebración del 110 aniversario de la aviación en Canarias

El espectáculo lo abrió la Patrulla Acrobática de Paracaidismo, con sede en Alcantarilla (Murcia), que saltaron de un avión T-12B, del ala 37, procedente de Valladolid. A 2.000 metros de altura se lanzaron cuatro miembros de la patrulla, tres abrieron el paracaídas nada más salir del avión, mientras el cuarto mantenía la caída libre a una velocidad de casi 200 Kilómetros por hora hasta que a los 1.000 metros de altitud abrió su paraguas y tomó tierra a la misma altura del hotel Reina Isabel suave como una pluma pese a la velocidad con la que llegaba. Se trataba del sargento Vidal.

A pie de tierra, el capitán Oumar Cheikh Larrocha, segundo jefe de la Patrulla Acrobática de Paracaidismo, narraba a los asistentes las peripecias de sus compañeros, así como algunas de las curiosidades para poder realizar este tipo de ejercicios, que llamaron la atención no solo entre el público adulto, sino también entre los niños y jóvenes. Oumar, nacido en Gran Canaria, comentó que el paracaídas con el que había descendido el sargento Vidal es conocido como 'el rápido'. Y entre sus peculiaridades destacó que permite al aviador "una mayor agilidad para moverse rápidamente durante la caída libre" y una apertura más suave lo que minimiza las lesiones de cuello en la desaceleración que se produce al caer a tanta velocidad. "Otra ventaja que presenta es que se pliega en diez minutos, lo que permite recogerlo fácilmente y volver a saltar", dijo.

Un paracaidista aterriza en la playa de Las Canteras durante la exhibición.

Un paracaidista aterriza en la playa de Las Canteras durante la exhibición. / JOSÉ CARLOS GUERRA MANSITO

Los ejercicios de la Patrulla Acrobática de Paracaidismo, creada en 1978 en la Escuela Militar de Paracaidismo Méndez Parada de Alcantarilla (Murcia), provocaron las primeras exclamaciones de los asistentes, muchos de los cuales disfrutaban también de un día de baño y de ocio en la playa.

El Ejército del Aire había acotado el tramo de arena frente al hotel Reina Isabel, desde donde las autoridades militares y civiles siguieron el acto. Todo el público que acudió a este punto del paseo de Las Canteras tuvo la oportunidad de ver descender a los paracaidistas, ya que allí se había instalado el punto de aterrizaje.

En la exhibición, también colaboró una patrullera de la Armada y miembros de la Guardia Civil de buceo y salvamento en balsas que, desde el agua, estaban preparados para atender cualquier emergencia que se produjera durante el espectáculo. Además de un equipo de controladores de combate que desde tierra atendían los lanzamientos de los paracaidistas.

En la actualidad, la Patrulla Acrobática de Paracaidismo está compuesta por 17 hombres y 1 mujer

Tras el sargento Vidal, descendieron el resto de sus compañeros portando la bandera con el emblema del Ejército del Aire y la bandera de Canarias. El soldado Iván García Estrada, de origen canario, fue a quien le correspondió tal honor, tras más de 2.000 saltos acumulados en su haber. Cada miembro de la patrulla efectúa una media de 500 saltos anuales.

En la actualidad, la Papea está conformada por 17 hombres y una mujer, María del Carmen Hurtado, que precisamente fue la encargada de portar la enseña nacional el pasado 12 de octubre, Día de la Fiesta Nacional, que se celebró en Madrid. Desde su creación, a finales de los años 70 del pasado siglo, por la patrulla han pasado 90 personas.

En esta ocasión, también desplegaron la bandera de España, aunque lo hicieron dos paracaidistas -el sargento primero Matanza y el cabo primero Martínez-, que realizaron una de las maniobras más llamativas conocida como ‘Espejo con Bandera de España’, en el que los soldados, tras lanzarse, se engancharon para, posteriormente, abrir sus paracaídas y descender a 70 kilómetros por hora en paralelo. A pocos metros del suelo, ambos se desengancharon y Martínez abrió una enorme bandera de nada menos que 70 metros cuadrados y 15 kilos de peso, que necesitó de cuatro personas para recogerla en la arena.

Aviones españoles

Posteriormente, fue el turno de la Patrulla Acrobática Águila, que después de diez años de ausencia, volvió a surcar el aire grancanario. La última vez que lo hizo fue con motivo del centenario de la aviación en Canarias.

Desde tierra, el capitán Luis Verjano narró a los presentes las acrobacias que realizaron los seis pilotos de la patrulla Águila que habían despegado desde la Base Aérea de Gando con sus aviones 601 hacia Las Canteras, aunque su sede habitual es la Academia General del Aire de San Javier (Murcia). Su llegada en formación cogió a todos los asistentes por sorpresa al aparecer la patrulla por detrás del Reina Isabel, mientras todo el mundo miraba al horizonte.

Los pilotos, que contaron con un equipo de enlace de radio en la arena de la playa, surcaron el cielo en todas direcciones y sus piruetas se vieron con nitidez gracias al espléndido día de playa que hizo en Las Canteras y que permitía ver hasta el volcán del Teide.

Ejercicio de la Patrulla Águila en Las Canteras con motivo del 110 aniversario de la aviación en Canarias.

Ejercicio de la Patrulla Águila en Las Canteras con motivo del 110 aniversario de la aviación en Canarias. / JOSÉ CARLOS GUERRA MANSITO

El capitán Luis Verjano indicó que los miembros de la patrulla son voluntarios, aunque con una formación muy especializada, ya que han de contar tanto con formación militar como específica en Ingeniería en Organización Industrial o en Aeronáutica. A partir del tercer año de estudios comienzan a realizar prácticas en una de las tres escuelas de especialización que tiene el Ejército del Aire y del Espacio en caza y ataque, transporte y helicóptero. También cuentan con una gran experiencia antes de participar en la patrulla, ya que sus miembros han estado previamente en un escuadrón de caza al menos diez años.

Para ser piloto de la Patrulla Águila se exige una experiencia de al menos diez años en un escuadrón de caza

Entre los ejercicios que realizaron en el aire, figuraron el de cruzarse, el dar volteretas sobre sí mismos, el de pilotar boca abajo y hasta el de caer en caída libre. También realizaron una figura de espejo; invirtiéndose dos aviones; el conocido sacacorchos en el que desplegaron sus habilidades giratorias y de cruce y dibujaron un enorme corazón con su estela en agradecimiento al público canario. En su última exhibición también desplegaron la bandera nacional a través de sus tubos de escape.

El inconveniente del acto fue que la música que tenían de fondo se acopló de tal manera que apenas se oían las explicaciones del capitán Luis Verjano, ni el rugir de los motores de los aviones, de fabricación española. Algún asistente llegó incluso a pensar que se trataba de un boicot al Ejército del Aire.

Asistentes a la exhibición de la patrulla Águila y de Paracaidismo del Ejército del Aire en Las Canteras.

Asistentes a la exhibición de la patrulla Águila y de Paracaidismo del Ejército del Aire en Las Canteras. / JOSÉ CARLOS GUERRA MANSITO

Entre el público asistente se encontraba Gregorio Diez Medina, un leonés de 72 años que había sido paracaidista y que disfrutó con la exhibición de sus compañeros. "El material es menos pesado y más resistente que el que había hace treinta o cuarenta años, pero, por lo demás, todo es lo mismo", dijo el hombre, que estuvo destinado en el antiguo cuartel de Paracaidismo existente en el hoy parque de Las Rehoyas y que participó en la salida de España del Sáhara en el año 1975. "Entonces nos lanzaban una cuerda desde un helicóptero y descendíamos porque había mucho francotirador", recordaba el jubilado, con dos hijos; uno en la Policía Nacional y otro en la Guardia Civil.

También disfrutaron del espectáculo los hermanos Alejandro y Daniel, de 13 y 9 años, respectivamente, aunque lo vieron desde la plaza Saulo Torón por lo que no vieron aterrizar a los paracaidistas. Se llevaban un póster de la patrulla Águila que habían recogido en uno de los stands que el Ejército del Aire había desplegado en la zona del balneario, donde mucha gente hacía cola antes y después del acto. Acompañados de sus padres, Jonay y Carolina, era la primera vez que veían a las patrullas en acción. "Ha sido una oportunidad para verlos porque la otra vez que vinieron no pudimos verlos y, aunque él sí -se refería a Alejandro- era demasiado pequeño y no se acuerda", comentó el padre.

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