¿Qué hace un crucero de exploración polar en Las Palmas?

El Puerto de Las Palmas está de enhorabuena. Su actividad de cruceros no solo recupera esta temporada las cifras anteriores a la pandemia, sino que incorpora a su oferta nuevos clientes y, sobre todo, con un perfil diferente al turista convencional.

La compañía noruega Hurtigruten, que está especializada en los viajes de exploración entre el Polo Norte y el Polo Sur, ha elegido la capital grancanaria como puerto base para realizar varios cruceros hasta marzo entre Gran Canaria, Cabo Verde y la costa occidental africana, con visitas a países como Senegal, Gambia y Guinea Bisàu.

En total son 16 noches a bordo del Spitsbergen, un pequeño y coqueto buque de expedición que está preparado para navegar por el hielo y llegar hasta los lugares más remotos. La novedad este año es que la compañía ha incluido África para hacer sus rutas.

Senegal a la vista

El Spitsbergen, tras llegar desde Portugal, permanecerá atracado en el muelle Santa Catalina hasta el viernes, día en el que zarpará hacia Senegal con 120 exploradores a bordo, ávidos de recorrer las playas o los ríos africanos con las lanchas adosadas al barco.

Esa experiencia directa y exclusiva con la naturaleza del lugar es uno de los reclamos principales de este crucero de lujo, que está integrado principalmente por pasajeros estadounidenses y canadienses, con un poder adquisitivo medio tirando a alto.

Los pasillos del buque están jalonados de carteles informativos en inglés, francés y alemán, impresionantes fotos de sus viajes y, sobre todo, curiosidades de sus próximos destinos, como el carnaval de Santa Cruz de Tenerife, la figura de Benito Pérez Galdós o el silbo gomero.

Conferencias a bordo

Tienen, incluso, una sala específica en la que preparan e imparten charlas científicas, como la que estos días han recibido los pasajeros sobre el origen volcánico de Canarias, con el Teide como protagonista, y las erupciones más espectaculares, entre ellas la reciente del volcán Tajogaite, en La Palma.

A bordo, por tanto, no hay casino ni juegos, sino experiencias. Como detalle, las escaleras que comunican las diferentes cubiertas, una con dos jacuzzis pequeños en plena popa, están equipadas con grandes tachuelas de lija para quitarse la tierra o el hielo de las exploraciones.

Cerveza glaciar

Todo esto salta a la vista o lo explica el asistente del capitán, Rune Alme, un hospitalario oficial que, tras recibir la tradicional metopa de manos de Juan Francisco Martín, director comercial del Puerto de Las Palmas, no duda en coger la bandeja de los canapés y repartir entre los asistentes bocados de salmón noruego. Al fondo, en la barra, brilla el envase de una Hurtigruten Expeditions 1896, quizá la cerveza elaborada más al norte de este mundo, hecha a base de agua de glaciar.

Alme cuenta que la diferencia con el resto de cruceros está en que el sector de la exploración viaja a lugares más pequeños, como Svalbard, la Antártida o Groenlandia. 

También frecuentan los puertos del Reino Unido, que son más chicos y les permiten llegar el centro de las ciudades o de "pequeñas comunidades alrededor del mundo". Ese es el segmento al que se dirige Hurtigruten, una empresa nacida en la costa noruega hace 130 años que se ha especializado en realizar expediciones a los polos, con el medio ambiente, las aves y la fauna marina como principal reclamo.

Primera vez en África

Entre la tripulación viajan biólogos que estudian el mar y explican a los pasajeros las peculiaridades de cada sitio que visitan. "Es la primera vez en la historia que vamos a África, esto va a ser increible, estamos muy emocionados", asegura Alme. Por esa razón han escogido Las Palmas como puerto base.

El viernes zarpan directamente a Dakar, donde harán escala, para luego organizar expediciones en las lanchas por la costa africana. No habrá puertos ni muelles en esa parte del viaje, sino ocho zódiacs para entrar y salir de las playas, con caminatas tipo safari en plena naturaleza.

En marzo volverán a Escocia, y después partirán a Svalbard, un archipiélago en el mar glaciar ártico que pertenece a Noruega. El objetivo de esa nueva misión es avistar osos polares, algo muy popular en esa región.

Un buque pequeño

El Spitsbergen es un buque pequeño, de 101 metros de eslora, con capacidad para un máximo de 120 pasajeros. Sus dimensiones contrastan con el Arvia, un gigante de 344 metros y 5.000 turistas que también está atracado estos días en el muelle Santa Catalina.

El artífice en la sombra de estas escalas, Juan Francisco Martín, explica que el segmento de las exploraciones es un "nicho de mercado en crecimiento", al cual se suma ahora Las Palmas con esta primera experiencia como puerto base.

Lo "novedoso", añade Martín, "no es solo que se trata de un barco de expedición, sino que ha finalizado un crucero en Las Palmas, pasará dos meses entre Cabo Verde y Dakar, y regresará de nuevo a Las Palmas en enero para hacer dos operaciones más".

Por Canarias suelen pasar barcos de expedición que cruzan el Atlántico rumbo al sur o el Caribe, pero esta es la primera vez que un crucero de este tipo hace operaciones de puerto base y, además, "abre nuevas áreas" de exploración por la costa africana. "Creemos que es un producto interesante y esperamos que lo copien", concluye el director comercial de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, consciente de que ese estilo nórdico de hacer turismo se está extiendo a otras latitudes.

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