Las Palmas de Gran Canaria actualiza la tarifa del agua después de 13 años congelada

Las tarifas del agua serán actualizadas en Las Palmas de Gran Canaria, después de permanecer trece años congeladas. Así lo anunció este jueves el concejal de Presidencia, Hacienda y Modernización, Francisco Hernández Spínola, durante un pleno extraordinario y urgente en el que se aprobó inicialmente el presupuesto municipal de 2024, con el voto en contra del Partido Popular y Vox, que presentaron enmiendas a la totalidad de las cuentas, y la abstención de CC.

Spínola no aclaró cuando entrarán en vigor las nuevas tarifas ni en qué consistirá la revisión, que desveló durante el debate de una modificación extrajudicial de crédito para abonar a Emalsa 13,27 millones de euros, en cumplimiento de una sentencia que obliga al Consistorio a compensar a la compañía mixta del agua por no actualizar la tasa de depuración, entre enero de 2017 y diciembre de 2021.

Añadió que el Ayuntamiento debe abonar también en breve la actualización de la tasa desde «2014 hasta 2016» y justificó el levantamiento del reparo de la Intervención, que bloqueaba el pago de los 13,27 millones, porque «no puede haber dilaciones indebidas, hay que ejecutar la sentencia y además hay que pagar cuantos menos intereses mejor». La tasa de depuración forma parte del recibo del agua, cuyo precio se mantiene congelado desde 2010.

El concejal acusó al exalcalde popular Juan José Cardona del conflicto con Emalsa, tras las críticas del edil popular Ignacio Guerra, quien achacó la deuda a la «inacción» del  exregidor Augusto Hidalgo, que «no respondió a la solicitud de actualización por parte de Emalsa.«Nuestro trabajo», contestó Spínola, «está consistiendo en resolver todos los problemas que se han generado desde entonces».

El Gobierno local trata de resolver, en los seis meses que lleva al frente del consistorio, un problema enquistado que ha estado lastrando las cuentas del Ayuntamiento por los intereses de demora que han generado y que podría amenazar la prestación del servicio y el equilibrio financiero de la empresa.

Explicó que tras encuentros con los responsables de Emalsa, se ha conseguido que la empresa «suspenda varios procedimientos judiciales» en marcha, negociaciones que se están manteniendo con otras sociedades.

El responsable de Hacienda se comprometió a dejar a cero a lo largo del próximo año la deuda del Ayuntamiento con los proveedores, que superaba los 100 millones en septiembre.

El debate a cuenta de la modificación de crédito, que salió adelante sin ningún voto en contra y la abstención del PP y Vox, tuvo lugar tras la aprobación del mayor presupuesto de gasto de la historia del Consistorio, que asciende a 495 millones, y unos ingresos de 510 millones. Por primera vez desde 2016, entrarán en vigor el próximo enero. La alcaldesa Carolina Darias pretende con estos presupuestos mejorar los servicios, impulsar las inversiones, que rozan los 107 millones, y mejorar la gestión y la vida de la gente.

Mejorar los servicios

Hernández Spínola subrayó que los presupuestos «permitirán avanzar en la mejora de las condiciones de vida de la ciudad» y «representan un hito histórico, no sólo por cuanto supone un mayor volumen de inversión pública sino porque además se trata de un presupuesto sin déficit público, presentado en tiempo y forma y además vinculado a los objetivos del programa de gobierno y a las necesidades expresadas por la ciudadanía».

La inversión pública se dispara en Las Palmas de Gran Canaria con casi 107 millones para 2024

Aseguró que se ha elaborado con la vista puesta en «garantizar el crecimiento sostenible y solidario», con el objetivo de modernizar la administración pública municipal y sus organismos autónomos y empresas públicas con «más medios personales y materiales». «Vamos», dijo, «a mejorar cada uno de los servicios, las infraestructuras y la atención a las necesidades de la ciudad». En palabras de Darias, «es el presupuesto que necesita la ciudad y que nos ayudará a hacer de esta la mejor ciudad para vivir».

No espera lo mismo la portavoz del Partido Popular, Jimena Delgado, quien se mostró especialmente crítica y echó en falta alguna rebaja fiscal. Auguró que el incremento de los ingresos no va a servir para mejorar el «deplorable» estado en que se encuentra la ciudad. «En vez de bajar los impuestos, los suben. Han suprimido la bonificación de los vehículos históricos y de más de 25 años y ahora nos enteramos de que prepara la implantación en 2025 de la tasa de recogida de basura, que es verdad que es una imposición europea, pero es otra tasa más que se añade a lo que pagamos», se quejó. Frente a ello, planteó una bonificación en las tasas, las licencias de apertura y una reducción en el IBI, para «devolverle a los ciudadanos una parte del esfuerzo que están realizando y aliviar lo mal que lo están pasando».

Una ciudad sucia

La edila advirtió que de nada sirve subir el gasto «si los servicios básicos no funcionan y están cada vez peor, como la ciudad. Nos están condenando a vivir en una ciudad sucia y maloliente. Hay más pobreza, más suciedad, más atascos y malos olores, más sensación de inseguridad y más personas durmiendo en las calles». Consideró insuficiente que se destinen menos de tres millones a resolver los graves problemas de saneamiento en esta ciudad y echó en falta actuaciones para resolver los atascos.

Criticó el aumento del presupuesto de la metroguagua de nunca acabar, para la que reclamó una auditoría y la unificación de la dirección de la obra en una sola oficina técnica. También denunció que sea la partida de Carnaval y fiestas la que más sube, con un aumento de un 85%, mientras Limpieza disminuye.

Por su parte, el portavoz de Vox, Alberto Rodríguez, criticó las «políticas de izquierda» del gobierno de Darias y su obsesión por «asumir competencias» que no son municipales, como las escuelas infantiles o la construcción de viviendas sociales. «No es bueno que las administraciones sigan creciendo, empobreciendo a los ciudadanos y aniquilando la iniciativa privada», sostuvo al tiempo que denunció el incremento en la recaudación de impuestos, pese a la «incapacidad para la gestión presupuestaria» del gobierno local.

«Se empobrece a los ciudadanos para engordar las cuentas bancarias», señaló en relación a los 15 millones que prevé ingresar el Consistorio en concepto de intereses por los más de 359 millones de remanentes que hay en los bancos. «Sólo se pretende regar con dinero público los chiringuitos ideológicos del tripartito», concluyó.

El portavoz de Coalición Canaria, David Suárez, quiso dar un voto de confianza al tripartito, con su abstención, aunque expresó serias dudas sobre la capacidad del Gobierno municipal para ejecutar la totalidad del gasto, después haber gestionado en 2022 sólo el 62% del presupuesto, mientras que la previsión para este año es de solo un 35% de las inversiones previstas en el capítulo 6. Consideró inadmisible la bajada de la partida Limpieza.

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