PAISAJE

Rafael Almeida: "En menos de cien años el drago de Gran Canaria podría desaparecer"

El codescubridor de esta especie endémica de la isla advierte en la Económica del peligro que corren los 76 ejemplares naturales por la sequía y por la falta de un plan para su recuperación

La Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria, donde se celebra el seminario sobre Arboricultura y Paisaje, otorgará a partir del año próximo el Premio al Árbol emblemático urbano y Arboledas urbanas

El geógrafo Rafael Almeida durante su ponencia sobre el drago de Gran Canaria en la Económica.

El geógrafo Rafael Almeida durante su ponencia sobre el drago de Gran Canaria en la Económica. / ALEJANDRO QUEVEDO/LP/DLP

En menos de cien años podrían desaparecer los 76 ejemplares naturales del drago de Gran Canaria si la sequía persiste al ritmo que lo ha hecho en la última década y si las administraciones públicas no ponen en marcha un plan de recuperación de esta especie endémica de Gran Canaria, en peligro de extinción. Fue una de las advertencias del geógrafo Rafael Almeida en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria, donde este martes se celebró la primera de las sesiones del VII Seminario sobre Arboricultura y Paisaje, creado por iniciativa de la Asociación para la Defensa del Arbolado y el Paisaje en Gran Canaria (Adapa). Almeida, que fue uno de sus descubridores junto a Águedo Marrero Rodríguez y Manuel González-Martín de la dracaena tamaranae, ofreció una charla en la sede de la institución, en Las Palmas de Gran Canaria, sobre el estado actual de conservación tras 25 años de estudio de esta especie, catalogada en 1998 y que solo se encuentra entre los barrancos de Tejeda, La Aldea y Fataga. Los individuos viven entre los 335-1.257 metros de altitud sobre el nivel del mar, en zonas de difícil acceso.

"En estos 25 años el declive de la especie ha ido incrementándose. En los cuatro últimos años se han perdido seis individuos debido a la sequía persistente de la última década, que es una de sus mayores amenazas. Si continúa esta situación y teniendo en cuenta el número ínfimo de ejemplares existentes y las dificultades que tienen de fecundidad auguró que un plazo corto, menos de cien años, podrían desaparecer", dijo el experto, que añadió que no ha habido evidencia de regeneración natural en los últimos 30 años.

De los 120 ejemplares que se estima que había en 1970 entre los barrancos de Tejeda, La Aldea y Fataga solo quedan 76

Entre el estudio y la recogida de datos orales, Rafael Almeida indicó que de los 120 ejemplares que había en 1970 ahora solo quedan 76, y algunos de ellos podrían desaparecer próximamente dado que no se encuentran en buenas condiciones debido a la sequía, pero también a su ubicación. Los ejemplares, la mayoría centenarios, se encuentran en barrancos, pendientes y de difícil acceso por lo que están expuestos a los desprendimientos y caídas de rocas además de fuertes vientos y lluvias torrenciales que pueden provocar tronchamientos y heridas que acaban con ellos. También porque el peso lo acumulan en la copa.

Propuesta al Cabildo insular

Precisamente, Rafael Almeida presentará al Cabildo de Gran Canaria una propuesta de anclaje para tratar que algunos de los ejemplares localizados que corren peligro puedan sobrevivir. "Alguien dirá que se trata de una intervención en el medio natural, pero prefiero sujetarlos a que se caigan y se pierdan", señaló el también gestor ambiental. Almeida indicó que se le presentarán a la institución, encargada de la conservación mediambiental de la isla, varias alternativas. "La intervención no es cara", puntualizó.

Premio al Árbol emblemático urbano y Arboledas urbanas

El director de la Económica José Joaquín Díaz de Aguilar, que presentó el acto, anunció que a partir del próximo año la institución otorgará el Premio al Árbol Emblemático Urbano y Arboledas Urbanas con el fin de resaltar el esfuerzo y dedicación de personas e instituciones que se encargan de su mantenimiento y conservación, así como de sensibilizar a la ciudadanía en la importancia de preservar y proteger el patrimonio natural en medio del desarrollo urbano. El director de la Económica resaltó que desde los orígenes de la institución ha estado muy implicada en todo lo que tiene que ver con el medio ambiente y su preservación. "Ha sido una constante en la institución. Uno de sus primeros debates públicos fue oponerse a la tala de algunas zonas de la isla", comentó. La Real Sociedad de Amigos del País de Gran Canaria, nacida en 1776, también participó en la reforestación de la cumbre de Gran Canaria.

El estudio durante 25 años de esta especie única en la isla, distinta al drago común -dracaena draco- que se encuentra en toda Canarias y también en la Macaronesia y norte de África, ha permitido conocer datos muy interesantes sobre su floración y reproducción. Por ejemplo, que es esporádica, aunque suele ser entre julio y agosto, y que la frecuencia de abortos es muy alta. Es decir, pueden florecer, pero no cuajar lo que significa que no darán semillas, tan necesarias para su repoblación.

De izquierda a derecha, Álvaro Mejías, Lisa Franke, Rafael Almeida y Carlos Velázquez en el VII Seminario Arboricultura y Paisaje, en la Económica.

De izquierda a derecha, Álvaro Mejías, Lisa Franke, Rafael Almeida y Carlos Velázquez en el VII Seminario Arboricultura y Paisaje, en la Económica. / ALEJANDRO QUEVEDO/LP/DLP

No obstante, desde que se descubriera la especie se han podido recolectar 3.148 semillas en seis años que han permitido la plantación y repoblación de la ejemplares tanto en zonas naturales de la isla como en jardines privados. El Jardín Canario ha contribuido a su conservación, cultivo y difusión. Como curiosidad, existe un drago de Gran Canaria en un jardin de Adelaida (Australia).

De las semillas recogidas de estos ejemplares naturales se han plantado 402 dragos en 21 enclaves distintos de Gran Canaria

El geógrafo Rafael Almeida indicó que en este tiempo se han plantado 402 dragos en 21 enclaves distintos, aunque no todas las plantaciones han tenido éxito. "Hay que aprender de los errores; parece que las repoblaciones masivas no son idóneas", dijo al explicar los casos de Montaña Negra y Vicentillas, donde se plantaron más de 110 ejemplares en cada lugar y se perdieron todos ellos.

El experto reivindicó la necesidad de que la administración competente ponga en marcha un plan de recuperación de la especie, aún pendiente, así como un estudio genético de la población existente para rescatar los ejemplares que aún perviven en la naturaleza.

En la jornada también participaron los arboristas Lisa Franke y Álvaro Mejías Cabeza, que disertaron sobre la plantación y cuidado de árboles jóvenes en ciudad y buena y malas prácticas de poda, respectivamente. El seminario, organizado por el coordinador de Adapa Carlos Velázquez, contará este jueves con una salida al parque público de Las Rehoyas, abierta al público, para conocer algunos ejemplos de buenas y malas prácticas de poda. La cita será a las 18.00 horas en las puertas del recinto y la clase será impartida por el técnico especialista en arboricultura Josué Franco Campos.

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