El vivo fervor por el Cristo de Telde

Esta imagen venerada es bajada por los mayordomos y colocada en una urna en una basílica de San Juan de Telde llena de cientos de feligreses y devotos

«Viva el Cristo de Telde», aclamaron y repitieron varios feligreses y feligresas pasadas las ocho de la tarde de ayer, al tiempo que los mayordomos, nueve hombres y una mujer, realizaban la Bajada el Santo Cristo de Telde en la Basílica de San Juan Bautista, acompañado por cientos de aplausos.

Tras dos años sin poder celebrarse el citado acto religioso por el coronavirus, y los correspondientes estado de alarma y el confinamiento, todo ocurrió con la misma normalidad y devoción que en las veces anteriores, después de la eucaristía solemne cocelebrada por el obispo de la Diócesis de Canarias, José Mazuelos, y los sacerdotes que le acompañaban. No hubo tropiezos, ni nada fuera de lo programado en la complicada operación de bajar esta imagen venerada desde unos diez metros de altura.

Muchas decenas de personas se acercaron después a la urna, con cristal, donde fue colocado el Cristo tras descenderlo con cuidado y trasladarlo por parte de mayordomos y párrocos. La mayoría de los fieles que se aproximaron, tocaban la madera, o planteaban peticiones o hacían fotos o vídeos.

El cura José Cabrera, que en otra etapa fue el párroco de esta basílica, pidió al obispo, mientras hablaba por el micrófono a los cientos de personas que estaban en el interior, que «decrete la basílica como santuario del Santo Cristo de Telde». Aplaudieron la petición cientos de personas.

José Luis Marrero, vecino de Las Huesas, en Telde, asegura que «soy muy devoto. He venido a la bajada del Cristo todas las veces que he podido, más de veinte años. Hice un promesa por mi hija, y por eso la bautizamos como Cristo Yasmina».

Una vecina de San Gregorio, que prefirió conservar el anonimato, afirma que «nuestro Cristo concede todo lo que se pide. Y ayuda también a las mujeres que sufren cáncer de mama». Una chica de 16 años, que reside en Maspalomas, en San Bartolomé de Tirajana, y que es la primera vez que acude a este acto, manifiesta que «me parece preciosa la bajada», y, aunque tiene sus dudas, señala que «seguro que hay cosas o peticiones que sí puede conceder».

Evaristo Guzmán es el único mayordomo del Cristo que no es natural del término municipal de Telde, «sino de San Lorenzo, en la capital grancanaria».

«Hace veinte años, el párroco Francisco, me planteó que yo hiciera el altar mayor de piedra de cantería de Arucas. Me preguntó qué cuánto quería cobrar, y le respondí que yo no cobraba. Entonces, me nombraron mayordomo», recuerda orgulloso.

El obispo José Mazuelos destaca, durante la homilía en la misa solemne, que «este Cristo de Telde tiene mucha historia. Estoy maravillado con este descendimiento porque tiene raíces, historia y tradiciones, y porque muchos mayordomos vieron hacer lo mismo que ellos hacen a sus padres y abuelos».

«Dios se hace pequeño en esta cruz, mientras el hombre juega a ser Dios, en base a tener y el poder, y a ser el primero. Mientras nos enseña la humildad, en servir los demás y ser el último, y así se consigue paz en el corazón», resalta el prelado, quien recordó «a los enfermos y la necesidad de apoyar a los emigrantes, a las mujeres maltratadas y violadas, y a los menores. No hay que almacenar a los menores que han venido en pateras, sino darles formación para que puedan trabajar».

Antes de que esta basílica se llenase anoche de cientos de feligreses, unas 25 personas trabajaron muchas horas para los distintos preparativos y «los muchos detalles que hay que hacer para que esté todo listo y bonito», como señala Segundo Amador Martín, de 66 años quien es el mayordomo mayor del Cristo, que es lo desde hace más de 40 años.

«Llevo decorando el paso del Cristo desde hace 45 años, todos seguidos», apunta Amador Martín, quien destaca que «yo soy uno más en todo este gran equipo de colaboradores».

«Parece que no, pero por ejemplo, preparar el arreglo floral de las cinco jarras de plata, exactamente con lilium blanco, pues lleva su tiempo, como no. Y todo ello es para la bajada», comenta Segundo Amador.

Cabe recordar que mañana miércoles, día 14 de septiembre, día de celebración del Santo Cristo, será la procesión del Cristo en su trono, y que el jueves, 22 de septiembre, esta venerada imagen, que mide 1,80 metros de longitud y pesa unos seis kilos,  será colocada de nuevo en su hornacida del altar mayor.

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