TELDE: Pedro Hernández reivindica en su pregón de las fiestas de San Gregorio el topónimo Los Llanos

El periodista de LA PROVINCIA/DLP fue el encargado de dar comienzo a los actos festivos que continuarán hasta el domingo 19 de noviembre

Hernández recordó su infancia y adolescencia jugando en las calles, y cuando había hasta siete salas de cine en este barrio

El periodista de La Provincia/DLP Pedro Hernández reivindicó hoy el topónimo Los Llanos durante el pregón de las fiestas de San -Gregorio, que comienzan hoy y se extenderán hasta el domingo 19 de noviembre, con más de medio centenar de actividades. Y junto al topónimo, defendió el gentilicio llanenses para quienes como él residen en este barrio del casco de Telde.

Hernández ofreció con su intervención "un paseo sosegado" por el "pasado cercano y nuestro presente" para conocer "el otro o los otros Los Llanos, el de las calles más alejadas de la zona comercial" donde residen personas que piden "más atención" por parte del Ayuntamiento, aseveró.

El periodista ofreció datos estadísticos sobre este núcleo poblacional como que hay "149 lugares con nombre, entre calles, callejones, plazas y paseos" y que según la última anotación del Instituto Nacional de Estadísticas, con 13.860 personas, es "el barrio con más habitantes del casco". Además, destacó que "que las calles de Los Llanos con más renta económica por hogar están situadas en las cercanías de la urbanización Picachos -35.432,18 euros-, las del entorno de Franchy Roca -30.028,31 euros- o los 29.179,52 euros de las calles del Cascajo", entre otras curiosidades.

Pedro Hernández durante el pregón con la imagen de San Gregorio detrás

Pedro Hernández durante el pregón con la imagen de San Gregorio detrás / T. M. R.

Recuerdos de infancia y adolescencia

Sin embargo, centró el peso de su pregón en los recuerdos de su infancia y adolescencia, aquella época de "casas modestas, con sus azoteas con líneas donde se tendía y aún se tiende la ropa para secarla al sol; con puertas de la calle entreabiertas gracias al gancho o aldaba y donde las visitas solo tenían que tocar y una vez identificado su cloquío, entraban directas a la cocina, la gran sala de usos múltiples de la casa".

Fuera del hogar, rememoró, "los niños estábamos en la calle hasta que oíamos dos órdenes de nuestras madres de obligado cumplimiento: "A merendar" y "para casa" cuando oscurecía o era turno de hacer los deberes escolares. O la más temida y fastidiosa, la de los mandados: “Vete a comprar tal o cual cosa, que se me olvidó...”   

Juegos en la calle

En aquella época, continuó, "montábamos un campo de fútbol con cuatro piedras, dos por cada portería, con una pelota o botella de plástico para jugar partidos por equipos o el rebumbio, el todo contra todos, el caos hecho juego". También jugaban al boliche, con las muñecas, la comba, el teje, el escondite policías y ladrones, calambre, el pañuelo, caravana, briley, el yo-yo o el trompo, enumeró.

"No sé si éramos felices, alegres, seguro", aseveró con nostalgia el pregonero de las fiestas compratronales de Telde, que reconoció que "evocar el pasado siempre tiene trampa, porque nos acordarnos más de lo bueno que de lo malo" puesto que la calle salvaba la carencia de parques infantiles, canchas deportivas o espacios públicos a donde ir. "Más de 50 años después, se ha mejorado la situación, pero seguimos sin un polideportivo hasta que algún día abra el de La Barranquera".

Pedro Hernández

Pedro Hernández / T. M. R.

Entonces, continuó, en "la CONS, en la calle Juan Diego de la Fuente, se practicaba boxeo, lucha canaria, fútbol, había pelea de gallos o clases de instrumentos de cuerda, entre otras actividades sin estar en la calle". En este punto, sugirió el aprovechamiento de las oficinas de Empleo como espacio sociocultural cuando se traslade, a final de año, a San Juan.

Habló del parque León y Joven, hoy Franchy Roca, la plaza del mercado viejo -la actual Casa de la Juventud- y la anexa plaza de doña Rafaela, de los bailes en La Fraternidad, El Casino y la Old Car "o a los pubs que se abrieron en los 80 y que fueron desapareciendo".

"Un recuerdo también para lo que llamábamos pomposamente boleras, ya que precisamente no tenían pistas de bolos. Los futbolines, alguna mesa de billar y sobre todo, las máquinas de juegos de bolas nos valían para pasarnos allí alguna que otra tarde del fin de semana".

Hasta siete salas de cine y ahora ninguna

El periodista mostró añoranza al hablar de los cines. "Los Llanos llegó a tener siete salas funcionando en la misma época, seis de carácter privado y la que se conocía como Cine del Cura, donde en este último veíamos películas en blanco y negro de Charlot, el Gordo y el Flaco, entre otras. Arauz, Atlanty o Atlántico, Capri, Cervantes, Cinema Telde y Silva Cinema solo permanecen en el recuerdo", salas donde se fueron "reflejando los cambios en la sociedad". Y cómo en los descansos "aprovechábamos para ir al mostrador a comprar los refrescos baya baya, Nix o el mítico Clipper de fresa, judías, chicles bazooka  regaliz, caramelos de nata La Vaquita, entre otras golosinas". También confesó alguna gamberrada en medio del metraje.

Pedro Hernández, pregonero de las fiestas de San Gregorio en Telde

Pedro Hernández, pregonero de las fiestas de San Gregorio en Telde / T. M. R.

"Poco a poco, como quien ve fallecer un ser querido, las salas desconectaron sus proyectores, apagaron la luces y pusieron el candado en sus puertas a finales de los años 80" hasta que en 2004 abriera Multicines Telde, que en 2011 también tuvo "un penoso final. El fiasco, para no decir indignación, que ha supuesto que el Palacio de la Cultura y las Artes, también conocido como el Auditorio o menos finamente, el Mamotreto, y la eterna espera por la apertura de los aparcamientos subterráneos de Arnao, que van camino de tener categoría de excavación arqueológica como las tumbas de los faraones por su tardanza, le dieron la puntilla a una idea que más de dos décadas después demuestra que para las grandes obras es imprescindible el consenso político y ciudadano para evitar estos desastres".

Más participación ciudadana

Pedro Hernández manifestó su confianza en que "esta corporación no siga la costumbre de las anteriores, que en los últimos 20 años han dado de lado al problema con el 'que apenque el que venga después' o igual esperando un milagro de nuestro santo" y reclamó una solución. Y aprovechó para pedir "una participación ciudadana efectiva en temas como las inversiones en nuestro barrio, en los presupuestos que nos destinan" y que se les escuche más allá de las elecciones o la elección de la alegoría del carnaval.

El pregonero de este año animó a la ciudadanía a disfrutar de una fiesta de la que guarda muy gratos recuerdos aunque "en los últimos años, demasiados, hemos visto palidecer hasta convertirse en festejos irrelevantes y decepcionantes, un motivo más de enfado que de alegría". Rescató de su memoria cómo estrenaba la ropa el día principal, "el aroma de la manzana asada ensartada en un palito o el sabor del algodón de azúcar que comprábamos y los cucuruchos de castañas asadas, claro, un clásico de nuestras fiestas", los puestos de turrones, "los desfiles de mojigangos, los cochitos de fuego y otras atracciones, de las casetas con  escopetas de balines, las tómbolas donde había rifas mientras oíamos la cantinela, a veces insoportable, del animador alabando los premios que repartía".