Mifaya Sánchez Batista, la mujer que abre horizontes

La aruquense es la primera Técnico Administrativa de la Función Pública con discapacidad visual en trabajar para el Cabildo y el Ayuntamiento teldense

Juanjo Jiménez

Juanjo Jiménez

«Si me pregunta qué hace una persona con discapacidad visual trabajando en la concejalía de Vías y Obras del Ayuntamiento de Telde, le diré que puedo desempeñar mi labor perfectamente». Y tanto.

Mifaya Sánchez Batista tiene 44 años, nació en Arucas y perdió la visión a los 17. Desde entonces la suya ha sido una entrega por dar todo de sí, de reinventarse de tal forma que esa discapacidad, frente a su gestión desde su posición de Técnico Administrativo de la Función Pública, ya no es ni siquiera anécdota.

Licenciada en Derecho por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria recibe una primera llamada en el marco del proyecto Nuevas Oportunidades de Empleo del Cabildo de Gran Canaria para trabajar en la Casa Palacio de Bravo Murillo, en el servicio de Recursos Humanos, sin pensar «que esa experiencia fuera tan gratificante», por lo que daba de sí el propio empleo como por el empuje de los compañeros, como su gestor en esa etapa, Ero Gómez.

Coger fuga

Esa experiencia le hizo coger fuga, «contentísima», por lo que continúa formándose en la Administración Pública y aprueba las listas de reserva de Técnico de Administración General. Pasa así al Servicio de Solidaridad de la corporación insular y tras ello recibe la llamada del Ayuntamiento de Telde para trabajar en la concejalía de Vías y Obras, donde estudia la normativa y emite informes en un puesto de trabajo en el que hace equipo con su jefe Antonio Alemán y sus compañeras Lourdes Suárez y Priscilla Trujillo, convirtiéndose en la primera persona con discapacidad visual que ocupa estos puestos tanto en el Cabildo como en el Ayuntamiento de Telde, abriendo así una brecha a otros discapacitados visuales.

Para ello ha contado con la ayuda de la ONCE, y con la adaptación de programas informáticos que le leen a Mifaya todos los documentos en los que va trabajando, «capaces de reproducir lo que hago en todo momento».

Los incondicionales

Culmina así un proceso que se inicia tras la pérdida de visión, en la que sale adelante gracias al apoyo de sus padres, Manuel y Milagrosa, y especialmente, por la vida nueva de Adara, su hermana pequeña, a la que le pasaba 14 años en ese momento y que se convierte en un acicate para seguir adelante. Mifaya Sánchez no puede dejar de citar a personas claves en este caminar, como el de Estrella Santana, su técnico rehabilitador; el del tiflotécnico Julio Yeray Delgado, que se ocupó de todas las adaptaciones necesarias para poder seguir estudiando; o el de Antonio Cecilio, que le enseña los itinerarios para la localización de los lugares para poder acceder al transporte público.

A todos los cita con una sonrisa, pero con mucha diligencia: hay que seguir trabajando, que Vías y Obras es un sin parar.