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Jinetes del aire

Los militares Javier Asencio y Gonzalo Rubio, piloto y mecánico, explican el cuidado de sus «caballos» los F-18 y los Eurofighter

Trabajar con cazas como los F-18 o los Eurofighter, las joyas de la corona del Ejército del Aire, requiere a los militares una formación y una especialización que no acaba nunca. Cuidan tanto las aeronaves para evitar percances y garantizar que todo salga bien que bromean diciendo que son sus «caballos»

La joya de la corona del Ejército del Aire y del Espacio de España son sus cazas y medio centenar de ellos realizaron hace unos días un ejercicio de adiestramiento en el espacio aéreo de Canarias en el que participaron cerca de mil militares que los consideran sus «caballos» del aire.

Trabajar con cazas como los F-18 o los Eurofighter requiere de una gran especialización y una formación que no acaba nunca. El teniente Javier Asencio es piloto de uno de los F-18 del Ala 15 del Ejército del Aire y del Espacio, con base en Zaragoza, y admitió a EFE que el entrenamiento consiste, sobre todo, en el «estudio, que hay que llevarlo día a día». Con él coincide el sargento Gonzalo Rubio, mecánico del Ala 12 del Ejército, que tiene su base en Torrejón de Ardoz (Madrid). «Al final, todas esas dificultades de estos aviones se combaten como todo en esta vida: estudiando, preparándose, leyéndose todos los manuales y estando completamente informado de cualquier acción de mantenimiento y modificación que haya que realizar sobre el avión», remarca.

Para poder pilotar uno de estos aviones se tiene que culminar una formación en Ingeniería de cinco años en la Academia del Ejército del Aire, tal y como tuvo que hacer el teniente Asencio, comenzando a volar al tercer año. En base a su desempeño con cada una de ellas, se les asigna especialidad.

En el entrenamiento en el cielo grancanario los militares vivieron situaciones similares a las de una guerra

El sargento Rubio entró a través de una oposición a suboficiales del Ejército del Aire y especialidad en mantenimiento aeromecánico después de haber realizado un programa de Formación Profesional centrado en la mecánica de aeronaves. Luego estudió un año las especificaciones propias del F-18. «A nivel de mecánico, cada sistema de armas es único, tiene sus características y es muy, muy diferente; por lo que para estar preparado para otro caza, necesitaría otro año de especialización para adquirir cierta autonomía en el trabajo», explica. Tanto es así que en el grupo de mecánicos bromean diciendo que sus aeronaves son como sus «caballos» debido a lo mucho que los cuidan para que todo vaya bien y evitar percances.

El trabajo diario de los batallones aéreos como el Ala 12 y el Ala 15 es «muy intenso», afirma el teniente Asencio, puesto que las misiones que se realizan en cada vuelo se preparan con días de antelación y tras las operaciones se analizan los datos obtenidos. En el Ala 15 de Zaragoza, también se revisa a diario la información meteorológica de los aeropuertos.

En ejercicios como el adiestramiento y evaluación que han llevado a cabo en Canarias, el Ocean Sky 2023, todo es más inmediato y las misiones se preparan el mismo día para intentar acercar lo máximo posible la realidad de una contienda bélica. «Aquí planeamos misiones que, realmente, en nuestro trabajo en la península no somos capaces (de llevar a cabo) debido a que no tenemos ni tantos aviones, ni tanto espacio», detalla a este respecto el piloto de F-18 del Ala 15.

En cuanto al trabajo de los mecánicos, el sargento Rubio señala que en misiones como la Ocean Sky 2023 se viven situaciones más parecidas a las propias de la guerra, adiestrándoles para preparar aviones «de forma más rápida e imprevisible», en un entrenamiento que hacen «para la vida exterior real».

En estas operaciones han trabajado con «aliados» de Portugal, Grecia, Turquía, Italia y Francia.