Jonathan Viera evita una catástrofe en la vuelta de Kirian en un duelo loco en La Romareda

Gafe eterno en una primavera negra. Un conjuro maligno. El problema de gol de la UD Las Palmas alcanza tintes histriónicos. Ante el Real Zaragoza en La Romareda en el día del Juicio Final (1-1), con el ascenso directo a tiro y la continuidad de Pimienta bajo debate público, los amarillo solo marcaron de penalti. Viera, una vez más, fue al rescate para evitar una catástrofe. Con la tarjeta roja a Cristian Álvarez, en un tramo de cinco minutos, el lateral izquierdo colombiano Gabi Fuertes se puso los guantes y Sandro Ramírez probó fortuna. La mandó por encima del larguero.

Es la película de una agonía y de un punto que vale de poco. Viera salvó los muebles en la vuelta de Kirian Rodríguez a los terrenos. Asedio sin precisión y más de lo mismo. Una victoria en las últimas nueve jornadas y la sensación de que se puede escapar la promoción. Las Palmas cautivó con una puesta en escena fantástica, con un juego apoteósico y un nivel físico sublime. Duró 25 minutos y luego vuelva a los vicios del pasado. Para colmo de males, Sidnei saltó en el segundo acto y duró 20 minutos. El colmo del surrealismo para una UD que baja a la quinta plaza y ahora rinde cuentas con el líder SD Eibar en Ipurúa -lunes 9 de mayo-.

Conviene ser cautos. Pimienta tiene lo que tiene. No hay gol en esa nómina galáctica de depredadores. Si no es por el penalti de Viera -provocado por Alberto Moleiro y un codo sospechoso de Nieto-, hubiese estallado la apocalipsis. Por cierto, Bebé anotó en el 56', en un delito de Nuke, mal físicamente, y de Lemos, que se resbaló. Lo de Valles, en ese fotograma, fue hacer la estatua. Rostros y responsables hay muchos de la depresión amarilla, que se ve abocada a jugar la promoción -si gana al menos, dos partidos-.

Primer acto digno. Más velocidad, menos control. Dogma revolucionario en el planeta Pimienta. Con el corazón en un puño. A ritmo de necesidad extrema, el cuadro amarillo se dejó de debates sobre el estilo. Fue a cuchillo y mostró su versión deluxe. Lluvia de ocasiones de oro y de todos los colores. Viera, a pase de Moleiro, la cruzó en exceso ante Cristian Álvarez (3'). El '10', el Dalí sin pólvora, pulverizó las cinturas de Grau y Bermejo con una facilidad pasmosa. Un pase interior made in Mesías puso a Sandro Ramírez cara a cara con la fama. Tiró el cuero por encima del travesaño.  

Control y envío en largo. Fue otra UD que iluminó La Romareda bajo los lamentos de Deivid y Helguera en el palco. Con la novedad de Álvaro Lemos, que sabe lo que es marcar en este feudo mundialista, en el lateral derecho, Las Palmas abandonó el perfil barroco. Con el paso de los minutos, faltó oxígeno y el punto de mira se fijó en las locuras de Valles. Abusó del control bajo la presión de los puñales del bloque de Escribá. Un trilero al filo del abismo. Pejiño lo intentó desde larga distancia con otra intervención de mérito de Cristian Álvarez. 

Bajo el asedio de la legión del Roque Nublo, Bebé se quedó solo ante Valles en una desconexión imperdonable. El primer pecado mortal. A las doce minutos, en un inicio imperial, Giuliano Simeone se retiró lesionado tras un encontronazo con Saúl Coco. Fue un inicio de matrícula de la versión más explosiva de Pimienta. Como si la necesidad y las urgencias hubiesen transformado el libreto del barcelonés. Bronca de Suárez con Valles y Viera deja un sombrero de época. Desde la combinación, pisa el área Viera y su chut lo detiene Cristian Álvarez. La banda izquierda de la UD era un parque temático. Turno para Moleiro que ridiculizó a Gámez. La jugada la concluyó Enzo Loiodice con un misil desde la frontal que no llevó el mismo recorrido que el de Albacete. Con un córner, Jair la peina ante la salida de Valles y Puche trató de conectar con Azón. 

Valles seguía a lo suyo. Juega con fuego, ejerce de trilero con el esférico al filo del abismo y sin red. Cabalgada de Bebé ante la parsimonia de Enzo y despeje de Enrique. La UD parecía en apuros en esta versión espídica del fútbol. Un partido en el vagón de la montaña rusa del Holiday World de Maspalomas. Cabezazo entre Puche y Álvaro Lemos y el juego se detuvo para tomar oxígeno. Tiro de Álvaro Lemos y un golpeo de caviar de Sandro que lo congeló Cristian con una parada soberbia. 

Sin cambios en el descanso y es noticia

Viera se dejó un pulmón. No corría tanto desde infantiles. Pejiño, desde la frontal, una vez más, le lanzo un manchete a Cristian. Seguía el asedio canarión sin pólvora. Pérdida de Viera, Francho pone la directa y el centro casi lo remata a la red Iván Anzón. Nuke por los suelos, blanditos al corte y zarpazo atómico de Bebé. Lemos se resbala y el remate del extremo resulta inapelable. Tiro de Anzón que sale rozando el palo. Se viene venir el drama. Tiro de Viera y mano de Nieto en una pugna con Moleiro. Penalti.

Como siempre, el Mesías al rescate para sellar el empate y Sidnei cayó lesionado. Pimienta recurrió a Marc Cardona. Todo o nada. Llamada a la épica y faltó voluntad.

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