Enzo Loiodice, el motor de la UD que vuela en Primera

El francés, con contrato hasta 2025, se ha adaptado a la perfección al salto de categoría

A Enzo Loiodice le ha sentado bien la Primera División. Ha caído de pie en ella. Lo ha demostrado. El francés, desconocido para todos cuando llegó a la UD Las Palmas en el verano de 2020, el más extraño de la vida de muchos por la pandemia de coronavirus, ha sido, probablemente, el mejor jugador amarillo en las tres primeras jornadas del campeonato, con el permiso de Álex Suárez y Álvaro Valles, casualmente, los otros dos miembros de la plantilla que han disputado los 270 minutos en juego hasta ahora. Un rendimiento que, en todos los casos, incrementa el valor.

El centrocampista, que cumplirá 23 años el próximo mes de noviembre, está justo donde quería estar cuando renovó a finales del año pasado hasta junio de 2025: en la máxima categoría del fútbol español. Si la UD no hubiera conseguido el ascenso, tanto el club como el jugador habrían buscado una salida con el objetivo de dejar dinero en la caja de Pío XII, pero el plan se ha postergado un año más, pero con una diferencia: Loiodice vale ahora más por el mero hecho de que el equipo está en Primera, más todavía si rinde durante todo el curso al nivel al que está.

Xavi García Pimienta le considera un fijo es sus esquemas desde que pudo contar con él a principios de la temporada pasada, porque cuando el técnico llegó, en enero de 2021, apenas pudo contar con él por culpa de una lesión en el hombro que le obligó a operarse y, en consecuencia, a perderse varios meses de competición. Una vez restablecido, Enzo ha sido el dueño de una de la dos plazas de interior con que cuenta el sistema de Las Palmas, el 4-3-3 clásico en el entrenador catalán.

Adaptación

Si la campaña pasada ya fue una pieza clave en la fluidez del juego, en las tres primeras jornadas de la presente también lo ha sido en una categoría superior. De alguna manera, no le ha afectado el cambio, sino que se ha sentido como pez en el agua, suelto, hábil, con la energía necesaria para competir en el máximo nivel. Es, sin duda, de los jugadores a los que el salto no le ha afectado.

En los dos encuentros de casa y en el de Mestalla se le vio especialmente motivado, activo en un centro del campo con Kirian como pivote y Javi Muñoz y Jonathan Viera –los primeros dos partidos, como falso nueve– como socios más adelantados. No paró de correr, apareció en todas las zonas del campo y defendió y atacó a partes iguales.

El galo, un fijo para García Pimienta, se ha mostrado omnipresente; suma dos tiros al larguero

Especialmente frustrante para él y para el equipo fueron las dos acciones en las que se estrelló con el larguero en el partido del viernes pasado frente a la Real Sociedad, si bien el portero Remiro tuvo que ver en ambas: las dos veces realizó un parador para desviar la pelota antes de que se estrellara en el poste superior.

En la primera jugada –acto inicial–, el francés recibió en la frontal del área un buen pase de Sandro y golpeo con el interior de la zurda, con rosca, buscando el poste más alejado, pero el meta voló para evitar el tanto; en la segunda –acto final–, aprovechó un rechace con la cabeza del central Zubeldia para enganchar una volea desde lejos: el resultado, el mismo.

En cualquier caso, en las dos jugadas Loiodice estaba donde tenía estar, donde le pide el entrenador, cerca del gol. En un equipo en el que la figura del delantero centro no es determinante a la hora de marcar los goles, toda vez que García Pimienta les exige movimientos de descarga, caídas a banda y presión constante en toda la defensa rival, tanto los extremos como los interiores deben llegar a situaciones para marcar.

La idea con su renovación era que explotará para tratar de sacar un rédito en un gran traspaso

Loiodice cumple, como lo demuestra el hecho de que la temporada pasada logró cuatro goles, sólo tres menos que los máximos anotadores: Sandro, Pejiño y Jonathan Viera. De todos ellos, los que hizo en Albacete y en Cartagena fueron especialmente decisivos, ya que supusieron el de la victoria, en el primer caso, y el del empate, en el segundo, en la penúltima jornada, cuando Las Palmas dependía de sí mismo. Finalmente goleó (1-4).

En sus dos primeros cursos como amarillo, en cambio, sólo vio portería una vez en cada uno de ellos, si bien las lesiones le impidieron participar durante la mayor parte de la competición. Si nada más llegar fue una lesión en el tobillo que derivó luego en una pubalgia la que le obligó a parar en diciembre, el segundo año fue el hombro el que le frustró. Sin percances en forma de lesiones, Enzo por fin explotó y ahora vuela en Primera División.

El parisino termina contrato a final de curso. Su objetivo es romperla este año para dar el salto a un equipo mayor. Era su idea cuando decidió renovar en lugar de preferir quedar libre. El club de su lado, espera sacar dinero, aunque debe dar un porcentaje al Dijon, club del que llegó. Otra renovación tendría que ser al alza. Al menos, hay Loiodice por un año.

  • 270. Pleno de minutos Enzo

Loiodice es uno de los tres jugadores de la UD Las Palmas que han jugado todos los minutos hasta ahora –Mallorca, Valencia y Real Sociedad–, junto a Álvaro Valles y Álex Suárez.

  • 2025 Fin de su contrato

  • 6 Goles en tres cursos

  • 81 Partidos como amarillo

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