Letras

La trilogía de los hombres solos, la novela debut de Dolores Campos-Herrero

La Biblioteca Básica Canaria publica la obra inédita de la escritora canaria | Tres historias independientes conforman el tomo que ha sido revisado por la familia y amistades de la periodista tras su fallecimiento

La escritora Dolores Campos Herrero, en una imagen de archivo.

La escritora Dolores Campos Herrero, en una imagen de archivo. / LP/DLP

Personajes perdidos, destinos cruzados, y una voz inconfundible. Dolores Campos-Herrero vuelve a ser nombrada gracias a la labor de sus allegados para contribuir a la publicación de su obra inédita. La ciudad de los hombres solos es el título escogido para la unión de esta trilogía de novelas cortas que son, en realidad, su debut en el género y forman parte de la nueva remesa de la Biblioteca Básica Canaria. La presentación será el miércoles 25, a las 19.00 horas, en la Biblioteca Pública de Las Palmas, donde la escritora Eduvigis Hernández, el crítico literario Antonio Bordón y su hermana Marisol Campos-Herrero retomarán el diálogo en torno a su universo literario, tan rico y sutil, de una literata que aspiraba a relatar los albores del siglo XXI.

En la imaginación de Campos-Herrero

No digas que los buenos mueren, Maleficio y La ciudad de los hombres solos son las tres narraciones independientes que conforman el libro, cuya edición y prólogo ha sido hecho por Eduvigis Hernández, amiga íntima de Campos-Herrero. Más de una década después de su fallecimiento, las familiares de Dolores, Chus y Marisol, reconocen que palpar este libro entre sus manos es una satisfacción, "nuestro objetivo es que la obra se siga conociendo y siga viva, aunque ella no esté". Cuando empezaron a indagar en los archivos de la periodista encontraron con que el manuscrito estaba acabado, prácticamente a la espera de ser editado para reencontrarse con sus lectores.

Leerla ha sido como volver a escucharla, dice Eduvigis. Reír con sus ocurrencias, tal vez discutir algún elemento, pero, sobre todo, disfrutar con las invenciones de unas historias que comparten elementos como la ausencia de la figura femenina, ya sea por voluntad propia o presas del destino, y las taras, psíquicas o físicas, que arrastran los protagonistas por los bajos fondos de una ciudad que pudiera ser Las Palmas de Gran Canaria o cualquier urbe en la que pesen las manecillas espesas del tiempo.

"Las tres novelas tienen ese tono de fábula y elemento irreal que bordean varios géneros, como el negro, el gótico o el terror, incluso el estilo dickensiano —era una apasionada de las novelas de Charles Dickens—, ya que quería atomizarlos", detalla, "en realidad, es un buen resumen de las inquietudes narrativas de Dolores en esos encuentros y desencuentros en los que hay tantos guiños al cine como a la literatura con seres que están, de alguna manera, desolados".

Próximas publicaciones

Campos-Herrero fue protagonista de la edición pasada del Día de las Letras Canarias, testigo que pasa al poeta Félix Francisco Casanova, y vuelve a la contemporaneidad literaria gracias a la Biblioteca Básica Canaria (BBC), que incluyó el pasado mes de noviembre a la escritora canaria en el tomo 67 junto a otras nueve autoras, ya sea Ignacia de Lara Henríquez, María Dolores de la Fe o Agustina González y Romero, con el propósito de compensar la paridad de género en esta colección que dirige Blanca Hernández. Una iniciativa que se suma al ánimo por su círculo más próximo a mantener presente su memoria y legado.

'La ciudad de los hombres solos', libro de Dolores Campos Herrero.

'La ciudad de los hombres solos', libro de Dolores Campos Herrero. / LP/DLP

La novela se añade a una larga lista que inició la tinerfeña en 1985 con su primer poemario, Chanel número cinco, también, Daiquiri y otros cuentos como el inicio en lo narrativo, los cuentos de Basora en la Colección Nuevas Escrituras Canarias, Fieras y angeles, un bestiario doméstico, o su inmersión en el microrrelato con Breverías. La última antología a título póstumo fue Historias de Arcadia y otros cuentos, además de El libro de las horas y los días, que ahora viene a continuar esta novela. "No olvidemos que Dolores era periodista de raza, por lo que conocía de primera mano la actualidad, tanto los males y las taras de la vida contemporánea", añade Hernández sobre las inquietudes que la inspiraban.

En definitiva, esta no será la última novela que leamos de Campos-Herrero. Entre los proyectos por definir, Chus y Marisol adelantan que próximamente verá la luz una selección de los artículos publicados en el Canarias 7, periódico en el que desarrolló gran parte de su carrera profesional, y pergeñan algunas ideas como la elaboración de una antología poética.

Tanto en su voz periodística como literaria, Eduvigis recuerda esa capacidad innata de la observación que, entre paseos, tés o idas al cine, la sorprendían cuando intentaba adivinar el alma de los viandantes, "tenía la capacidad de volver los males cotidianos y colectivos en material literario y darle ese giro con el humor para no tensar demasiado la cuerda dramática", describe. "Me la imagino escribiendo en el ordenador, echando humo frente a la pantalla, así que leerla fue volver a tenerla a mi lado. Su literatura es ella".