Fiestas de Santiago Apóstol en Gáldar

Reboso de fe y emoción en el día grande de la fiesta de Santiago en Gáldar

Saturnina Medina lleva 75 años viviendo este día en Gáldar y asegura que «no ha cambiado nada»

La tradición del día lleva a las familias a juntarse para comer y festejar a Santiago

Procesión de Santiago de Los Caballeros en Gáldar

LP/DLP

"Vamos a ponernos justo en la puerta de la parroquia hombre, ¿o es que no ves que quiero estar en primera fila para ver a Santiago?", comenta Ismael García con un fuerte carácter. Tiene nueve años pero ya lleva muy adentro lo que significa esta festividad para los habitantes de Gáldar. Una tradición que le han inculcado tanto sus padres como sus abuelos desde que tiene uso de razón. "Me encanta venir cada verano a estas fiestas, porque son las de mi ciudad y porque me lo paso muy bien. Mi momento favorito es cuando sale Santiago", explica emocionado. 

Ayer el municipio de Gáldar se vistió de gala para conmemorar el día grande de Santiago con una eucaristía y la posterior procesión, a la que acudieron varias personalidades políticas. Presidida por Teodoro Sosa y acompañado por los alcaldes de varios municipios de la isla, a las 13.30 horas dio comienzo la procesión. Con la banda de música preparada para poner melodía al ambiente, los asistentes se colocaban a los laterales de la calle para poder ver la salida de Santiago de la parroquia. Los más pequeños de la casa pedían a sus padres y familiares que los cogieran en brazos o les subieran a los hombros para poder ver mejor, y entre curiosos, selfies, saludos y abrazos el himno de España empezó a retumbar por los rincones más próximos a la parroquia de Santiago Apóstol. 

Roberto Arencibia lleva en el carrito a su nieta Andrea. Su hija, está trabajando y el se ha quedado en el cuidado de la pequeña de un año y medio. Orgulloso, luce su mejor sonrisa con el ambiente que se está viviendo mientras que Andrea, asombrada, señala y grita con todo lo que ve a su alrededor. "¿Te quieres bajar?", le pregunta su abuelo con cariño. Ya con ella en brazos, Roberto explica la emoción que siente cada 25 de julio. "Esta festividad significa mucho para los que vivimos en Gáldar, y este año mi felicidad se multiplica porque traigo por primera vez a mi nieta", comenta. 

El sol aprieta con fuerza acompañado de una ligera brisa que hace más agradable el día. Las calles del casco están abarrotadas de gente por todas las esquinas, las carcajadas se escuchan por cada rincón y los bares y restaurantes de la zona lucen llenos. "Yo creo que lo que le da vida a las procesiones, sin duda alguna, son las bandas de música que tocan", comenta Macarena Fernández. Llegó hace dos días desde Sevilla para pasar sus vacaciones junto a sus dos mejores amigas, y aunque se están quedando en el sur de la isla, no dudaron en acercarse a la procesión de Santiago en Gáldar. "Tampoco van a ser todos los días de sol y playa. En el hotel nos comentaron que esta festividad era muy tradicional y que la gente se echaba a la calle, y no dudamos en venir para verlo, como buenas sevillanas que somos", explica visiblemente feliz.

Roberto Arencibia: «Este año la felicidad se multiplica porque vengo por primera vez con mi nieta»

Una de las cuestiones más relevantes en el día grande de Santiago es la forma de vestir de la gente. Todos van bien arreglados y perfumados, una situación que llama la atención a muchos de los que van por primera vez a este acto. Saturnina Medina, después de 75 años acudiendo a esta festividad, explica el motivo principal de que los asistentes se vistan con sus mejores galas. "Es un día grande y antiguamente, cuando la gente era mucho más pobre, se estrenaba ropa este día", comenta. "Las más espabiladas incluso se hacían sus propios vestidos para lucirlos tal día como hoy", rememora.

Banda de música del ejército de tierra

Banda de música del ejército de tierra / LP/DLP

Natural de Sardina, Saturnina no cree que el día de Santiago haya cambiado con respecto a años atrás, algo que califica como "bueno", pues esto significa que "las costumbres han seguido su curso natural". Acompañada por su hija, ella misma asegura que esta tradición la vivió por primera vez cuando era pequeña junto a sus padres, y que ahora, con el paso del tiempo, es ella la que trae a sus hijos y nietos. "Siempre procuro estas de vacaciones en estas fechas para venir, y si no puedo, intento pedirme el día libre para poder venir con mi madre. Para mi lo es todo pasar ese día con ella", explica su hija Concepción Quesada.

A las puertas de la parroquia, tanto Saturnina como Concepción esperan el regreso de Santiago, pues por diferentes motivos, este año no han seguido la procesión. Al finalizar, volverán todos juntos a casa para almorzar junto a los hermanos, hijos y nietos. "Llevo desde ayer por la tarde haciendo la comida. Hoy comeremos ensaladilla rusa y algún postre, entre los que habrá algún que otro turrón", dice Saturnina. Al finalizar el almuerzo, Concepción junto a sus hermanos, hijos y sobrinos volverán al casco para disfrutar de la batalla de flores, algo que "encanta" a los niños.

Antiguamente, cada 25 de julio los habitantes de Gáldar estrenaban ropa para ver a Santiago

Esperando el regreso de Santiago a la parroquia y bajo una de las pocas sombras que hay en la calle se encuentra Rosa de la Cruz. A través de una tradición que va de padres a hijos, lleva viniendo desde que tiene uso de razón. "Normalmente vengo con mi hija, a la que también he inculcado este día, pero hoy no ha podido venir, así que le he enviado una foto de Santiago para que la vea en cuanto pueda", comenta con una sonrisa en los labios. "Hoy he venido con mi yerno y mi marido, que estarán por ahí esperando a que vuelva Santiaguito", dice. Para Rosa, al igual que para muchos de los veteranos en este día, no ha cambiado nada en relación con antaño, pues la esencia sigue siendo la misma pase el tiempo que pase. "Ver a Santiago de frente me renueva", comenta.

Familias al completo unidas, reencuentros y algún que otro sentimiento al recordar los tiempos de antaño, cuando los ahora mayores, venían con sus padres. Todos auparon a Santiago en su día grande con el lema que muchos llevan por bandera y expresan cada vez que pasan por delante de él. "Santiago bendito, que el próximo año te vuelva a ver".

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