El queso azul se cuela en la fiesta del puchero de las siete carnes

La cita con las cofradías gastronómicas del país regresa a Las Palmas de Gran Canaria después del parón impuesto por la pandemia

La Cofradía del Puchero de las Siete Carnes se volvió a reunir en la capital después de dos años sin poder hacerlo debido a la pandemia. Pero lo hizo con un protagonista diferente: el queso azul.

El primer queso azul artesanal elaborado en Gran Canaria se coló este sábado en la fiesta de la Cofradía del Puchero de las Siete Carnes. El pionero cuajo, elaborado con la leche de las cabras de la quesería La Gloria, en San Bartolomé de Tirajana, eclipsó el gran día del plato de cazuela típico canario. La cita con las cofradías gastronómicas del Archipiélago y de parte de España, que se unen una vez al año en Las Palmas de Gran Canaria, regresó después del parón impuesto por la Covid-19. Entre 50 y 60 personas participaron en este capítulo de una tradición que cumple ya 31 años de vigencia, siempre de la mano del periodista especializado en gastronomía y turismo Mario Hernández Bueno.

Desde el mediodía, las animadas charlas comenzaron a mezclarse en el ambiente con el repiqueteo de los cubiertos y copas en los exteriores del restaurante El Padrino, en Las Coloradas, sede de estas reuniones desde hace algún tiempo. Con enyesques yendo y viniendo para ir abriendo el apetito, y regado de algunos caldos propios de la tierra y de cerveza, ron y agua, los comensales se ponían al día después de meses sin hablar, en algunos casos.

El cocinero y propietario del restaurante El Padrino, Humberto, cocina el famoso puchero

El cocinero y propietario del restaurante El Padrino, Humberto, cocina el famoso puchero / José Carlos Guerra

Mario Hernández Bueno explica la importancia de esta cita: "Es una reunión social con la que hemos recuperado un plato, el puchero canario, que se estaba perdiendo y que tiene un gran valor histórico ya que nos une con la España de Cervantes". Y es que el ilustre escritor del Quijote, en su obra cumbre, ponía en boca del escudero Sancho Panza las ganas que tenía por comerse una Olla Podrida, plato de cuchara propio de las gentes ilustres de la época y en la que es posible que hunda sus raíces el puchero de las siete carnes isleño. Aquí, era habitual en las bodas de los personajes principales de la sociedad canaria.

Una apuesta de La Gloria

El queso azul de la quesería La Gloria, llevado a la cita a través de Bolaños -que también ofreció un curado de Lomo del Palo, un queso flor típico y un fresco de Pajonales-, tiene un sabor más intenso gracias al moho que actúa para darle la apariencia y el gustillo característicos. Como se hace en Francia y otros lugares de Europa, se sirvió en el postre, acompañado de dulce de guayaba y otros cuajos, como colofón de la reunión. 

En el caso de la apuesta de la quesería grancanaria, su sabor es fuerte, como suele ser habitual en este tipo de productos, pero sin llegar a ser tan intenso como otras opciones del mercado del queso azul, como el francés o el de Cabrales. La Gloria, que elabora sus quesos artesanales con leche de cabra, está llevando a cabo cuajos que se salen de la norma impuesta por el sector en las islas, con muchas apuestas únicas en el mercado insular.

Humberto muestra los quesos que se iban a servir para el postre en la fiesta del puchero canario

Humberto muestra los quesos que se iban a servir para el postre en la fiesta del puchero canario / José Carlos Guerra

La cita de la cofradía gastronómica en esta edición estaba dedicada a la memoria de dos de sus más ilustres miembros: Joaquín Galarza, uno de los principales mecenas que tuvo, y el magistrado César García Otero, un asiduo de estas citas con el puchero canario. Este almuerzo fue por ellos.

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