Arrancan las primeras casas sociales en 14 años en Las Palmas de Gran Canaria

La empresa Construplan inicia la construcción de 27 viviendas de protección en la calle León y Castillo

La obra obra obliga a trasplantar árboles del huerto urbano de La Chimenea

La empresa Construplan, Construcciones y Planificación ha iniciado las obras para construir 27 viviendas de protección pública en la calle León y Castillo, número 95, en el barrio de Arenales. Se trata de la primera promoción de casas sociales de nueva planta que se construyen en Las Palmas de Gran Canaria en los últimos catorce años, pese a la emergencia habitacional que soporta la ciudad. 

Más de 4.000 familias con bajos recursos esperan desde hace años por una vivienda de protección. Aunque son financiadas por el Gobierno canario y normalmente es el Instituto Canario de la Vivienda (Icavi) el que se encarga de licitar y dirigir su construcción, el Ayuntamiento se ha hecho cargo en este caso de adjudicar y gestionar la construcción de las casas, a través de la empresa municipal Geursa, para agilizar su puesta en marcha, al igual que está haciendo con otra promoción de 74 viviendas de las mismas características que se acaba de adjudicar también en Tamaraceite Sur. Ambas bloques, que vienen a incrementar el parque público de la capital con 101 hogares más, forman parte del Plan de Viviendas de Canarias 2020-2025.

El Ayuntamiento ha impulsado durante los dos anteriores mandatos la reposición de varios cientos de viviendas en Tamaraceite y Las Rehoyas, pero el Gobierno canario lleva 14 años sin ampliar el parque de viviendas de protección en régimen especial de alquiler. Las dos últimas promociones se iniciaron a finales de 2009 en Las Ramblas de Jinámar y Las Torres y se entregaron en 2015.

Además, por primera vez, el Ayuntamiento ha optado por ceder suelo al Gobierno canario en pleno centro de la ciudad para construir viviendas sociales, en lugar de enviarlas a la periferia, como se ha venido haciendo desde hace años.

En Tamaraceite Sur se acaba de adjudicar también otro edificio similar con 74 hogares

El de León y Castillo es un edificio de siete alturas, con 27 viviendas en régimen especial de alquiler que tienen entre uno, dos y tres dormitorios y se distribuirán en las últimas seis plantas. En el piso bajo se hará un local que se destinará a servicio comunitario y queda otro espacio por definir. La planta sótano se destinará a la construcción de trasteros y las instalaciones de aljibes y un cuadro de hidro. Se trata de un solar con una superficie de 593,86 metros cuadrados, en el que se construirá un total de 3.515 metros cuadrados.

La obra fue adjudicada el 29 de mayo de 2023 por 3,32 millones de euros y el solar está situado justo al lado del huerto urbano La Chimenea. Las obras obligan a trasplantar varios árboles y un drago del huerto, al que se accede por el colegio Aguadulce, además de por el solar donde se levantará el edificio.

La chimenea

De hecho, el proyecto de construcción contempla la existencia de una servidumbre de paso de al menos siete metros de ancho, que garantice el acceso al huerto urbano, en el que se encuentra además la histórica chimenea, que levantaron en 1900 los dueños de una fábrica de harina. La estructura, que ha dado nombre al huerto urbano está protegida.

Dos de las 27 viviendas, que tienen superficies que oscilan entre los 60,31 y los 89,95 metros cuadrados, serán adaptadas para personas con movilidad reducida. La promoción tiene un plazo de ejecución de 18 meses, por lo que se calcula que se terminarán a principios de 2025.

A esta primera promoción de viviendas sociales en 14 años se añade otra de 74 casas en Tamaraceite Sur, un edificio de seis plantas y sótano que salió a concurso por 8,55 millones de euros, que también será financiado por el Gobierno de Canarias a través del Icavi, y que se adjudicó en junio pasado a la empresa Construplan, Construcciones y Planificación, según consta en la Plataforma de Contratación.

 Este inmueble tiene un plazo de ejecución de 20 meses, por lo que también debe terminar en 2025. Dispone en la planta baja de un local comunitario y dos portales, así como dos cajas de escalera y cuatro ascensores. Su cubierta es planta e intransitable

Alquiler asequible

A esas 101 casas sociales hay que añadir otra otra promoción de 36 viviendas protegidas con un alquiler asequible, que rondará entre los 200 y los 400 euros, que también ha impulsado el Consistorio en Tamaraceite Sur y que están siendo financiados a través de los fondos Next Generation.

Se trata de otra modalidad de alquiler de vivienda de protección, dirigida en este caso a las clases medias. La construcción también fue adjudicada el pasado mes de junio a la empresa Satocan por 5,78 millones de euros.

Reposición

Por otro lado, hay otras tres promociones de viviendas en marcha, que al igual que las anteriores han sido impulsadas por Geursa en el mandato pasado. 

Dos constituyen los dos primeros edificios de la reposición de las viviendas de Las Rehoyas, que se están levantando en el parque de Las Rehoyas y en la calle Doctor Chiscano, y la tercera es el último bloque con el que se culmina la reposición de las casas baratas de Tamaraceite Sur. Este último edificio, que se está levantando en la zona de expansión del barrio, en Tamaraceite Sur.

Este último edificio de 76 viviendas, situado en la calle Melchor, comenzó a construirse en noviembre de 2021 y debe estar a punto de terminarse, pues tiene un plazo de ejecución de dos años.

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El antiguo edificio de León y Castillo número 95, derribado en 2005, escondía una historia de horror e infamia protagonizada por los fascistas que asaltaron el espacio del Círculo Obrero de Arenales tras el golpe militar de 1936 y lo convirtieron en un centro de detención y tortura de cientos de republicanos sindicalistas y personas de izquierda.

El edificio acogió el cine de la asociación obrera de Arenales, algunos de los cuales trabajaron en la fábrica Swanston, cuya histórica chimenea se ha conservado.

Después de la guerra, el cuartel se transformó en sede de la organización Educación y Descanso de Falange y volvió a convertirse en un centro de ocio, con combates de boxeo, actuaciones y bailes, pero muchos nunca pudieron olvidar cada vez que pasaban por delante el horror que padecieron muchas personas que torturaron en el edificio que, en muchos casos, fue la antesala antes de ser desaparecidos en los pozos de Arucas, la Sima de Jinámar o la Mar Fea. El inmueble acogió viviendas y terminó en manos del Ayuntamiento capitalino, que lo demolió y después cedió el solar al Gobierno para la construcción de casas sociales, una actuación que se acaba de iniciarse.

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