El Club Deportivo Corazón de María, donde el deporte se convierte en hogar

El Club surgió en el año 2010 a partir de las divisiones deportivas del Colegio Claret

Esta temporada, son 670 los estudiantes que están federados y hay más de mil inscritos

Equipo de esgrima, en uno de los entrenamientos.

Equipo de esgrima, en uno de los entrenamientos. / Juan Castro

El Club Deportivo Corazón de María surgió, en 2010, a partir de las divisiones deportivas del Colegio Claret. Hoy, tras 14 años de andadura, el grupo deportivo acumula la participación de miles de alumnos federados en distintas disciplinas. En las últimas tres temporadas, se ha convertido en "una casa" para más de 3.000 estudiantes.

Existe, en las inmediaciones de Tamaraceite, un club deportivo en el que pequeños deportistas se convierten en grandes profesionales y la pasión se transforma en una ficha federativa. El Club Deportivo Corazón de María (Codema) surgió, en 2010, a partir de las divisones deportivas del Colegio Claret. Hoy, tras 14 años de andadura, acumula la participación de miles de alumnos federados en distintas disciplinas deportivas. En los últimos tres años, ha acogido a más de 3.000 alumnos. Esta temporada, son 670 los estudiantes que están federados y más de mil los que están inscritos en un Club que se ha convertido en una "gran familia".

El Club Corazón de María surgió por "la necesidad del colegio de dar respuesta a tantos niños que hacen deportes", explica el que desde hace dos años es coordinador del Club, Borja Martín. Antes de su implantación en el Claret, el colegio ofertaba distintas modalidades deportivas organizadas por clubes independientes. La implantación del Codema se presentó como una oportunidad "para unificar los distintos deportes y ofrecer un mayor abanico de actividades", expone Martín.

De jugador de fútbol a entrenador y profesor. Después, a coordinador. La historia de Borja Martín se remonta a cuando era alumno del Claret. Por aquel entonces, jugaba en uno de los equipos de fútbol que, antes del nacimiento del Corazón de María, existía en el colegio. A los 15 años se convirtió en el entrenador del grupo, cargo que ocupó hasta los 28. Luego, "tras el nacimiento del Codema y seguir entrenando en el Club", pasó a ser el coordinador.

En los últimos tres años, el Club ha acogido a más de 3.000 alumnos.

En los últimos tres años, el Club ha acogido a más de 3.000 alumnos. / Juan Castro / Juan Castro

"Mi experiencia como alumno fue muy positiva. Éramos una familia porque pasábamos todo el día juntos. Tres días a la semana, de 8.30 a 19.00", cuenta Martín. Ahora, que han pasado los años, recuerda con "cariño" aquella época: "Muchas veces nuestros padres nos tenían que sacar casi obligados del Club porque queríamos seguir jugando o nos apetecía ver un partido".

La disciplina, una enseñanza que marca el camino

Más allá de la práctica deportiva, Martín asegura que su paso por el Club marcó un camino de "disciplina". Aprendió a organizar su tiempo cuando tenía exámenes porque "no quería faltar a los entrenamientos" y eso, relata, es un "aprendizaje de cara al futuro para cuando tienes que trabajar, estudiar y entrenar".

Para el coordinador, además de mejorar la disciplina, formar parte del Club ayuda a que los niños "se liberen y aprendan, sobre todo en los deportes de equipo, a relacionarse con otros compañeros y a ayudarse mutuamente". Cristina Cabrera es antigua alumna del Claret. Actualmente, es profesora del colegio y entrenadora de voleibol en el Corazón de María. "La mayoría de entrenadores son antiguos alumnos del centro escolar", dice Martín.

La mayoría de entrenadores son antiguos alumnos del centro.

La mayoría de entrenadores son antiguos alumnos del centro. / Juan Castro

Esta temporada, son 670 los estudiantes que están federados.

Esta temporada, son 670 los estudiantes que están federados. / Juan Castro

Cristina siempre tuvo clara su vocación y "poquito a poquito" encontró el camino para desarrollarla. Lleva más de tres temporadas en el Club y afirma que, hoy en día, se nota que los estudiantes conviven de manera constante con el desarrollo de las nuevas tecnologías. "Tenemos que intentar que los alumnos desarrollen al máximo su potencial y su creatividad. Pero, lo más importante, que sean independientes", recalca Cabrera.

"Ven las seis veces que ganas, pero no las cinco mil que pierdes"

Esta temporada, explica el coordinador, voleibol ha alcanzado un récord: "Contamos con casi 200 niñas en el equipo". Asimismo, destaca los diferentes campeonatos en los que el grupo de voleibol ha participado. Desde fuera, "llama la atención que el equipo siempre esté en campeonatos de Canarias o, como el año pasado, en un campeonato de España". El fin, sin embargo, no es competir, "es que los estudiantes tengan una educación global" y, en palabras de Cristina Cabrera, el objetivo principal es "lograr centralizarse en lo importante. Es fundamental que los jugadores estén bien físicamente, pero es imprescindible que lo estén a nivel psicológico".

La entrenadora de voleibol del Club, Cristina Cabrera, y el coordinador, Borja Martín.

La entrenadora de voleibol del Club, Cristina Cabrera, y el coordinador, Borja Martín. / Juan Castro

La entrenadora de voleibol considera que es "indispensable y necesario" que los niños tengan una rutina: "Cualquier tipo de actividad que hagan les va a venir bien, principalmente, en el tema organizativo". Desde su punto de vista, una enseñanza valiosa es la gestión del tiempo. "Es muy bueno que los estudiantes vean un entorno diferente al del colegio. Que disfruten", asevera.

Rosa Montora es, "entre otras muchas cosas", profesora de esgrima. Desde los 12 años practica el deporte y ha perdido la cuenta de todos los años que lleva impartiendo clase. Resalta que, hoy en día, los alumnos son "más espontáneos y tienen una mayor decisión". Sin embargo, reconoce que la disciplina de los estudiantes ha descendido: "En el deporte es muy necesaria la disciplina y la capacidad de manejar la frustración", algo que para Montora también ha bajado en los estudiantes.

"Todo el mundo ve las seis veces que ganas, pero no las cinco mil que pierdes", subraya la profesora de esgrima, un deporte que "requiere de mucha voluntad" y, además, "mejora el rendimiento académico" de los alumnos que practican el deporte. Para Rosa Montora, en esgrima influye el carácter y la personalidad de quienes lo practican. "Es un deporte de lucha en el que prima lo que ahora se conoce como resiliencia y, como en la vida misma, cada segundo tienes que pelearlo y no rendirte", explica y agrega que "no pasa nada si vas perdiendo. Cada momento cuenta para superarte".

Del Codema a la superliga

Tras pasar por el Club Deportivo Corazón de María, Claudia Martín debutó, según lo que explica Borja Martín, en la superliga de voleibol, "la máxima competición a nivel nacional". A este caso se suma el de Paula Suárez que "actualmente está en el Heidelberg y también ha debutado en superliga", cuenta Borja.

La salud mental, en el foco

Trabajar con niños es "un aprendizaje constante", relata el coordinador. Pero reconoce que para estar día a día con ellos es necesario que los entrenadores, más allá del deporte, sean personas cualificadas. "No podemos profesionalizar el deporte base porque, en estos casos, no estamos trabajando con profesionales", recalca Martín. Los niños del Club, expone, quieren aprender y divertirse: "Si lo que se hace es trabajar con los pequeños como si fuesen profesionales, lo que se consigue es frustración".

Subraya, además, la importancia de educar en base al ensayo y error porque la realidad es que "ningún niño está las 24 horas del día pensando en el deporte. Ellos van a fallar y no podemos castigarles por eso", explica. En palabras de Martín, "lo que se espera de los alumnos es que se equivoquen para, luego, enseñarles".

Grupo de esgrima.

Grupo de esgrima. / Juan Castro

Griselda Alonso es coordinadora de gimnasia rítmica y trampolín. Desde que era pequeña practica la disciplina y es el deporte que aprendió a amar. "Intentas cuidar a tus alumnos y enseñarles la pasión por esto", comenta. Una vez más, la coordinadora recalca el valor que tiene la disciplina en la gimnasia. "No consiste en ganar o perder. Consiste en venir con ganas para aprender", subraya, pero reconoce que, cuando trabajas con niños "tan pequeño", es difícil trasladar disciplina.

Ampliación de la oferta

El coordinador del Club asegura que uno de los objetivos es ampliar la gama de deportes para "llegar a las necesidades y a los gustos de todos niños". Este año, el Codema incluyó baile moderno y para el próximo "se está valorando que vuelva pádel y empezar con ciclismo, tiro con arco, judo o pin pon", adelanta Martín. Asimismo, agrega que empezará la búsqueda de "deportes minoritarios para intentar dar respuesta a quienes los soliciten".

Ganar, pero no de cualquier forma

Compañerismo, trabajo en equipo y educación. Son los valores que, en palabras de Borja Martín, promueven desde el Corazón de María. "Queremos ganar, pero siempre manteniendo la educación en el deporte", subraya el coordinador. Por eso, en base a su experiencia, hay que mostrarle a los estudiantes que "si ganas fantástico y si pierdes no pasa nada. Eso es parte del deporte". Los niños "deben" saber que "no vale todo para conseguir una victoria".

Aunque el coordinador del Club destaca diferentes logros deportivos como el campeonato de España al que acudió el equipo de voleibol o los equipos de fútbol que se encuentran en categorías preferentes, asegura que el mayor orgullo es "formar a personas con principios".

"Es cierto que es una alegría ver como conseguimos campeonatos, pero le damos más importancia a la integración de los niños en la sociedad, a que practiquen deportes y sean felices", dice Martín. Para él, el éxito está en ver "que los niños salen contentos. Que sueñan con convertirse en entrenadores y volver al Club", un lugar que termina por convertirse en "su casa".

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