Urbanismo

Adjudicada por segunda vez la reforma para convertir el Gutiérrez Rubalcava en el centro social del Cono Sur

El primer concurso quedó desierto y en el siguiente la empresa entró en concurso de acreedores

La empresa Reyes Almeida S.L. es la encargada de la reforma del centro educativo Almirante Gutiérrez Rubalcava en un espacio público para talleres

Vista aérea de la Vega de San José, donde se ubica el nuevo centro social.

Vista aérea de la Vega de San José, donde se ubica el nuevo centro social. / Juan Castro

Después de dos intentos insatisfactorios de adjudicar la obra para convertir el Gutiérrez Rubalcava en el centro social del Cono Sur, la empresa Reyes Almeida S.L. se encargará de la reforma. El primer intento quedó desierta y en el segundo se adjudicó a la empresa Ingemont Tecnologías S.A., que entró en concurso de acreedores antes de que pudiera comenzar la obra.

Este proyecto se ha enfrentado a varios escollos que han frenado su puesta en marcha, como por ejemplo, la pérdida de la financiación europea. Su presentación no pudo llegar a tiempo a la convocatoria de la Estrategia de Desarrollo Sostenible e Integrado (Edusi) del Cono Sur. El retraso ocurrió en el primer concurso cuando en mayo de 2023 quedó desierto debido a que la empresa no entregó la documentación requerida. Por lo que la mesa de contratación decidió no seguir con la propuesta de adjudicación y dejar el concurso desierto. Este problema provocó que el Ayuntamiento perdiera el 85% de la financiación que iba a recibir de los fondos Feder.

Lo volvieron a intentar a finales del año pasado y el proyecto fue adjudicado a la empresa Ingemont Teconologías S.A. Sin embargo, la empresa sevillana tampoco pudo comprometerse con la transformación del colegio porque entraron en concurso de acreedores. Ante la renuncia de la compañía, el Consistorio les exigió el pago del 3% del presupuesto base de licitación. Ingemont también tenía el contrato del mantenimiento del Hospital Doctor Negrín, pero debido a su mala situación económica los empleados sufrieron retrasos en sus pagos, por lo que, el hospital rescindió de su contrato y readjudicó el servicio.

Financiación del Cabildo

Ahora la obra consigue la adjudicación y, además, la financiación del Cabildo de Gran Canaria a través del Plan de Cooperación con los Ayuntamientos, una ayuda cedida a finales del año pasado. Esta ayuda cubre parte del presupuesto de cinco proyectos de la capital, entre los que se encuentra la renovación de este espacio, antes utilizado como centro docente.

La obra en el colegio, que primero fue propiedad del Ministerio de Defensa, cuenta con un presupuesto de 676.322,3 euros y el plazo de ejecución es de ocho meses. El edificio con una única planta tendrá una sala de espera, una zona terapéutica con dos salas, una zona de atención a la infancia con dos aulas y una zona grupal destinada a varios talleres con un aula de cocina, informática, salón de acto, de reuniones y de lactancia, un área infantil, un almacén y un office.

La obra del centro educativo Rubalcava no ha sido el único proyecto del Edusi retrasado. La licitación del acondicionamiento de la senda peatonal para la conexión entre los barrios de El Lasso y Pedro Hidalgo también quedó desierta. Así como la plaza de Santiago Tejera, que ninguna empresa se presentó, por lo que el Ayuntamiento publicó otra licitación que se resolvió en junio del año pasado.

¿Por qué cerró el colegio Gutiérrez de Rubalcava?

La Consejería de Educación del Gobierno de Canarias cerró el colegio en 2015 y sus alumnos fueron trasladados al centro Castilla. En su momento Educación aseguró que el cierre se debía a que Defensa reclamaba el inmueble para subastarlo. Además del mal estado en que se encontraba el espacio ubicado en la planta baja de un edificio de viviendas que fueron construidas para militares. Primero fue un centro educativo gestionado por Defensa para los hijos de los militares que se veían arrastrados a la Isla por la profesión de sus padres. Pero unos años después se produjo una desafectación de inmuebles, es decir, un proceso en el que un bien de dominio público queda desvinculado de uso o servicio público. Y por ello, el Ministerio lo cedió, en régimen de alquiler. En abril 2022, el Ayuntamiento capitalino compró el inmueble.

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