Jonathan Viera se va de la UD Las Palmas: "Se acabó"

Jonathan Viera ya es historia de la UD Las Palmas. El capitán amarillo se despidió de sus compañeros antes del comienzo del entrenamiento de esta mañana en el Estadio de Gran Canaria, según una nota publicada por la entidad amarilla en la que no explica los términos del acuerdo de rescisión del contrato que vinculaba al jugador hasta 2027. El '21', por su parte, respondió a este medio con una expresión tan escueta como rotunda: "Se acabó".

El de La Feria llevaba sin jugar con el equipo desde el pasado 8 de octubre, en Villarreal. Después, una serie de desavenencias con Xavi García Pimienta le llevaron al ostracismo. Viera, que explicará su versión de lo sucedido en una comparecencia el martes de la próxima semana, pone fin a su etapa en el club de su vida con 265 partidos, 75 goles y dos ascensos a sus espaldas.

El club amarillo en un comunicado publicado en la página web oficial, agradeció a Viera "su profesionalidad y entrega defendiendo el escudo y le desea mucha suerte, tanto en sus futuros proyectos deportivos como personales".

A falta de conocer los detalles de la ruptura del contrato y las explicaciones de García Pimienta, que después de más de dos meses sigue sin revelar ni siquiera dar una pista de los motivos que le llevaron a dejar a Viera fuera de la convocatoria desde entonces, el grancanario da un paso al frente y se marcha. Tampoco él ha dado su versión, pero en su caso, al contrario del entrenador, no ha comparecido ante los medios, algo que hará dentro de cinco días ya fuera de la disciplina amarilla.

Entrenaba con normalidad

El de La Feria ha entrenado durante todo este tiempo con el grupo, sin ser apartado, pero cada vez que llegaba una citación sabía perfectamente que no iba a estar incluido. García Pimienta tenía claro que mientras él fuera entrenador, Viera no jugaría más por lo que consideró un acto de indisciplina grave: el órdago del jugador al presidente Miguel Ángel Ramírez tras su segunda suplencia consecutiva, en el que le invitaba a elegir entre él o el entrenador.

La posición del club en este sentido fue siempre clara: apoyo total a García Pimienta, que de la misma forma puso su cargo a disposición de la entidad. Fue justo una semana después del enfado de Viera en Villarreal por no salir de inicio cuando días antes había conocido la noticia de la enfermedad de su mujer, y aun así se había apuntado al viaje con el objetivo de ayudar al equipo después de haber contribuido en gran medida al triunfo frente al Celta, con un gol y una asistencia.

Renovación paripé y vuelta de Richi

Esa misma semana la UD no sólo anunció una renovación paripé del técnico catalán, pues las dos partes pueden romper el acuerdo a final de la presente temporada si así lo estiman oportuno, sino que trajo de vuelta al coach Richi Serrés, con el que el capitán no tenía relación alguna y al que la propia entidad había descartado renovar el verano pasado por considerar que sus pretensiones económicas eras demasiado altas. Al final, aceptó.

Con Ramírez posicionado con García Pimienta y su poder disminuido en el vestuario, Jonathan Viera, que entrenaba con total normalidad, pero sin el apoyo de la mayor parte de sus compañeros, algunos de los cuales, según el entorno del futbolista, le traicionó al revelar el entrenador el contenido de una charla que el capitán organizó días antes del choque frente al Celta, el '21' no esperó ni siquiera al último partido del año para marcharse de la UD.

¿Solo o arropado?

En la próximas horas y días saldrán a la luz detalles de la ruptura del contrato de entre cinco y seis millones de euros brutos del jugador y las explicaciones de las partes. Ramírez no tiene previsto comparecer hasta el martes que viene, cuando lo hará Viera. Está por ver si los compañeros y el cuerpo técnico, que viajan ese día a Bilbao para medirse con el Athletic Club el miércoles (20.30 horas) en San Mamés, arropan al capitán en su adiós definitivo a la UD Las Palmas. Otra vez por la puerta de atrás.