La UD Las Palmas lo pone muy fácil (0-2)

Un gol de Guruzeta en la primera parte y otro de Coco, en propia puerta, en la segunda bastan a un Athletic Club pragmático para llevarse el triunfo de Gran Canaria.

Las Palmas acaba con un 71% de posesión y realiza su primer disparo a puerta en el descuento.

Gol anulado a Marvin por mano Sandro.

Campaña, titular por primera vez

Un desenlace tan incontestable como predecible con el paso del tiempo. El Athletic Club de Bilbao, con el aliciente de colocarse a dos puntos de los puestos de Champions si ganaba, jugó mejor sus cartas para ganar a la UD (0-2), con el objetivo por contra ya conseguido y sin metas mayores porque simplemente se niega a ponérselas. Lo hizo de una manera cómoda, plácida, sin necesidad de tirar de toda su energía ni de su verticalidad porque Las Palmas se lo puso fácil, entre otras cosas porque no disparó a puerta hasta el descuento, enredado en mil pases sin profundidad y una posesión estéril (71%). Por si fuera poco, Coco se marcó un gol en propia puerta con casi media hora por delante y aumentó la ventaja que el rival ya había conseguido por sí solo en la primera parte gracias a un cabezazo de Guruzeta. Así, el cuadro amarillo sumó un nuevo partido sin ganar (un triunfo en los últimos siete partidos) y sacó a la gente del Estadio antes de tiempo. Tenían razón: fue un poco insufrible.

No sorprendió García Pimienta con la inclusión de José Campaña en el once inicial, pues lo había metido cada vez más tiempo en las dos últimas citas porque le gusta más que Perrone, en evidente bajo estado de forma. La entrada del andaluz en la posición de pivote supuso el único cambio con respecto al partido de Getafe, lo que significaba que Araujo se mantenía en el lateral derecho pese al regreso de Álex Suárez tras cumplir sanción. Valverde, por su parte, salió con todo, su equipo de gala, con Yuri ya recuperado en el lateral izquierdo y con todo el arsenal ofensivo: los hermanos Williams en las bandas, Sancet en la mediapunta y Guruzeta en la delantera. Acabar la jornada a dos puntos de los puestos de Champions merecía la pena.

Quizá por eso, después de unos primeros minutos eléctricos por parte de los dos equipos que aventuraban en partidazo, con el paso del tiempo el Athletic Club demostró tener más ganas. Fue superior a su manera, sabedor de que la UD iba a tener más el balón, a arriesgar como siempre en el inicio del juego y a adelantar mucho la defensa. Sabía que tenía que presionar, atacar por los costados y centrar y, en definitiva, esperar su oportunidad, que llegaría.

Las Palmas no encontró salvo a balón parado la manera de hacer daño al cuadro rojiblanco, cuyo portero Unai Simón, defendió el Zamora sin tener que intervenir al menos en la primera parte. El segundo en la tabla de porteros menos goleados y candidato a estar en la convocatoria de España el próximo viernes, Valles, no tuvo su mejor día con los pies, aunque tampoco en general. Una mala salida suya permitió a Sancet adelantarse para cabecear tras un gran centro de Yuri, aunque el balón se fue alto (9').

Mientras el sevillano, observado desde la grada por Miguel Ángel España, entrenador de porteros del seleccionador Luis de la Fuente, se equivocaba un par de veces en los pases, Prados le hizo ser el primero en sumar una parada después de un tiro desde fuera del área. Poco a poco, el Athletic avanzaba hacia la zona de peligro mientras la UD, con Campaña muy errático y con Kirian bajando demasiado a recibir, lo que provocaba una cierta confusión en el inicio del juego, sólo inquietó al rival con arranques de Sandro por la izquierdo, primero con un intento de rabona y luego con otra carrera en la que el capitán le encontró con un buen pase al hueco, pero que quedaron en nada.

Entre una y otra acción el Athletic encontró lo que buscaba; se veía venir. Tras una secesión de rechaces en el área la pelota cayó a Nico Williams, bien defendido por Araujo y Coco hasta entonces, por el costado izquierdo, y se vio con el espacio suficiente para hacer un par de amagos y después poner un centro con rosca perfecto al segundo palo que llegó a la cabeza de Guruzeta, que ganó la espalda a Sergi Cardona y remató picado, desde el área pequeña, con Valles vendido. Acababa de cumplirse la media hora de juego (32') y ganaba el que más cerca había estado del gol.

Las Palmas no lo estuvo salvo en dos cabezazos de Sául Coco a la salida de sendos córneres, sobre todo en el primero, pero su remate se fue a la derecha de Unai Simón por muy poco. Al menos, el cuadro amarillo superó el momento de zozobra después del gol del rival, que buscó el segundo con un tiro cruzado de Iñaki Williams, y llegó al descanso por debajo en el marcador, pero con opciones de dar la vuelta al partido si cambiaba, pues no había tirado entre palos cuando había tenido el balón un 63% del tiempo. El plan perfecto de Valverde. Cero sorpresas.

Para buscar el empate la UD debía ser mucho más vertical para tratar de desarbolar a un Ahtletic muy cómodo hasta entonces, y así se mostró en los primeros minutos de la reanudación, cuando más por empuje que por juego llegó un par de veces por la izquierda, primero con un tiro de Sandro rechazado por la zaga pero que llevaba peligro y luego con un pase atrás de Sergi Cardona, que por fin se quitó el miedo de defender a Iñaki y se dejó ver en ataque; Kirian remató con la izquierda a la derecha de Unai Simón. Ocasión clara.

Justo antes, entre Mika Mármol y Coco habían evitado que Iñaki Williams se plantara solo delante de Valles después de un robo tras un infinidad de toques sin profundidad. Al menos, la rección fue buena. En cualquier caso, el Athletic Club había evidenciado que había dado un paso atrás, y eso motivó a la UD, que ya con Marvin y Loiodice por Moleiro (otra vez el sacrificado) y Campaña, se fue más hacia arriba, mientras el rival fió todo a sentenciar en un contraataque.

Pero lo que sucedió fue que se encontró con un regalo en una acción a balón parado, cosas del fútbol, porque Coco remató de cabeza hacia su propia portería a la salida de un córner desde el lado derecho del ataque vasco. Preocuparse más por defender a Guruzeta que por mirar el balón le pasó factura. Valles vio con tristeza, paralizado, como entraba el balón a su izquierda (66'). Demasiado fácil para el Athletic Club, cuyo entrenador, sabedor de que tenía el partido en el bolsillo, resfrescó al equipo con cuatro cambios.

La UD pudo haberse metido en el partido si en el primer disparo entre palos, obra de Marvin después de una buena acción en la que transitó desde la derecha hacia el centro, Sandro no hubiera desviado ligeramente la pelota con la mano. Fue sin querer, pero el toque había sido crucial para que el balón entrara en la portería. Con o sin reglamento en la mano, la lógica por sí misma anulaba el gol.

Quedaban 10 minutos para el final del partido, aunque en realidad estaba visto para sentencia. La entrada al campo de Marc Cardona y Benito, y ya muy al final de Pejiño, apenas cambiaron nada. Al menos Las Palmas tiró de orgullo para que Unai Simón no se fuera sin haber sumado una parada en su cuenta. En una buena jugada de combinación, ya en el descuento, Sergi Cardona se plantó solo delante del portero de la selección después de que el árbitro aplicara la ley de la ventaja tras una falta sobre Marc, pero el meta estiró la pierna derecha para impedir el segundo tanto del lateral en dos jornadas. Habría servido para maquillar un resultado tan justo como fácil para el Athletic Club.