La UD, con diez, besa la lona con dignidad ante un Barça terrenal (1-0)

El KO más digno ante un Barça terrenal (1-0). En la bautizada como batalla de la posesión y el caviar, la UD sucumbió con honor. Y abre la vía a explorar nuevas fronteras tácticas. Puede blasfemar y bajar al barro. Con diez, por la roja a Valles en el 24’, la UD estira su caída libre en el Estadio Olímpico con decoro. Seis jornadas sin ganar y un triunfo de nueve. Debut de Aarón y único tanto de Raphinha para imponer la cordura. 

Un golpeo de Coco, al filo del descanso, fue lo único reseñable en un pulso con poca chicha. Dominio incontestable del Barça ante un rival que sabe manejarse en otros registros tácticos como la presión y la furia. Enzo, que fue titular, y el zaguero lanzaroteño brillaron en los amarillos. En el último suspiro, Moleiro tuvo el 1-1 como elemento para el orgullo. Igual que en 2015, el cuadro azulgrana ganó pero acabó pidiendo la hora. Gozó de ocasiones para el bochorno, pero los de Pimienta resistieron de forma estoica.

Fue un ejercicio de pura supervivencia. Llegar al descanso 0-0 en el Estadio Olímpico de Siberia resultó un milagro. Tanto anulado a Raphinha, otro gol anulado a Robert Lewandowski, un esférico al travesaño del polaco y un cocazo que salió rozando el poste. Sufrir, padecer y resistir ante Barça que se descomponía una y otra vez cuando asomaba la cabeza en el jardín de Valles, que duró 24 minutos. La noche del estreno liguero de Aarón Escandell para una UD que lució su vena más italiana. Y sin balón, en ese primer tiempo dio una lección de madurez.  

El inicio estuvo marcado por las imprecisiones. Pérdidas de balón y concesiones que se convertían en un tiro en la nuca. Pero no fue como en el Metropolitano. Kirian y Enzo intercambiaban su posición. El galo fue la gran novedad en el once. Munir, a los siete minutos, burló la entrada de Cubarsí con un soberbio recorte y malogró el disparo cuando se hizo el silencio. Fue el primer aviso amarillo, ante un rival que vio como a Robert Lewandowski le anulaban un tanto por posición ilegal en el primer bostezo. Error de Ter Stegen en el envío en largo y bajo el diluvio, minutos de puro desconcierto. Sin noticias de Lamine, la UD resistía en la contienda desde la disciplina. Un manual de cómo sonreír sin el balón. Los de Xavi Hernández se aferraban a la velocidad. Lamine fue una sombra ante un Sergi que mandó en las dos áreas. Siempre protagonista.

Tarjeta amarilla para el lateral catalán por su patada a Lamine (15’) en un fotograma que marcaría el partido. Primer aviso del delantero polaco desde la frontal, en plena cabalgada ante Suárez. Remate de cabeza de Cubarsí que se fue desviado. Buena acción de Enzo en ese costado derecho, que era un maná para los isleños. Soberbia acción de Robert con Fermín y Raphinha la finaliza (19’). Tanto anulado al Barça por fuera de juego y un expediente X. A las 24’, Valles vio la roja por arrollar a Raphinha lejos de su jardín. Llega el estreno de Aarón. La víctima es Munir y la UD se quedó con diez. El ‘17’ se llevó como consuelo la ovación del Olímpic. La salida de Valles fue temeraria y se acabó la guerra renacentista. Acoso eterno. 

Adiós al dominio desde la posesión. Adiós a la poesía, viva el jamón york. Primera intervención de Aarón y remate al travesaño de Robert. Sergi sufre con una cartulina ante Lamine, pero caen los minutos. Regalo de Coco al terror polaco y el disparo se marcha por encima del travesaño. Misil de Enzo bajo una nube de piernas que cabe valorarlo como otro milagro. Cada gota de arsenal ofensivo valía toneladas de oro macizo. Tiro de Fermín y el esférico sale rozando el palo (41’). Agonía sin fin.

Dominio sin puntería del Barça, falta sobre Enzo, el mejor en esta fase del pánico y el ‘cocazo’. Adiós a la más clara y tiro de Muñoz para alzar el telón del segundo acto. Las pérdidas de tiempo de Aarón eran una cantimplora en el desierto. Mika congela a Lamine y el asedio local seguí su curso. Regalo de Cubarsí y Marvin Park desperdició un mano a mano -que fue anulado-. En el siguiente, Raphinha hace el 1-0 (61’). El pase de Joao fue un escándalo. Del remate de Marvin al tanto de Raphinha. El centro de Joao es puro caviar. 

La fe tiene un límite. Turno para Ferran y paradón de Aarón. Remate de Joao balo palos e intervención milagrosa. 1-0 y no se manchó el escudo. Moleiro coqueteó con la épica y miedo en la grada. Caer así vale por una victoria. El KO más hermoso ante un imperio.