Morales aboga por «democratizar» el agua para garantizar el riego agrícola en Gran Canaria

El Cabildo homenajea en Arucas a seis responsables de la gestión hidráulica de la isla

Los representantes del Cabildo junto a los seis homenajeados en la conmemoración del Día Mundial del Agua, en la sede de la Heredad de Arucas y Firgas

Los representantes del Cabildo junto a los seis homenajeados en la conmemoración del Día Mundial del Agua, en la sede de la Heredad de Arucas y Firgas / David Delfour

El Cabildo de Gran Canaria conmemoró este jueves el Día Mundial del Agua con un acto en la sede de la Heredad de Arucas y Firgas en el que se rindió homenaje a seis responsables de la gestión hidráulica en la isla y en el que el presidente de la corporación insular, Antonio Morales, abogó por la «democratización del agua» para garantizar el riego agrícola.

Con motivo del Día Mundial, el Cabildo distinguió a seis personas que, desde sus distintas áreas de actuación, «han contribuido al cambio que ha experimentado la Isla en su camino hacia una nueva gestión del agua», según informó el gobierno insular. Así, se reconoció la labor de José Luis Guerra Marrero, gerente del Consejo Insular de Aguas desde su creación, en 1995, hasta el año 2012; y de José Jiménez Suárez, consejero de Aguas del Cabildo durante el mandato 2003-2007, por su reconocida participación en este cambio, desde sus puestos de responsabilidad en el sector público.

También fueron homenajeadas Pino Palacios y Vanessa Mendoza, profesoras de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria e investigadoras en materia de reutilización agraria de aguas regeneradas, por contribuir al cambio con su esfuerzo desde el ámbito docente e investigador al cambio.

Por último, se distinguió a Gaspar Ponte Machado, gerente de la empresa Elmasa hasta el año 2010, y a Juan Ramírez, vigilante de la Presa de Soria, ya jubilado, por participar de este proceso desde sus responsabilidades en el sector privado.

El presidente Morales resaltó en su discurso que el Cabildo mantiene «firme» su apuesta por la implantación de la producción industrial como motor del sistema hídrico de la Isla, para atender, de forma efectiva y sostenible, las necesidades de la sociedad isleña. Ese cambio, explicó, está obligando a la institución a afrontar nuevos retos, a los que está respondiendo con la puesta en marcha de proyectos innovadores que apuntalan la posición de la Isla a la vanguardia mundial.

«Unos retos -subrayó- que tienen que ver con un modelo de gestión adoptado desde el Cabildo y desde el Consejo Insular de democratización del agua, en la búsqueda de que cualquier persona que quiera iniciar una actividad agropecuaria no encuentre en el agua un obstáculo para conseguir sus propósitos». Morales sostuvo que la corporación «hace una apuesta decidida por el sector primario y por la soberanía alimentaria», con la defensa del concepto de Kilómetro Cero, la agricultura, ganadería, quesos y vinos. «También de la sostenibilidad ambiental, entendida como una manera de hacer las cosas que pone en valor, en equilibrio, los fines y los modos», declaró.

Acompañado por el consejero de Sector Primario, Miguel Hidalgo, y el gerente del Consejo Insular de Aguas, Carmelo Santana, Morales hizo referencia al lema Acelerar el cambio, elegido este año para conmemorar el Día Mundial. A su juicio, esa senda del cambio se está empezando a transitar en otras partes del mundo, debido a los efectos negativos del cambio climático, pero que en Gran Canaria ya se inició en las décadas de 1970 y 1980.

Ese esfuerzo, comentó, ha permitido que la Isla pase de una cifra cercana a los 120 hectómetros cúbicos de extracción de aguas subterráneas en aquellas décadas del siglo pasado a los actuales 55 hectómetros cúbicos, y que la desalación haya evolucionado de los poco más de 8 hectómetros cúbicos de entonces a los 88 de hoy en día. «Pero este camino del cambio para nuestra Isla no ha hecho más que empezar y nuestros retos han ido mutando», insistió. Entre esos nuevos desafíos se encuentran los relacionados con la energía, dado el elevado consumo energético que se asocia a la producción industrial de agua.

Un reto al que la Institución responde con proyectos como ‘Renovagua’, que busca vincular al sistema de producción insular gestionado por el Consejo Insular de Aguas numerosas y variadas instalaciones de generación de energías renovables, para reducir así la dependencia de los combustibles fósiles y los costes energéticos.

Y, en este capítulo, aparece y de forma muy destacada el proyecto del Salto de Chira, que permitirá, mediante la implantación de una central de bombeo, acumular los excedentes de energía renovable, de modo que adoptará así un papel capital en las políticas de descarbonización promovidas por el Cabildo de Gran Canaria. Una iniciativa que «supondrá también disponer de 700.000 metros cúbicos anuales para el riego de las cuencas de Tejeda, Artenara, Tunte y Mogán y un canon anual de 6 millones de euros, que se destinarán a abaratar el coste del suministro de agua», expuso el presidente Morales. «Sin lugar a dudas, Salto de Chira es una referencia en la materia y nos convertirá en vanguardia mundial en conjunción con la eólica marina», aseveró.

La tarea del Gobierno de Gran Canaria conlleva, asimismo, responder a exigencias relativas a la innovación, con la voluntad de mejorar los sistemas de producción de agua. Una línea de trabajo que se ve reflejada en la colaboración suscrita por el Consejo Insular de Aguas con el Centro con el Desarrollo Tecnológico y la Innovación del Ejecutivo estatal, para la compra pública de un sistema de desalación de agua de mar innovadora, «buscando desalar agua de mar con un consumo energético por debajo de los 2,0 kilovatios/hora por metro cúbico, con la menor producción de salmuera posible, y que supone un importante espaldarazo a la labor del Consejo Insular de Aguas como gestor a escala insular», explicó.

La planificación y de la gestión de los riesgos de inundación son otros dos retos que el Cabildo ha plasmado en los proyectos de Plan Hidrológico Insular y de Plan de Gestión de Riesgos, que recientemente han sido aprobados en Consejo de Gobierno Insular y que serán tratados en el próximo Pleno de la Corporación. «Estos planes nos permitirán, por fin, igualarnos al resto de demarcaciones y afrontar el siguiente ciclo de planificación con el sosiego adecuado, potenciando la coordinación interadministrativa y dando más protagonismo a la sociedad», expuso el presidente.

En este sentido, detalló que el Plan Hidrológico Insular incluye, en su última versión consolidada, un total de 208 medidas, de las que 134 son de nueva inclusión en este último ciclo, por un importe total estimado de casi 720 millones de euros, y a las que hay que sumar otras 38 medidas, cerca de otros 8 millones más, que se incluyen en el Plan de Gestión de Riesgos de Inundación.

Asimismo, Morales puso el acento en los desafíos referentes a la necesidad de dotar las zonas de Medianías y Cumbres de Gran Canaria de los recursos hídricos suficientes, para lo que se está promoviendo la firma de convenios de colaboración público-privada. De hecho, en el mismo acto se rubricó una declaración de intenciones para la formalización de dos de estos futuros acuerdos, destinados al intercambio de agua y de encomiendas de gestión con la Heredad de Aguas de Agaete y Firgas y con la Junta Permanente de Heredades de Las Palmas, Dragonal, Bucio y Briviesca.

Por último, el presidente insular hizo hincapié en la necesidad de proporcionar al sistema hídrico insular la capacidad de producción y de almacenamiento adecuadas para atender, con el grado de seguridad y de flexibilidad idóneos, las demandas de la sociedad. Un eje de acción en el que adquieren papeles protagonistas iniciativas del Cabildo como las futuras ampliaciones de la planta desaladora de Arucas-Moya, con un presupuesto aproximado de 20 millones de euros, y de la planta de tratamiento terciario de Barranco Seco, con otros 20 millones de coste, así como el depósito regulador de El Fondillo, presupuestado en 5 millones más, entre otras actuaciones. «Unos proyectos que, en su conjunto, suponen más de cien millones de inversión», concluyó Morales.

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