Entrevista | Berta Lago Coordinadora del Observatorio de Renta Básica de ATTAC España

Berta Lago: «La Renta Básica Universal no toca ni un euro de los derechos que ya tenemos»

Berta Lago (Madrid, 1949) es trabajadora social de amplia experiencia. Ha llegado a Gran Canaria de la mano de ATTAC España para hablar en una jornada celebrada en el Cabildo de Gran Canaria sobre la necesidad de la Renta Básica Universal como uno de los pilares del Estado de bienestar.

Berta Lago

Berta Lago / Juan Castro

José A. Neketan

José A. Neketan

Con estas jornadas defienden en Gran Canaria el proyecto de Renta Básica Universal.

Sí. Los que defendemos la Renta Básica Universal (RBU) lo hacemos como un derecho a la riqueza que socialmente hemos conseguido entre todos. Y se ha hecho para garantizar el derecho a un nivel básico de ingresos que te permitan realmente ser libre. Ser una persona cuya dignidad no está continuamente siendo vulnerada, y, en ese sentido, poder participar plenamente de la sociedad y de la vida, en contra de lo que en este momento existe en el país, que son las rentas mínimas. Defendemos la Renta Básica Universal como asignación económica, periódica, que el Estado garantiza como derecho de cualquier persona que resida en el país y con carácter individual y universal. Todas las rentas que ahora mismo existen te piden que cumplas con todos los requisitos de que eres pobre, y además solo persiguen la integración laboral. Parece que lo único por lo que eres merecedor de estar en el mundo es para que trabajes, en un momento en que cada vez el empleo es menor porque se sustituye con robots o automatización de procesos y, por otro lado, que los empleos que están surgiendo hay un abismo de formación y capacitación de personas para poder hacerse con esos trabajos. Seguir centrando que la integración y la inclusión están en el empleo, es falso, no es correcto y lo único que genera es mucho malestar e insatisfacción.

¿Qué impide que esta Renta Básica Universal sea realidad?

Pues que lo defendamos y que lo exija la sociedad. Ningún derecho se ha conseguido sin presión popular. Esta renta es un derecho que cada vez es más necesario para que de verdad hablemos de democracia. Pero difícilmente podemos ejercer una democracia real y una actuación como ciudadanos políticos si estamos bajo la presión y el gasto de energía en cómo conseguimos comer al día siguiente. Que la energía que hay que emplear para sobrevivir merma mucho la capacidad de participación de las personas por mucho que se hable.

Si beneficia a tantos millones de personas, si se convoca una manifestación ¿cuántas personas irían?

Desgraciadamente, no mucha porque hay mucha confusión y se asocia mucho a la ‘paguita’, palabra que sinceramente no me gusta y, por otro lado, tenemos una cultura y una creencia demasiado fuerte del 'ganarás el pan con el sudor de tu frente'. Se ha fomentado cada vez más el individualismo en lugar e fomentar la solidaridad, y entonces no es fácil. De hecho, las propias personas que viven situaciones difíciles por diferentes motivos, muchas veces tienen un comportamiento similar con otras personas que están viviendo situaciones parecidas. Conseguir superar eso y que sea masivo es en lo que estamos, pero también es verdad que llegar a todo el mundo, no es fácil porque no tenemos los medios y es más fácil caer en las palabras mágicas de algunos políticos, que dicen algunas cosas cuando quieren decir otras.

BERTA LAGO

BERTA LAGO / Juan Castro

¿Tiene el Gobierno de España, en este caso, músculo económico para que esta Renta Básica Universal se haga realidad?

Dinero hay. De la misma manera que se salvaron a los bancos. Yo siempre digo que es un tema político. Querer de verdad que todos los ciudadanos y ciudadanas tengamos garantizado un nivel básico. Que todos podamos ser dueños de nosotros mismos. Que tengamos la libertad de elegir y de hacer. El tema es que se quiera que eso ocurra porque es mucho mejor tener sometida a mucha gente y mantener las situaciones de poderes del capitalismo frente a que todo el mundo tenga capacidad de elegir, de hablar..., que sería de alguna manera lo que conseguiríamos. Pero está demostrado que se puede. En esta jornada ha intervenido Daniel Raventós, que acaba de publicar el libro ‘En defensa de la renta básica’, junto con otros economistas, que son Jordi Arcarons, Julen Bollain y Lluis Torrens. Todos ellos son miembros de la red Renta Básica, donde se habla de la financiación, no solo en España, que ya tiene libros anteriores publicados, sino en la Unión Europea. Ahora mismo hay una gran desafección a la hora de la participación política. Una visión muy crítica de lo mal que trabajan los servicios públicos, pero es que no se está dando el peso desde la política a lo público. Se le abre la mano más a lo privado. Todo eso hace que ahora mismo haya en la población poca capacidad de crítica y muchas personas la poca energía que tienen la están utilizando para sobrevivir. Pero insisto, la Renta Básica, tal y como la proponemos, no toca ni un euro de los derechos que ya tenemos, como la Educación o la Sanidad. Debería ser uno de los pilares de estado de bienestar. Saber que solo porque eres y estás tienes una garantía que te iguala de verdad a todos, y eso nos haría sentirnos diferentes. 

¿Esa renta básica está cualificada?

En la renta básica que defendemos se habla de una cantidad suficiente porque se dice que tiene que ser igual o superior a la cuantía que se establece como umbral de pobreza. Y en este momento en España podemos hablar de 800 euros más o menos. Las rentas existentes ahora mismo en general, y aquí tiene un protagonismo especial el Ingreso Mínimo Vital, que desde junio de 2020 puso en marcha el Estado y que nació en su momento intentando paliar las consecuencias de la pandemia, pero que realmente ha sido o es una renta configurada sin contemplar de verdad lo que perseguía. La vendieron muy bien diciendo que nadie se iba a quedar fuera, y la realidad es que ha dejado mucha gente atrás. No ha nacido teniendo en cuenta, desde el punto de vista normativo, la convivencia con las rentas autonómicas o las rentas mínimas, se llamen como se llamen en cada autonomía, y eso ha dado lugar, primero, a que en general las rentas autonómicas todas tienen el carácter de subsidiarias, es decir que la norma estatal va por delante. Todas exigen que primero se solicite el ingreso mínimo vital y ahí difieren las comunidades autónomas. En cualquier caso no ha mejorado porque no regula la complementariedad. Ni el ingreso mínimo vital ni las rentas autonómicas cumplen con lo que establece la Carta Social Europea para en el artículo 13 fundamentalmente, pero se incumple, por muchas razones, y una de ellas es la cuantía. Pues con el Ingreso Mínimo Vital hubiese sido bueno que se buscara una articulación, puesto que son corresponsables tanto los gobiernos autonómicos como el estatal para dar respuesta a la Carta Social Europea, y eso no se ha hecho, y está creando una situación peor de protección de las personas con más necesidad.

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