Valsequillo

El prodigio de Daniel Eliecer, el runner de Valsequillo que se ha convertido en campeón de Canarias

Sosa Ramírez defiende los colores de Canarias en el campeonato de España de carrera de montaña tras ocho años de entrenamiento que inició con 120 kilos de peso

Los entrenamientos de Daniel se resumen semanalmente en 80 kilómetros de carrera y 60 de bicicleta 

El próximo 25 de mayo volverá a Tejeda para defender el título y a mediados de junio viajará a La Palma

En la imagen, Daniel Eliecer y a sus espaldas, la montaña en la que desarrolla sus entrenamientos diarios, en Valsequillo

En la imagen, Daniel Eliecer y a sus espaldas, la montaña en la que desarrolla sus entrenamientos diarios, en Valsequillo / Jose Carlos Guerra

Daniel Eliecer Sosa Ramírez (Valsequillo, 05-07-1988) se ha convertido en un prodigio. En ocho años ha pasado de tener un peso de 120 kilos a convertirse en el representante de Canarias en el campeonato de España de carreras de montaña, además de ser campeón de la Copa de Tejeda por partida doble y campeón de la Copa Canaria. Un viaje duro que ha hecho de la mano con su mujer y su hija de cuatro años.

El Daniel de 2016 nunca llegó a imaginar lo que la vida le tenía preparado para el futuro. Con 28 años y después de una juventud de deportista, una revisión médica le confirmó sus peores pronósticos: sobrepeso y colesterol. Una noticia que recibió con temor y un objetivo a corto plazo que le hizo superarse a sí mismo. "Desde que era pequeño jugaba al baloncesto, pero cuando comencé a trabajar era incompatible", comenta. Cuando dejó las canastas, su ejercicio diario pasó a estar en el gimnasio, pero no fue suficiente para mantenerse en forma.

La historia de Daniel Eliecer Sosa Ramírez es de esas que se podría publicar en los libros de superación, pues su mentalidad y su esfuerzo diario le han convertido en un modelo a seguir en todos aquellos que ven sus metas muy lejanas. "Con la noticia de que tenía colesterol, me propuse correr la carrera del pueblo para tener un fin y bajar de peso, pero no era capaz de correr ni cinco kilómetros", recuerda. Un compañero que ya se dedicaba a las carreras de montaña, echó una mano a Daniel en sus primeros pasos y en dos meses logró perder 30 kilos.

Ocho años de cambios

"Cuando terminé mi objetivo, que era el de correr por el pueblo, el compañero que me entrenaba me dijo que se me podía dar bien esto, y lo que comenzó como una bobería terminó con toda esta aventura". Ocho años después de aquel viaje, Daniel Eliecer es campeón de la Copa de Tejeda por partida doble y campeón de la Copa Canaria. Meses en los que los entrenamientos diarios han sido (y son) protagonistas, alternándolo con su puesto de trabajo y su paternidad. "Cogí un entrenador y evolucioné hasta que llegó la pandemia, momento en el que me decidí a coger un nutricionista y comenzaron a llegar los triunfos", comenta.

Daniel Eliecer durante el campeonato de España de carrera de montaña, en Tarragona

Daniel Eliecer durante el campeonato de España de carrera de montaña, en Tarragona / LP/DLP

El domingo 5 de mayo, Daniel Eliecer viajó a Tarragona en su primera competición fuera del archipiélago para representar a Canarias en el campeonato de España de carrera por montaña. Un recorrido de 34 kilómetros y 2.500 positivos, que hace referencia al desnivel de la prueba. "Fue una experiencia brutal con un ambiente buenísimo y un alto nivel de competidores", explica. "No tengo palabras para describir lo que significó defender la bandera Canaria", confiesa emocionado.

Un cambio a mejor

Con la motivación propia del deportista que ve sus frutos, el próximo sábado 25 de mayo, Daniel volverá a competir en Tejeda, con la aspiración de defender el título después de dos años seguidos proclamándose campeón. A mediados de junio, el destino será La Palma, lugar en el que disputará el campeonato de Canarias. "Si miro hacia atrás veo que mi vida ha cambiado a mejor, porque cuando entreno siento que dejo todos los problemas atrás, y es una paz mental ponerse los cascos y adentrarte en la montaña", asegura.

Campeonato de carrera por montaña en Tarragona, el pasado 5 de mayo

Campeonato de carrera por montaña en Tarragona, el pasado 5 de mayo / LP/DLP

La historia de superación de este vecino de Valsequillo no ha sido sencilla, puesto que su camiseta de entrenamiento, sus playeras y su sudor diario esconden la parte mala de una historia mal contada. En muchas ocasiones, los entrenamientos son nocturnos y el esfuerzo no está pagado. "Todo lo que tengo me lo he costeado yo con ayuda de mi equipo, que es Hilera de La Palma, pero el Ayuntamiento de Valsequillo nunca me ha ayudado en nada, y a pesar de que hay pueblos que dan o reciben ayudas de organismos privados, hasta ahora ninguna empresa se ha preocupado por mí", explica Sosa Ramírez.

Premiar al sacrificio

Sus logros también esconden las noches sin dormir y el mes que estuvo sin librar antes del campeonato de España, cuando salía de su casa a las ocho de la mañana y volvía a las once de la noche. Unos entrenamientos que se resumen en 80 kilómetros de carrera y 60 kilómetros de bicicleta semanales. "Lo importante aquí es premiar el sacrificio, porque esto es durísimo y muchas veces me he planteado en dejarlo todo porque nunca recibes lo que das", dice.

Daniel Eliecer y a sus espaldas las montañas de Valsequillo por donde entrena

Daniel Eliecer y a sus espaldas las montañas de Valsequillo por donde entrena / Jose Carlos Guerra

Daniel Eliecer describe su vida como "satisfactoria a nivel personal" y "sacrificado a nivel institucional". Una historia de superación debido a que en sus comienzos nadie confiaba en sus posibilidades, y donde sus padres, su mujer, su hija y sus suegros han jugado un papel muy importante. "Si tuviera que mandar un mensaje diría que las cosas tienen que salir de uno mismo y buscar una aspiración. Buscar sobre todo la salud, porque sino la vida se nos va antes de tiempo", comenta.

Espíritu de campeón

Un recorrido lleno de altibajos en el que el agradecimiento va a toda su familia, pero especialmente a su pareja Dácil, que fue la que siempre confió, y a su pequeña Giselle, que a sus cuatro años ya apunta maneras para poder ganar las medallas como las de su padre. El héroe de sus superheroínas que carrera a carrera ha conseguido coronarse a nivel profesional, pero también personal. "Para ser campeón hay que tener espíritu de sufrimiento, porque el día de la competición es difícil no sufrir, y siempre hay momentos en los que tienes que saber controlar los sentimientos".

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