Los recuerdos de los profesores del CEIP Maspalomas I protagonizan el pregón de las fiestas de San Fernando

‘El Colegio de Mi Vida’, el pregón cargado de recuerdos entrañables de los profesores del CEIP Maspalomas I en su 50 aniversario

Foto de familia del profesorado junto a Pérez y Vega tras recibir la placa conmemorativa.

Foto de familia del profesorado junto a Pérez y Vega tras recibir la placa conmemorativa. / LP/DLP

La Provincia

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Las fiestas de San Fernando de Maspalomas, organizadas por la Concejalía de Festejos y Eventos del ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, dieron el pistoletazo de salida con un pregón cargado de recuerdos, de vivencias y de historias personales protagonizadas por antiguos profesores del CEIP San Fernando de Maspalomas (Maspalomas I) vividas durante sus 50 años de historia. El primer centro escolar del Sur grancanario, que entró en funcionamiento en el curso escolar 1973/1974, acogió en sus inicios a 650 alumnos procedentes de núcleos urbanos inconexos y alejados de San Fernando, escolarizando a los hijos de pescadores, agricultores y aparceros que acudían a clases “con ansias de aprender y con una curiosidad infinita”, señaló Maria del Carmen Alejo, ex profesora del centro, jubilada en 2013.

El pregón se realizó a través de un video testimonio donde las docentes Natividad Cabrera, María del Carmen Alejo, Teresita Ramírez, María del Pilar Fernández, María Guayarmina Godoy junto al actual director, Germán Silva; rememoraron la historia del centro, el crecimiento de sus alumnos, el estrecho vínculo que la comunidad escolar creó con las Fiestas de San Fernando o cómo la multiculturalidad ha sido siempre clave en la formación de los alumnos ya que “también ahora en la actualidad, el 51% de nuestros alumnos, son extranjeros”, indicó Teresita. Las profesoras hicieron repaso por la pasarela multicultural que se han realizado en el centro, donde cada nacionalidad “traía vestimenta o alimentos representativos de su país”.

La relación del colegio con las Fiestas de San Fernando ha sido muy estrecha a lo largo de la historia porque en el aparcamiento exterior se instaló, durante muchísimos años, un chiringuito para servir comida y bebidas donde todo lo recaudado era destinado a sufragar el viaje de Fin de Curso de los alumnos que concluían 8º de EGB. “Éste chiringuito, no era simplemente recaudatorio, sirvió como lugar de encuentro para toda la comunidad educativa. Allí, padres, madres, profesores y alumnos trabajaban por un fin común, y servía para relacionarnos de manera más distendida; además, permitía conocer a los alumnos en otro entorno antes de viajar con ellos, pues en principio lo que parecía un alumno sin intereses se convertía en otra persona al interactuar sirviendo las mesas o en las barras”, destacó Alejo. El primer viaje y prueba piloto fue a Tenerife y después, el ex director Luis Cid, se atrevió con el salto a la Península. Las docentes señalaron que el viaje “es una gran responsabilidad”, tanto que algunas, como en el caso de María del Pilar “probé una vez y ya no más, porque tuve migraña toda la semana sólo del estrés que conlleva hacerse cargo de la responsabilidad de hacerte cargo de tantos menores”.

El momento más emotivo llegó cuando las maestras respondieron a la pregunta de “¿qué creen que representan ustedes y el Colegio Maspalomas I para la sociedad?” a la que el actual director respondió “ellas y ellos son las raíces de San Fernando, son sólo han formado a alumnos, han creado sociedad. Hemos llegado a los 50 años y no todo el mundo puede decir lo mismo”. Ante la pregunta de “¿con qué recuerdos se quedan de la época?”, indicaron “las ganas y la ilusión, la implicación de todos, en el Día de Canarias con Sancocho, las comidas de Navidad, lo enormes Belenes que creábamos entre toda la comunidad educativa o aquellos abuelos que traían sus cabras para enseñar a ordeñar y a hacer quesos cuando la ocasión lo demandaba”.

Un punto de inflexión vivido en el centro fue la división del centro para ver nacer el Maspalomas III. Esta división se realizó para, por un lado, dar cabida a los alumnos del Instituto que recibían entonces las clases en unas aulas/oficinas del Yumbo. Lo que era una solución en principio, supuso un “trauma” a los alumnos de la EGB porque los alumnos que habían estudiado juntos desde los primeros años se vieron obligados a trasladarse a un nuevo centro contiguo pero separados por unas “rejas” lo que hacía que “los niños se buscasen a través de esa valla, se pasasen el balón de un colegio al otro, buscaban el contacto y el juego del antiguo compañero ahora ubicado en otro centro separado sólo por una reja”.

Como hitos de lo conseguido, destacaron ser el primer centro de educación que consiguió aplicar el horario continuo “las distancias entre los lugares de residencia y el colegio hacían inviable que a los niños les diera tiempo a trasladarse desde el centro a casa, comer y volver”, y también ser el primero que permitió la co-educación “centros que permitían que coexistieran en las aulas, los niños y las niñas”, todo esto, indicaron, fruto del trabajo realizado por el ya desaparecido ex director, Luis Ocaña.

Para terminar, no faltaron palabras para el personal no docente del Centro como las limpiadoras o ‘Tato’ “el gran que conseguidor”, el personal de Administración... que participaron de la labor docente aportando “mucho cariño a toda la comunidad”. Para concluir el acto, el alcalde de San Bartolomé de Tirajana, Marco Aurelio Pérez; y la concejala de Festejos y Eventos, Yilenia Vega, hicieron entrega de una plaza conmemorativa a todas las profesoras participantes en este pregón, así como otra que recogió el actual director del Centro, en reconocimiento por estos 50 años de educación, formación y creación de sociedad”.