Los operarios regresan a la obra paralizada de Fernando Guanarteme

Vecinos y comerciantes de Fernando Guanarteme celebraban este martes el retorno de los operarios a la obra que mantiene la calle cortada desde hace más de un año. Los trabajos para ampliar las aceras de la vía, paralizados en noviembre, aún tardarán, pero el Ayuntamiento ha decidido acometer labores de adaptación de la vía para facilitar el tráfico entre Santa Catalina y la plaza de América, según han confirmado fuentes municipales. 

Los operarios se encontraban ajetreados este martes por la mañana. Primero trajeron material para llevar a cabo los trabajos y a continuación realizaron mediciones en las aceras del tramo entre las calles Viriato y Pizarro. Las obras provisionales, adjudicadas a través de un contrato menor, tienen un plazo de ejecución breve, de no más de un mes y medio, por lo que deberían estar concluidas en mayo.

El sexto tramo de Fernando Guanarteme fue adjudicado por el Ayuntamiento en julio de 2022 -la formalización del contrato tuvo lugar en agosto de ese año- con un plazo de ejecución de 12 meses. La constructora Abaldo, seleccionada para llevar a cabo la ampliación de aceras por 998.200 euros, solicitó en septiembre de 2023 una prolongación de plazo hasta finales de noviembre, aunque a comienzos de ese mes ya había retirado de la zona de obras buena parte de los materiales y la maquinaria. En ese momento, el Ayuntamiento negaba que existiese «ninguna anomalía» en la ejecución. 

Incumplimiento de plazos

El pasado mes de enero, el concejal de Desarrollo Urbano, Mauricio Roque, explicó que en la fecha prevista para la conclusión de las obras «apenas se había ejecutado el 22,43% del presupuesto adjudicado sin que se hubiera solicitado una nueva ampliación». Ante esa situación, el Ayuntamiento optó por resolver el contrato «por causas imputables a la empresa, incumplimiento de los plazos establecidos», según detalló en la Comisión de Pleno de Urbanismo y Desarrollo Sostenible.

La ampliación de aceras de Fernando Guanarteme, ejecutada en varios tramos desde hace casi una década, es un viejo anhelo de vecinos y comerciantes, que han expresado sus quejas por el modo de acometer las obras, no por la transformación en sí. Los trabajos consisten en la demolición del pavimento, los bordillos y el asfalto que queda dentro de la nueva alineación para ganar espacio para los peatones. En este tramo, además, está prevista la plantación de ejemplares arbóreos de cuatro especies que den sombra a la calle. En total, el espacio de actuación abarca unos 7.000 metros cuadrados, de los que 3.200 corresponden a la zona de peatones y otros 3.400 al tráfico rodado. Las áreas para estacionamiento o carga y descarga tendrán reservados otros 460 metros cuadrados.

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