Terremoto en el FC Barcelona

Xavi fuera del Barça: Laporta trae a Flick en un movimiento sorpresa

El presidente del FC Barcelona comunica su decisión oficialmente al entrenador apenas 48 horas antes del último partido de la temporada contra el Sevilla

El exseleccionador alemán, nuevo entrenador del Barça

Hansi Flick, exseleccionador de Alemania y nuevo entrenador del Barça.

Hansi Flick, exseleccionador de Alemania y nuevo entrenador del Barça. / SP

Marcos López

Marcos López

En un giro inesperado y tras días de silencio, Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, ha tomado una decisión drástica: despedir a Xavi Hernández como entrenador del primer equipo y sustituirlo por el exseleccionador alemán Hansi Flick.

Esta decisión se comunicó oficialmente a Xavi apenas 48 horas antes del último partido de la temporada contra el Sevilla, cerrando un período de casi diez días de silencio y tensión institucional. En este periodo, la desconfianza y el recelo se apoderaron del ambiente, culminando en un divorcio definitivo.

El despido de Xavi Hernández marca el fin de una etapa y el inicio de otra bajo la dirección de Hansi Flick. La decisión de Joan Laporta ha generado controversia y expectativas, dejando claro que el futuro del FC Barcelona dependerá en gran medida de la capacidad de Flick para devolver al equipo a la senda del éxito. Con tres entrenadores en poco más de tres años, la estabilidad y el rendimiento serán cruciales para la próxima temporada.

La comunicación del despido

Xavi, que se encontraba en un estado de incertidumbre, finalmente recibió la noticia de su destitución este viernes. El anuncio pone fin a un período de especulación y falta de comunicación clara por parte del club, y se hizo apenas dos días antes del encuentro final de la Liga. Esta decisión también se acompaña de la confirmación de que Hansi Flick, exseleccionador alemán, será su sucesor y asumirá el cargo sin dilación, la próxima semana.

La relación entre Xavi y Laporta

La relación entre Xavi y Laporta se había deteriorado significativamente en los últimos días. A pesar de los intentos de Xavi por obtener claridad directamente del presidente, Laporta lo evitó físicamente, limitándose a una breve reunión después de la victoria contra el Rayo Vallecano y una corta llamada telefónica al final de la Liga.

Una cumbre improvisada

El viernes, justo después del penúltimo entrenamiento antes del viaje a Sevilla, se improvisó una reunión de la comisión deportiva del Barça. En ella, participaron figuras clave como Laporta, Deco, Bojan, Rafa Yuste, Enric Masip y Joan Soler.

Esta reunión adelantó la decisión que inicialmente estaba programada para la próxima semana, justo antes de la final femenina de la Champions que se disputará en San Mamés entre el Barça y el Olympique de Lyon.

El 'pacto del sushi' y su ruptura

Hace un mes, el 24 de abril, Xavi había sido ratificado en su puesto durante una cena que se conoció como el ‘pacto del sushi’. En esa ocasión, Laporta y la junta directiva decidieron mantener a Xavi bajo la premisa de que la estabilidad del proyecto era crucial. Sin embargo, esta estabilidad se ha visto comprometida una vez más con la destitución de Xavi, invalidando el contrato que lo vinculaba al club hasta 2025.

El cambio de opinión del presidente

La decisión de destituir a Xavi ha generado inestabilidad en el club. En enero, cuando Xavi presentó su dimisión, Laporta la aceptó, reconociendo su estatus de leyenda del Barça.

En abril, a pesar de que la mayoría de la junta directiva consideraba que Xavi no debía continuar, Laporta decidió mantenerlo. Pero tres semanas después, el presidente cambió nuevamente de opinión, lo que ha resultado en otro relevo traumático en el banquillo del Barça.

La era de Hansi Flick

Con la llegada de Hansi Flick, el FC Barcelona busca una nueva dirección bajo la batuta del exseleccionador alemán. Flick, conocido por su éxito con la selección alemana y el Bayern de Múnich, será el tercer entrenador del Barça en los últimos tres años, un periodo marcado por la inestabilidad en el banquillo.

Laporta, que en su primer mandato solo tuvo a dos entrenadores en siete años, ahora enfrenta el desafío de estabilizar el proyecto con Flick al mando.