La querella a Newport augura una fuga de inversores de la 'ciudad del cine' de Dreamland

Los denunciantes se atribuyen la marca, la experiencia en el sector audiovisual y los contactos con los colaboradores

Maqueta de los estudios cinematográficos de Dreamland en el municipio de Telde.

T. M. R.

La querella interpuesta contra José Antonio Newport por parte de dos de sus socios en el proyecto Dreamland salpica de forma directa a la creación de los estudios cinematográficos en Telde, pues según la demanda que tramita el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 4 de Puerto del Rosario son las entidades denunciantes, Alquimia y Volcano, las que se atribuyen la propiedad de la marca, la experiencia en el sector audiovisual y los contactos con los «colaboradores reales» y con los «potenciales inversores», entre los que se citan a KPMG, IDOM, Acciona, Constructora San José, Elecnor, Porcelanosa y Microsoft. 

La querella sostiene que los representantes de los empresas Alquimia, Carlos Albero Inarejos, y Volcano, Sebastián Álvarez Castro, no solo son los autores del proyecto que se pretendió instalaren Fuerteventura y ahora en Gran Canaria, sino que también fueron los que consiguieron involucrar a esos colaboradores e inversores a través de sus contactos en la industria cinematográfica y audiovisual. 

La denuncia por la vía penal contra Newport augura una larga batalla judicial entre los tres socios iniciales de Dreamland Studios SA y, sea cual sea el desenlace del pleito en los tribunales, el previsible desmarque de Alquimia, Volcano y sus potenciales inversores en el desarrollo de la ciudad del cine prevista en el antiguo campo de golf de El Cortijo

Desde la tarde del pasado lunes, cuando se hizo pública la apertura de diligencias previas en el Juzgado y las acusaciones de sus socios, José Antonio Newport ha guardado silencio sobre el contenido de la denuncia y las posibles repercusiones en la construcción de los estudios cinematográficos en el municipio de Telde.  

Los propietarios de Alquimia y Volcano sostienen que ellos consiguieron a los otros colaboradores

El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, sí opinó el martes que la disputa judicial no tendrá incidencia en las actuaciones previstas por el Grupo Newport en la Isla y explicó que los trámites administrativos para la creación de esa ciudad del cine en Telde siguen su curso en la Consejería de Política Territorial.  

Las acusaciones incluidas en la querella ya hacen prever una ruptura total de esos dos socios con Newport, como cuando se asegura que sus conductas «no se quedan en simples actuaciones contrarias a la debida lealtad empresarial», sino que «alcanzan el cariz de una estrategia delictiva con la que el querellado, el Sr. José Antonio Newport, administrador único de Dreamland Studios SA desde el año 2021, ha dispuesto groseramente de activos societarios desde el mes de marzo de 2023 aprovechándose de las facultades que le fueron encomendadas como administrador». 

«En este ejercicio abusivo y delictivo de sus facultades gestoras», añade la querella, «ha logrado llevar a la empresa Dreamland Studios SA y a sus socios minoritarios, a una situación extrema, asumiendo por ella compromisos millonarios sin haber informado debidamente a los querellantes con el único ánimo de beneficiarse a sí mismo y a terceros».  

Según se asegura en la denuncia, hubo una «importante labor previa» de Albero y Álvarez para dar vida al proyecto Dreamland, que nació «con vocación de convertirse en un complejo cinematográfico y tecnológico a la vanguardia de Europa, compuesto por estudios de cine, oficinas y un parque temático de realidad virtual en la isla de Fuerteventura».  

Los socios que han denunciado a Newport, sostiene el escrito al juez, «son profesionales con amplia experiencia en el sector cinematográfico y audiovisual, y con la capacidad de crear valioso contenido gráfico y virtual» para la puesta en marcha de los estudios Dreamland. Para demostrarlo, se remiten a una documentación adjunta que incluye «el proyecto original creado por Albero» y una relación de renders [imagen digital en tres dimensiones que se crea a partir de un modelo o escenario] también realizados por Alquimia.

Siempre según los denunciantes, el primer interesado en colaborar en la ejecución del proyecto fue el Cabildo de Tenerife, con una carta de apoyo de su presidente que también se aporta en la querella.

La gravedad de las acusaciones y la desconfianza hace poco probable una salida amistosa

La primera versión del proyecto es de 2017 y «fue evolucionando y trabajándose durante los años posteriores con la colaboración y participación» de Sebastián Álvarez a través de su productora Volcano. «El proyecto también recibió una amplia y calurosa acogida por parte de productores internacionales que gracias a Volcano manifestaron su intención de trabajar para Dreamland; que se manifestó en una gran cantidad de cartas de interés en colaborar», apunta la querella. 

Un dossier con esos documentos de apoyo a Alquimia y Volcano «fue utilizado a nivel político y administrativo como justificación del proyecto y para darle visibilidad», añade. 

Un correo electrónico de Albero incluido en la denuncia, de julio de 2023, refleja el previsible abandono del proyecto de éste y de sus colaboradores. «Tengo que ver sin capacidad de réplica -denuncia- como una empresa que llega a última hora, poniendo a día de hoy la mitad de dinero de la que yo mismo he puesto y vendiendo al proyecto un campo de golf abandonado por cinco millones de euros, se lleva todo el protagonismo como si de repente el proyecto fuera suyo y la idea no fuera mía desde un inicio. En Gran Canaria el proyecto es Newport/Lopesan y en Fuerteventura el proyecto es Newport. Y el asunto es que a nivel empresarial no tengo grandes pretensiones y puedo ser más flexible. Pero como bien sabéis a nivel creativo, artístico, cinematográfico y tecnológico, mi intención es crear una marca personal y todas mis creaciones deberían apoyar esa línea y no ser 100% eclipsadas por empresas que han llegado a sumarse a mis ideas y proyectos».  

Un productor canario

Sebastián Álvarez, uno de los denunciantes al considerarse perjudicado por José Antonio Newport, es productor ejecutivo de Volcano Films y una de las figuras de referencia en el ámbito audiovisual de Canarias. En su trayectoria figura su participación como productor en la obra Esposados, de Juan Carlos Fresnadillo, primer cortometraje español nominado a los Óscar. En 1994 creó Volcano Films, una de las primeras productoras de servicios cinematográficos en España. Presidió el Clúster Audiovisual de Canarias y entre sus trabajos más destacados como productor figuran, entre otras, Caótica Ana de Julio Médem, Exodus: Gods and Kings, la mayor producción hasta la fecha en islas, de Ridley Scott, Evolution, de Lucile Hadzihalilovic, La Viajante, de Miguel Mejías, y Rendir Los Machos, de David Pantaleón. | J.M.N.

Suscríbete para seguir leyendo