Los peligros que acechan al alma de Vegueta

La Casa de Colón acoge la primera jornada para conmemorar el 50 aniversario del barrio fundacional como BIC con la vista puesta en su arte y su patrimonio

Vista general de la conferencia sobre Vegueta en la Casa de Colón.

Vista general de la conferencia sobre Vegueta en la Casa de Colón. / LP/DLP

«Las ciudades tienen que tener alma, si no se convierten en Playa de las Américas». Con esta contundente frase se expresó Margarita Rodríguez González, catedrática de historia del Arte, en el transcurso de la primera de las jornadas 'Encrucijada de arte, arquitectura y patrimonio en Canarias'. El Cabildo de Gran Canaria abrió este lunes este ciclo de conferencias con motivo del 50 aniversario de la declaración de Vegueta como Bien de Interés Cultural (BIC). La Casa de Colón fue el lugar escogido como marco de este primer encuentro y en días sucesivos tomarán el relevo otros edificios emblemáticos del casco histórico de Las Palmas de Gran Canaria.

Vegueta celebra medio siglo protegiendo su alma. Alma de la que el cronista oficial de la capital y de la Isla, Juan José Laforet, describió y desmenuzó durante la conferencia inicial, porque, «¿La historia si no tiene alma, para qué nos sirve?». El investigador incidió en que, más allá de monumentos y edificios históricos, hay que poner en valor «esa Vegueta vivida y sentida»; al tiempo que expuso que este barrio no se entiende sin hablar de Triana y de los Riscos que lo circundan.

Laforet definió a Vegueta como un «símbolo auténtico de crisol cultural» e «imagen y reflejo del trasiego humano a través de los siglos». Y es que el papel de encrucijada en ese medio camino entre continentes fue una de las características que más pusieron en valor los distintos ponentes a lo largo de la jornada. Según el cronista, el núcleo fundacional de la ciudad «dignifica nuestro pasado».

Varios ponentes alertaron de la turistificación y sus riesgos, como ha ocurrido en Venecia

En ese retrato del alma veguetera, Laforet señaló que «si como se ha dicho, Canarias ha sido para América y Europa, puerta de entrada a su encuentro, Vegueta y Triana son la materialización espiritual de esa puerta». Tras hacer un repaso por los planos históricos de la ciudad, indicó que no sería hasta 1792 cuando aparecería por primera vez el nombre del barrio en un mapa trazado por el ingeniero Luis Marcheli.

Sin olvidar a su «desaparecido amigo», el Guiniguada, Laforet hizo referencia a unos versos de Bartolomé Cairasco de Figueroa, quien describió ese barrio fundacional; y también del poeta José María Millares, quien le escribió a Vegueta y a sus campanas inspirado en la obra de Saint-Saëns.

Comenzaba así una mesa redonda moderada por Sebastián López García, director de Patrimonio Histórico del Cabildo. El historiador, en su inicio, se encargó de remarcar que hace 50 años el Estado ponía en valor el barrio «a la altura de ciudades como Salamanca o Toledo», al tiempo que recordó que la declaración como BIC llegó 12 años antes que a La Laguna.

Lucha contra la gentrificación

Francisco Galante Gómez, catedrático de historia del arte, definió a Vegueta como el primer núcleo estable en ultramar y como laboratorio urbanístico sin el que «no se podría entender el mundo hispano». En su papel de experto en arte flamenco, puso en valor las imágenes sacras o la orfebrería de dicha procedencia que hoy se exponen en museos e iglesias del barrio.

La historiadora Rodríguez González fue la encargada de tomar el relevo y volver a hablar del alma de Vegueta, pidió «ahondar» en ella, en el contenido de sus edificios más allá del escaparate de las fachadas y alentó la lucha «contra la gentrificación» que tiende a «desvestir los centros históricos y dejarlos en verdaderos atrezzos». Al tiempo, recordó el papel de los flujos artísticos entre América y la capital, con capitalinos como el pintor Juan de Miranda, nacido en la capital en 1723.

Procesión de Las Mantillas, en Vegueta

Procesión de Las Mantillas, en Vegueta, con las obras maestras de Luján Pérez. / Andrés Cruz

Clementina Calero Ruíz, también historiadora del arte, resaltó el papel que jugó la catedral como «el gran motor» de trabajo para escultores y pintores, «un imán que atrajo a multitud de artistas». Entre los que citó a Luján Pérez, Martín Andujar o Domingo Pérez Denis, con talleres en la ciudad.

Para finalizar, Antonio González Padrón, cronista de Telde, puso en valor ese «lenguaje de enfrentamiento» entre la catedral y las Casas Consistoriales en la centralidad de Santa Ana. Además, resaltó el papel de sus museos, sin dejar de apostillar «el vaciado de un antiguo edificio» que significó la apertura del CAAM.

Tras unas breves palabras en las que varios ponentes volvieron a alertar sobre la turistificación, la gentrificación y la pérdida de ese alma -como ha ocurrido en Venecia, tal y como precisó Galante Gómez- se dio por terminada la jornada. El Museo Canario será el escenario escogido para este martes, a partir de las 18:00 horas, con una mesa que lleva como título 'La memoria profunda y el patrimonio diverso'.

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