SANEAMIENTO

La ciudad ordena la expropiación forzosa del suelo para terminar el colector de Casa Ayala

Las obras están paralizadas desde hace más de cuatro años porque invaden fincas privadas 

El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha ordenado la expropiación forzosa, por el procedimiento de tasación conjunta, de 1.429,77 metros cuadrados repartidos en cinco fincas del barranquillo de Tenoya, en el distrito Tamaraceite-San Lorenzo-Tenoya, la única manera de reanudar las obras del desdoblamiento del colector de Casa Ayala, que se encuentran paralizadas desde hace más de cuatro años.

Las parcelas, que pertenecen a cinco propietarios diferentes, han sido valoradas por el Consistorio en 29.553 euros, un dinero que está disponible en el presupuesto de este año, con cargo a la partida de expropiaciones.

Las obras del colector con las que se intenta acabar con los vertidos de aguas residuales, que afectan sobre todo al barrio de Risco Quío cada vez que llueve, fueron paralizadas nada más empezar, cuando se presentó un vecino y reclamó la propiedad de los terrenos.

Las obras se iniciaron a finales de 2019 y llevan más de cuatro años paradas, pese a las protestas del vecindario, que reclama una solución al problema.

El colector que canaliza las aguas residuales de los barrios de Casa Ayala, Costa Ayala, Los Giles y Ladera Alta, entre otros, hasta la depuradora de Tenoya no tiene capacidad suficiente para conducir un volumen de líquido tan grande y cada vez que llueve revientan las tapas de las alcantarillas.

Por ello, se planteó el desdoblamiento del colector que atraviesa el barranquillo de Tenoya hasta la depuradora del mismo nombre, para repartir los caudales.

La Junta de Gobierno municipal aprobó el pasado 19 de octubre la expropiación forzosa de los terrenos, tras declarar su utilidad pública y la necesidad de la ocupación, en aplicación del artículo 42.2 del texto refundido de la Ley del Suelo. 

Todas las parcelas se encuentran en el barranquillo de Tenoya y pertenecen a cinco propietarios diferentes, de los cuales dos se desconoce quien es el titular, según se recoge en el anuncio publicado el pasado lunes en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) de Las Palmas. La mayor superficie de suelo a expropiar está situado en el polígono 14, parcela 191 y pertenece a los herederos de Dolores Acosta Viera. Son 1.052 metros cuadrados, de los cuales 620,23 metros cuadrados está en «situación rural» y 432,73 metros cuadrados, en suelo urbanizado.

Barranquera

Otros 80,62 metros cuadrados pertenecen a los herederos de Juan Montesdeoca Miranda y 17,36 metros cuadrados están a nombre de Enrique Moyano Eduardo y Johana Elizabeth Martínez. Los titulares de dos fincas restantes, con una superficie de 206,77 metros cuadrados y 72,09 metros cuadrados están «en investigación». La expropiación ha sido notificada a los titulares, que tienen 20 días hábiles para presentar alegaciones, a partir del día siguiente a la recepción de la resolución. El expediente está en información pública en las oficinas de Urbanismo en la Plaza de la Constitución, número 2.

Marcos Guerra, presidente de la asociación de vecinos San Nicolás de Bari, expresó su satisfacción por el inicio de la expropiación, que atribuyó al «trabajo» de la nueva alcaldesa Carolina Darias y la concejala del distrito Esther Martín. «Durante la visita electoral que hizo a Ladera Alta, Darias afirmó que el colector se haría de una manera o de otra y la vi bastante interesada en resolver el problema. Ha hecho más en cuatro meses que los anteriores en ocho años», sostuvo.

Guerra reiteró la necesidad de hacer el nuevo colector. «Cada vez que caen cuatro gotas se levantan las tapas del alcantarillado, hay rebosos y a un vecino le entra toda el agua en su casa. Imagínate el agua que puede salir por ahí y el olor. Parece una barranquera. La asociación lleva años luchando para que se termine la obra».

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Otra asignatura que sigue pendiente es el asfaltado de cinco calles de tierra situadas entre Ladera Alta y Casa Ayala, cuya urbanización pasa también por la expropiación de los terrenos, que son privados.

El pleno aprobó en diciembre de 2022 parte de una moción presentada por Coalición Canaria (CC) para resolver el problema. El dirigente vecinal Marcos Guerra relata los graves problemas que sufren los vecinos cada vez que llueve por los desprendimientos en el risco.

No son pocas las veces que los residentes se han quedado incomunicados porque las pistas de tierra se vuelven intransitables. Guerra plantea la necesidad también de estabilizar la ladera. «Espero que se busque una solución a la urbanización de estas cinco calles. Esa es otra lucha en la que estamos, porque hay que expropiar terrenos», sostiene

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