El paso peatonal a El Confital estará listo en cuatro semanas

El acceso peatonal al Confital se abrirá en «tres o cuatro semanas», mientras que para entrar con vehículo en el espacio natural protegido de Las Palmas de Gran Canaria habrá que esperar hasta el primer trimestre de 2024. Así lo indicó este miércoles el concejal de Desarrollo Local, Turismo y Ciudad de Mar, Pedro Quevedo, que junto al edil de Planificación, Desarrollo Urbano y Vivienda, Mauricio Roque, supervisaron el desarrollo de las obras de mejora de la accesibilidad que desde marzo se vienen ejecutando en el paraje para asegurar la seguridad de las personas que transitan.

La obra, que apuntala el terreno, trata de evitar futuros derrumbamientos y mejorar la seguridad a pie y rodada

No obstante, la playa seguirá cerrada al baño hasta que se resuelvan los problemas de saneamiento de las aguas sucias de Las Coloradas, donde se cree está el origen de las filtraciones al mar. Unas obras, que ya han sido adjudicadas, pero que aún no han comenzado.

Los trabajos que se realizan en El Confital, y que están en torno al 50% de su ejecución, consisten en amortiguar el terreno con el levantamiento de taludes y muros de contención con piedra de la zona para que las laderas no se vengan abajo, la instalación de mallas de protección, recanalizar las aguas de lluvia, estabilizar la pista de acceso rodado con una mezcla de piedra y vidrio ecológico, rehabilitar la pasarela de acero y mejorar la zona con especies vegetales autóctonas que ayudarán a asentar el terreno y evitar los derrumbes. En total, se interviene en una superficie 32.000 metros cuadrados.

La ejecución de la obra, de gran envergadura, se encuentra dentro de los plazos previstos, según indicaron los técnicos, aunque llevan retraso. La obra arrancó en marzo y tenía un plazo de ejecución de siete meses.

Entre los problemas que se han encontrado en su ejecución figura, primero, la protesta de grupos ecologistas y usuarios, que se oponían a la intervención por el impacto que suponían los muros, pese a que estos ya existían y que no llegan a los tres metros de alto, tal y como exige la normativa, además de estar construidos con piedra vista del entorno. Y, en segundo lugar, la falta de firme que han encontrado a unos 250 metros de la entrada, y que no esperaban, lo que está obligando a la empresa Pérez Moreno a profundizar más en el terreno para, de este modo, dar estabilidad al muro antes de levantarlo sin más.

Recuperar las salinas y los búnkeres

Hay que recordar que la zona ha tenido durante el siglo XX diversos usos como la explotación de las salinas existentes y una cantera por lo que la zona de acceso se encuentra muy deteriorada por el paso de vehículos. A ello se añaden, los continuos desprendimientos y caída de material debido a la pendiente y también el efecto del viento y las lluvias, por lo que era necesario la intervención para garantizar la seguridad de los usuarios. 

La regeneración de la zona también se hará con plantas autóctonas del litoral para asegurar el terreno

En este sentido, el concejal de Ciudad de Mar, Pedro Quevedo, declaró que tras la obra se pondrá una valla automática a la entrada que impedirá el paso a más vehículos cuando el cupo ya esté cubierto, aunque no indicó el número de coches que podrían acceder al Confital. Asimismo, recordó que se recuperarán «más pronto o más tarde» las salinas y los búnkeres de la II Guerra Mundial, algunos de ellos ocupados, para la ciudad y los visitantes.

Las obras, que tienen un plazo de ejecución de 7 meses, fueron adjudicadas a la empresa Pérez Moreno S.A.U. en marzo con una inversión de 1.346.308 euros y cuentan con una subvención del Gobierno de Canarias.

«Es una obra muy importante para la ciudad y para un espacio icónico como este, que ha estado sometido a diversos problemas y que trataremos de abordar de uno en uno. El primero de ellos es la seguridad del acceso que, por la naturaleza del terreno y por el uso humano, se ha ido degradando y deteriorando de una forma muy seria hasta el punto de que los muros existentes estaban sujetos ‘con palabras’ como dice el técnico», dijo el concejal de Ciudad de Mar, Pedro Quevedo, quien indicó que la obra, que está siendo respetuosa con el espacio, está supervisada por la empresa pública Geursa y ha contado con la disposición de la concejalía de Urbanismo «ya que no se trata de una obra sencilla». 

El concejal de Planificación y Desarrollo Urbano Mauricio Roque explicó, por su parte, que la actuación también implicará la plantación de tarajal, tabaiba salvaje, uva de mar; entre otras especies de litoral «para mantener el entorno en su estado natural, pero también accesible para cualquier persona». El edil añadió que la obra ha contado con todos los informes perceptibles para lograr que los efectos que haya en el entorno «sean los menos posibles» para tranquilidad de los conservacionistas del espacio natural. 

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